INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮

Capítulo 42

BRUCE.

Estaba en mi oficina viendo como Alfred preparaba dos tazas de té, sus manos temblaban así que decidí ayudarle un poco. Había estado un poco distante desde que Isolde desapareció, enloqueció un poco en la fiesta diciendo a los agentes del GCPD que ayudaran a encontrarla en toda la casa, no apareció. El detective Gordon encontró su antifaz en el balcón del gran salón, junto con un pañuelo con una droga. Fue ahí cuando el pánico se esparció.

—La encontraré —dije seguro de mí mismo, Alfred sonrió de lado.

—Agradezco su cooperación, pero todos sabemos que Jerome es demasiado listo, incluso para nosotros —dice.

—No podemos rendirnos —me levanto—, encontraré a Isolde aunque tenga que morir por ello.

—Pues que suerte —dice una voz, Alfred se pone en posición para tomar su arma pero un sujeto le golpea por detrás, me arrodillo para ayudarlo—, porque no será necesario que la encuentres, ya que morirás esta noche.

Frunzo el ceño al ver a Jerome lleno de cicatrices, no sé si es asqueroso o tenebroso. Ayudo a Alfred pero cuando quiero levantarme, un sujeto me apunta con su arma. Se acerca a mí con una gran sonrisa en el rostro.

—Mira que grande estás —sonríe—. Eres todo un adolescente ahora, supongo que debe ser una molestia ahora —dice mirando a Alfred—. Recuerdo cuando era así, mirar a todos y matarlos..., y poseer a aquella chica la cual su nombre empieza con v.

—Si le haces daño... —empezó Alfred.

—¿Qué harás? —ríe Jerome—. ¿Vas a golpearme con un bastón? —se escucharon vidrios rotos, su grupo estaba destruyendo toda mi oficina. Eso no era importante, puedo arreglarlo luego—. Pero no he venido aquí para hablar de cuanto Isolde se divierte conmigo, he venido por el muchacho.

—¿Por qué vas a matarme? —le pregunto cuando apunta su cuchillo hacia a mí—. Tienes a Isolde, ¿también estás enamorado de mí? —bromeé. El filo del cuchillo apunta a mi garganta y hace presión, duele pero mejor no es demostrarlo ante él.

—Cuida tus palabras, niño —gruñe—. Porque puedo hacerle cosas malas a tu novia —murmura en mi oído—. Imagínate que esté desnuda y yo encima de ella, tocándola y besando cada parte de su cuerpo —apreté los puños.

—¡Ni se te ocurra dañarla! —le grito.

—No soy de obedecer ordenes —dice haciendo una mueca—. Pero puedo hacer algo mejor, no te mataré aquí, sería muy serio. Te mataré, frente a ella —sonríe—. ¡Ustedes! —señala a los tres sujetos—. ¡Maten al mayordomo, él no es importante!

—¡No! —grito acercándome a Alfred pero él me detiene.

—Estará bien, amo Bruce. Ha estado entrenando desde hace mucho, puede hacerlo solo —sonríe de lado.

—Volveré a verte —prometí. Jerome me tomó por la oreja y me arrastró.

—Ustedes me dan asco —dice.

***

De repente e encontraba en un parque de diversiones, fruncí el entrecejo al ver todo esto, miré a los lados; personas inocentes siendo golpeadas en los juegos, siendo apuñaladas por balas o agujas. Era horrible.

—¿Qué dices Bruce? —dice Jerome— ¿Quieres divertirte antes del gran evento —sonríe.

Paseamos por el parque, veía a gente morir, a gente golpeada. Todos era inocentes, al igual que su maldito culto, él los convirtió así. Jerome tiene la culpa de todo, me maquillaron como si fuera un payaso y lo peor es que Jerome apuñaló al sujeto y derramó su sangre por mi boca, luego volvimos a caminar, paramos cuando Jerome se acercó a un juego. Un hombre estaba sentado en una silla y abajo de él había una piscina llena de pirañas.