JEROME
Teníamos que alejarnos del circo, según las fuentes dicen que el GCPD atacaría el carnaval. Así que, ¿por qué no robar un helicóptero? Era divertido, y sabía que a ella le agradaba la vista. Isolde no apartó su mirada de la ventana durante los veinte minutos en los que partimos. Ella volvería a enamorarse de mí, estoy seguro, inventa excusas sin sentido cuando quiere negar que sigue amándome.
—¿Te gusta la vista? —ella me fulminó con la mirada—. Oh, cierto, olvidé que tienes la cinta. Mi error.
Aterricé en las afueras de la ciudad, en el campo. Mi ayudante tomó a Isolde de los hombros y le quitó la cinta sin delicadeza, ella le pateó en la entrepierna. Sonreí y puse los ojos en blanco, ella nunca cambiaría.
—¿Por qué me trajiste aquí? —pregunta mientras nos adentramos a la cabaña.
—No quiero que el GCPD nos encuentre, preciosa.
La tomé del brazo, ella no podía pegarme debido a sus manos atadas. Fuimos a la alcoba, mientras cerraba la puerta con llave, ella estaba en el balcón. Aunque estuviera amarrada seguía siendo hermosa, con el cabello castaño alborotado y sus ojos marrones tristes y melancólicos.
—¿Mar? —susurra, me acerco a ella. Su cabello se aparta de sus hombros debido al viento, tenía un hermoso cuello de cisne el cual me encantaría besar y mordisquear.
—Este es el lugar en donde... huiríamos —murmuré.
—Es un bonito lugar —susurra—. Me trajiste en helicóptero, para que tú no conocieras dos horas hasta la ciudad. Estamos muy lejos de Gotham.
—Así es —dije. Su silueta me encantaba y sé que la besaría ahora mismo si sigo mirándola—. Algún día, cuando Gotham sepa mi nombre y que les de terror al pensarlo, vendré aquí para pensar mis planes malévolos —dije burlón, ella sonrió—. Y pensaré en alguien al quien dejé ir hace mucho tiempo.
—¿Tu racionalidad? —pregunta, yo sonrío mientras le tomo de la mejilla.
—En ti —murmuro, rozando sus labios.
Antes de poder besarla, ella aparta su rostro y retrocede unos cuantos pasos. Desvío la mirada hacia el horizonte mientras el sol se oculta en la línea en donde termina el mar. El cielo se oscurece, al igual que la esperanza.
—No puedo —al escucharla sollozar me vuelvo hacia ella, tiene unas cuantas lágrimas deslizándose en sus mejillas—. ¿Es que no entiendes que me haces daño? El tenerte aquí otra vez, el tener que soportar todo de nuevo.
—¿Piensas que yo no he sufrido? —bramé—. Al tener la cara deforme, sin ti, sin tenerte. Tuve que soportar dos años sin ti.
—Yo también —susurra, ella se seca las lagrimas como puede, con el dorso de la mano—. Pero debo dejarte ir.
—No quiero que lo hagas —repliqué acercándome a ella—. No lo hagas.
Su rostro volvía a contraerse, como si tuviera las ganas de llorar mientras me da un puñetazo. Pero hizo todo lo contrario, me besó. Esos labios los cuales anhelaba por besar, me estaban besando a mí. Sin perder tiempo la tomé de la nuca para profundizar el beso, ella mordió mi labio inferior, queriendo más, y la tomé de la cintura para depositarla en la cama.
***
Sentía que volvía en el pasado, estábamos abrazados, sin decir ni una palabra. Solo sintiendo el olor al mar y las oleadas de viento provenientes a la ventana. Mi mirada cayó para verla, estaba concentrada trazando sus dedos en mi pecho desnudo, besé su sien sin poder evitarlo.
—Te odio, Valeska —murmura—. Pero más me odio a mí misma por amarte.
—Si es así, yo también te odio —ella se incorporó, mirándome.
—Estos días hemos estado peleando, hace unas horas estuvimos peleando —yo sonreí de lado—. Y ahora estamos... así.
—Creo que necesitábamos esto.
—¿Sexo? —sonríe.
—A nosotros —corrijo. Ella sonríe.
—Te necesito —dice mirándome a los ojos—. Y estoy tan loca como tú para creer eso —sonrío.
—Quiero que te quedes conmigo. Quiero que vivas conmigo, quiero que duermas conmigo, quiero tenerte para toda la vida, Isolde. Eres todo lo que tengo —admito.
—Jerome —ella se incorpora, alejándose de mí un poco—, eso no es posible.
—Entonces huiremos.
—No puedo huir —replica—. En Gotham tengo una familia que me necesita.
Aunque tuve ganas de gritarle que ella prefería a Bruce Wayne antes que a mí, me contuve. Era egoísta, pero ella no tenía a nadie más que a ellos. Y eso debía entenderlo, a regañadientes.
—Pero... —prosigue—. Podemos hacer un plan.
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INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮
Fanfiction-Tú no puedes amar -le espeto-, los psicópatas no aman. EN EDICIÓN.