La noche es fría en el ático y la sabana no sirve de nada. Me levanto y bajo todas las escaleras, abro la puerta de la habitación de Nygma, él está plácidamente dormido. Me acerco a su lado y toco su hombro, él se talla los ojos y luego los abre para mirarme, debo admitir que Ed sin lentes es guapo.
—Isolde... ¿Qué demonios haces? —me pregunta.
—Quería saber si tienes una sabana que me prestes, en el ático hace frío, mucho frío.
Él me dio una sabana y le agradecí, salí de su habitación y encaminé hacia las escaleras. Desgraciadamente me encontré con Jerome el cual estaba saliendo de su habitación, lo ignoré pero me sujetó del brazo para acercarme a él.
—¿Qué hacías con él? —pregunta. Su cabello pelirrojo cae en su frente, parece desgastado y adormilado.
—Solo quería una sabana —me encogí de hombros.
El pelirrojo se relame los labios mientras sujeta la punta de su nariz, como si estuviera pensando. Después de lo de ayer me siento incómoda al verlo, anoche en la cena todos comimos tranquilos, aunque podía sentir su mirada en mí todo el tiempo; al parecer Ed lo notó porque tomo mi mano y le dio un apretón. Oswald me sonrió dándome a entender que estaba bien.
—Duerme conmigo —dice en susurro, abro los ojos como platos—, solo será esta noche.
—Jerome...
—Morirás de frío ahí arriba —me interrumpe. Suspiré, no puedo creer que vuelva a caer en su juego.
—Bien, dormiré contigo, solo porque tengo sueño... y frío —murmuré.
Él sonríe y me da paso para entrar, sin más preámbulos me acuesto y me arropo con las sabanas hasta la barbilla, es imposible no temblar. Jerome se coloca a mi lado y también se arropa con las sabanas. Me siento como el primer día en que dormimos juntos, para mí esto es incómodo y caer bajo. Y me detesto por eso.
—Sigues con frío —me dice.
—Estaré bien —entonces siento como sus brazos rodean mi cintura y su pecho choca con mi espalda, me separo al instante pero me sujeta—. ¿Qué haces?
—Trato de darte calor, estás temblando —susurra.
—¿Desde cuando te preocupas por mí? —mi voz suena rencorosa.
—Isolde, solo cállate —murmura.
El frío es demasiado y siento su calor tan lejos, cierro los ojos y muerdo mi labio inferior con nerviosismo al darme cuenta que estaré cometiendo una estupidez. Me vuelvo hacia él y me oculto en su pecho. Su brazo rodea mis hombros y el otro está alrededor de mi cintura, juntándome a él. Me aferro a él como si fuera un oso de peluche y descanso mi cabeza en su cuello. Él tira un poco de mi cabello, lo miro y Dios, estamos muy cerca. Me alejo un poco pero él me detiene.
Lo miro a los ojos, sus ojos verdes miran mis labios, aprieto los labios pero dejo de hacerlo cuando su mano baja hasta mi cadera. Esta vez me alejo un poco más y descanso mi cabeza en su pecho. Ninguno dice una palabra pero siento que estoy sudando, Jerome acaricia mi cabello y eso hace que el sueño me invada por completo.
A la mañana siguiente estoy encima de él, quito mi cabeza de su pecho y trato de levantarme. Desgraciadamente lo despierto, él sonríe y me aferra a su pecho.
—Quisiera despertar así todos los días —suspira.
—¿Puedes soltarme? —pregunto—. Ya no tengo frío.
—Que casualidad, yo sí —sonríe.
—Jerome.
El pelirrojo bufa y me suelta, tomo la sabana que me prestó Ed, intento salir de la habitación sin decir nada más pero el me sujeta del brazo. Me giro y él sonríe, le encanta, le encanta que me haya quedado a dormir junto con él y que lo halla abrazado durante la noche. Él se acerca a mí, yo intento retroceder pero mi talón choca con la puerta; su cercanía no están incómoda como las de otras veces.
ESTÁS LEYENDO
INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮
Fanfiction-Tú no puedes amar -le espeto-, los psicópatas no aman. EN EDICIÓN.