BRUCE.
—Es impresionante, ¿no? —le pregunté a Alfred mientras veía a Isolde abrazar a Jerome desde la ventana.
Escuché lo que Alfred le dijo a Isolde sobre irse si ella era feliz con eso, y como ella por un momento se negó a eso por mi.
Una parte de mi se ilusionó, se alegró. Esa misma parte de ilusión y felicidad cuando hace años ella había vuelto a la mansión, una parte que murió al saber que ella seguía viéndolo y amándolo, tal cual como hace años.
Nunca tuve oportunidad, la oportunidad de que ambos formaramos una familia y viviéramos aquí, en paz. La oportunidad de que ella me ame a mí, como yo lo hago con ella.
—Si, debo admitir que si —finalmente escucho a Alfred—. Amo Bruce, debe tener en cuenta que ella ya es una adulta, sabrá que hacer esta vez.
—Si, como ha sabido todo este tiempo —dije sarcásticamente. Suspiré—. No quiero que salga dañada.
—Y no lo hará. Isolde ha aprendido y madurado desde hace mucho, y estoy seguro que ella sabe el tipo de amor tóxico qué ellos tienen. Se alejará si las cosas empeoran, por el bien de ella y de su hija.
—Lo hará, estoy seguro.
—Tal vez, pero cuando eso suceda, ellos ya habrán tenido el tiempo suficiente para ambos.
La puerta nuevamente se abrió, Isolde apareció con una sonrisa. Se veía radiante y feliz, sobretodo feliz. Algo que desde que nació Heaven, no había visto.
—¿Podemos hablar? —me pregunta. Asiento.
Ambos nos dirigimos hacia la oficina, donde pasábamos las tardes juntos, jugando, tomando el te mientras reíamos, e investigabamos cosas sobre el crimen de Gotham. Nos sentamos en el pequeño sofá y dio un suspiro para comenzar hablar de la situación.
—Me iré..., no quería irme sin despedirme —dijo.
—Lo sé, Alfred me lo ha contado... ¿Cambiará? —ella sonrió y negó con la cabeza.
—Sabes de sobra qué nada lo hará cambiar..., pero, puede calmarse. Al menos eso trataré... Llevaré a Heaven conmigo.
—Es peligroso.
—No lo es —replicó de inmediato—. Es su hija.
—A él no le importará, le hará daño, al igual que a ti —bramé—. En verdad voy a extrañarte —dije después de un momento.
—Yo también te extrañaré, y volveré a visitarlos, así que no te preocupes.
—Sabes a quien llamar si te hace daño —le digo cuando nos levantamos.
—Lo sé —dice para acercarse a mi y abrazarme—. Y no dudaría en hacerlo. Te quiero mucho, Bruce. Eres mi familia.
—Yo también te quiero, más de lo que crees —dije escondiendo mi cara en su cuello, aspirando su aroma, recordándola.
—Isolde —habló una voz firme. Nos separamos del abrazo, dándonos cuenta que Jerome estaba en el arco de la puerta—. Hora de irnos.
—Si, ahm... Voy por las cosas de Heaven.
Ella salió de la oficina, dejándonos solos a mi y a Jerome.
—Vaya, has crecido —sonríe. Pero no de esa manera de la sonreír como lo hacía al matar personas en la noche—. Y veo que tu amor por ella también.
—Por el bien de Isolde, cierra la boca —gruñí.
—Hasta te ha cambiado el humor —dice sin quitar su sonrisa—. ¿Cuando entenderás... de que ella me ama a mi?
—Simplemente no puedo entender que un ángel se enamore de un monstruo. Un asesino.
—Bien dicho. Y sé que ella sabe todo lo que soy —dice serio—. Sé que ella tiene miedo de mi, pero su amor es más fuerte que el miedo que siente. Al igual que el mio por ella.
—¿Le tienes miedo?
—Tengo miedo a lastimala. Por más que odie admitirlo, ella me vuelve más humano, como si fuera una cura. Y la amo... Es por eso que me casaré con ella.
Esas palabras me cayeron como un balde de agua helada. ¿En serio la amaba tanto? Jerome no sabe lo que es el amor, cree hacerlo, pero en verdad él lo confunde.
—No puedes —dije.
—Claro que puedo. Ella es mía, siempre lo ha sido. Solo estoy tratando de aclarar las cosas.
Antes de que pueda golpearlo, Isolde aparece, toma la mano de Jerome y me da una última mirada como despedida. Entonces ambos salen del despacho.
No dejaré de amarla, ni tampoco dejaré que se salga con la suya. Cuando ella necesite ayuda, yo estaré ahí para protegerla. Algo que nunca Jerome, pudo hacer.
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INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮
Fanfiction-Tú no puedes amar -le espeto-, los psicópatas no aman. EN EDICIÓN.