Capítulo 30 / Epílogo

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Era de noche, las nubes eran grises y el cielo estaba oscuro. Bruce estaba comiendo algo mientras yo jugaba con la carne. Por instinto tomé mi cuello, no sentí nada, no sentí la cadena que Jerome me había regalado. Era lo mejor, olvidar todo de él. Pero primero, debía aclarar las cosas, y contar la verdad.

—Bruce —murmuré, él me miró—, hay algo que debo decir.

—No te preocupes si no sabes Alemán, hay personas que saben ingles en Suiza —entonces sonríe—. Te encantará, hay un prado hermoso junto a un lago. Mis padres y yo íbamos ahí, te gustará.

—No me refería a eso —dije lentamente—. Tú, hace unos días dijiste, que un tipo como Jerome no puede amar —él abrió los ojos como platos.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó.

—Yo estuve ahí, me oculté... No aparecí en ese preciso momento porque... porque...

—Dilo —me dice frío, como si ya supiera la respuesta.

—Estuve enamorada de Jerome —confesé, el deja los cubiertos en el plato, sin embargo, mira a la ventana—, me enamoré de un sujeto que solo necesitaba compañía —proseguí—, no amor. Esa noche en el restaurante, cuando te disparó, yo fui con él para enfrentarlo; pero no tuve el valor para huir en ese momento... Tuve muchas ocaciones, pero mi amor por él no me permitía irme. Bruce, te juro...

—Debo ir a dormir —dice levantándose con la mirada gacha—. Es tarde.

Sin mirarme, se dirige hacia el final del avión. Abre la puerta y la cierra de un portazo. Pongo los ojos en blanco y me levanto para dirigirme a la sala del piloto, mi tío está parado a un lado con los brazos cruzados. Él suspira.

—Le rompiste el corazón a un niño de dieciséis años —dice negando con la cabeza, antes de replicar, él prosigue—. Cumplió años la semana pasada.

—Mierda —murmuré—. Tenía que decirle la verdad, que se haga ilusiones no es mi problema.. No podía mentirle y que siga pensando eso.

—No, sí es tu problema —replica mi tío—. Él confió en ti, y tú le diste tu confianza a la persona equivocada. Te enamoraste de un chico que ni siquiera te ama, se lo dejaste en claro esa noche en no alejarte y ahora en confesarle. No tienes idea de lo que él a sufrido.

—¿Y crees que yo no he sufrido lo mismo, Alfred? —dije sin capaz de retener las lagrimas de culpa—. He sufrido lo mismo, no fue mi intención hacer que se enamorara de mí. No tienes idea de cuanto pensé cuando le confesara que mis sentimientos no pertenecían a él, no escapé de Jerome por ser cobarde. Porque no quería que pasara esto —dije señalando a mis espaldas.

—La familia siempre es primero, Isolde.

—No me digas esa mierda a mí, cuando tú abandonaste a la familia cuando te fuiste a la guerra. Volviste cuando el abuelo Jarvis fue asesinado en la mansión Wayne y sentiste culpa, es por eso que eres el mayordomo de los Wayne —confieso. Mi tío tensa la mandíbula, pero su mirada es fría.

—Sé que estás dolida, porque como todo humano yo también he sufrido el dolor del primer amor —cerré los ojos—. Ven aquí —lo abracé y lloré en su pecho, mientras sollozaba—. Jerome Valeska te sedujo de la peor manera, pero tu eres fuerte, más fuerte que él... Y eso nadie te lo va a quitar.

—No sabes las cosas que hice —sollocé—. No vas a perdonarme.

—Lo haré, te lo aseguro. Y tenemos todo el tiempo para que me lo cuentes.

***

Tocaba por tercera vez la puerta de la habitación de al fondo del avión, me volví para ver a mi tío, él me dio un gesto de seguir insistiendo. Puse los ojos en blanco, le había contado a mi tío lo que había hecho todo esos meses, excepto la parte en donde Jerome y yo tuvimos sexo.

INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora