Capítulo 24

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Una semana después me encontraba con Oswald y Ed desayunando, Nygma estaba pendiente de su reloj todo el tiempo mientras desayunaba y analizaba papeleos, sabía que Isabella y Nygma tenían algo raro en su relación, Ed me contó hace un rato que venció su miedo gracias a ella, iba a quedarse con ella hasta la tarde pero Isabella tenía que ir a una conferencia o algo así, Ed estaba feliz y yo me alegraba por él. Por otro lado, Jerome y yo nos volvimos más cercanos, no salíamos mucho pero siempre estaba ahí cuando estaba aburrida en al ático o cuando la mayor parte del tiempo estaba sola.

—Ed —dije, él me miró con una sonrisa—, ¿pasa algo? Estás... paranoico.

—Lo siento —dice—, solo que, Isabella no ha vuelto de su conferencia. Estoy algo preocupado, se supone que llegaría a las nueve y son las diez.

—Debe estar ocupada, una amante de los libros siempre lo está —sonreí.

—Bueno, ya llamará —sonríe Oswald, lo miro y entrecierro los ojos. Se ve feliz, demasiado feliz, diría yo.

En eso, el teléfono suena, Ed se levanta y atiende. Oswald disimula una sonrisa pequeña mientras bebe agua, yo sigo comiendo. Solo estábamos los tres ya que Barbara y Tabitha iban a buscar a alguien, Victor y Jerome seguían durmiendo. Entonces Ed se acercó a nosotros después de haber terminado la llamada.

—Era el GCPD —dijo—, quieren verme pero no dijeron porqué.

—Oh —dice Oswald.

—¿No creen que algo pasó, verdad? —pregunta Ed.

—No —exclama Oswald—. Iré contigo si deseas.

—Sí —acepta Ed—, creo que tú también deberías ir, ya sabes, te necesito.

—Iré —sonreí.

—Voy por mi abrigo y prepararé el auto —nos dice Ed. Nygma deja el comedor, yo me aclaro la garganta y me acerco a Oswald.

—Te ves muy feliz —gruño—. Si algo le pasó a Isabella y me entero de que fuiste tú. Te mataré.

—¿Tienes las agallas? —sonríe.

—La verdad no —sonreí. Tomé un huevo crudo de la mesa y se lo tiré en la cabeza—. Pero creo que esta señal te dirá las cosas —reí.

Me fui del comedor para dirigirme al ático, Jerome estaba ahí. Tomé mi bufanda y él frunció el ceño. Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.

—¿Adónde vas? —me pregunta.

—Sé que esto no va a gustarte —predije—. Voy con Ed al GCPD, al parecer algo ocurrió y me pidió que vaya con él.

—¡No! —grita, me toma por los hombros—. No puedes ir, si Gordon te ve... Te alejará de mí —me mira asustado, yo toco su mejilla para calmarlo.

—Inventaré una excusa, le diré a Ed que me cubra si eso pasa —sonreí—. Estaré contigo, ya te lo dije —murmuré, besé sus labios y Jerome rodeó sus brazos en mi cintura. Me separé unos centímetros y besé su mejilla.

—Ten cuidado —me advierte. Asentí.

***

Mis ojos se abrieron como platos al ver a Isabella con moretones y daños en el cuerpo, tendida en la camilla del forense. Ed dio un grito ahogado y yo cerré mis ojos. No podía ver algo así, era horrible, era una sensación desagradable saber que alguien a quien conocías se halle muerta.

—Isabella murió por no detenerse cuando el semáforo estaba en luz roja —empieza Oswald—, un tren arroyó el auto. Dijeron que estaba durmiendo... Eras el último registro de número en su teléfono... Lo lamento mucho, Ed.

INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora