Capítulo 34

6.4K 555 65
                                    

En el desayuno Bruce estaba sonriendo mientras le contaba todo ya que mi tío no estaba debido que dejó a Maria a su hotel junto con Selina. A él no le pareció buena idea de que Jerome tuviera un ejercito y mucho menos si el anfitrión del evento sabía de mi existencia ahora. No lo había pensado, estuve muy agotada, de hecho.

Estaba en el GCPD, se supone que hoy sería el día en donde recibiría mi placa. Me vestí con una camisa blanca y una chaqueta de cuero encima de esta y unos pantalones negros. Alfred me llevaría junto con Bruce ya que quiere estar presente, mi tío me dio un teléfono en casos de emergencia.

Al entrar al departamento de policía me encontré con Lucius, el cual era médico forense mientras Lee se recuperaba de su pérdida. El moreno me abrazó y despeinó mi cabello. Subí los escalones para entrar a la oficina del comisario Gordon, él salió antes de que pudiera entrar. En sus manos tenía una cajita de terciopelo.

—¡Atención! —gritó, los policías del primer piso miraron a nuestra dirección—. Ella es Isolde Pennyworth, la nueva detective del GCPD; se le tratará con respeto y nos ayudará a que Gotham sea una ciudad segura y sin corrupción —los policías aplaudieron, yo sonreí apenada—. Bienvenida —dice abriendo la caja, una placa con mi nombre y el símbolo del GCPD se encuentra ahí. La tomo y la pongo en el lado derecho de mi pecho.

—Es más pesada de lo que creí —dije, los policías volvieron a lo suyo. Jim me dio una palmada en la espalda.

—A trabajar, tu escritorio está en el tercer piso. He dejado unos cuantos casos pequeños para ti, además del de Melanie Blake y Dwight.

—Gracias, Gordon.

Sonreí mientras le daba un abrazo de tres segundos, como si fuera una niña en su primer día de clases me despedí de mi tío y de Bruce con un gesto de la mano. Me volví para subir las escaleras, casi di un grito ahogado cuando vi a un hombre. Era él, estaba mirando la calle desde el ventanal, con su típico traje verde.

Nygma —lo llamé, mi amigo se volvió hacia a mí. No había sorpresa en su mirada, era como si me estuviera esperando.

—Isolde —dice, se acerca a mí—, felicidades —dice mirando mi placa.

—Gracias —digo indiferente.

—Estás... Estás hermosa —le miro con una ceja arqueada y asiento.

—Si me disculpas, tengo trabajo —dije pasando por su lado pero me detuvo.

—Isolde, yo no tuve nada que ver en el asunto de Empresas Wayne —dice—. Eso no importaba para mí, mi trabajo era ser la segunda mano del alcalde, no su lacayo.

—Eso ya no importa...

—Tenías razón —me interrumpe—, Oswald mató a Isabella. Cuando lo descubrí quería verte, pero te habías ido. Victor me dijo que te fuiste lejos.

—Si pero he vuelto, he vuelto para hacer el trabajo de mi padre que no llegó a completar. Estoy aquí por él y por Gotham... Sin embargo, fue bueno verte.

—Las chicas también te extrañaban —dice—. Barbara y Tabitha, eras como su muñequita Barbie —no pude evitar sonreír, en eso tenía razón, ellas me peinaban y me vestían—. Yo también te extrañé.

—Igual yo a ti —me acerqué a él—, extrañaba esto —dije quitándole sus anteojos para ponérmelos a mí, él sonrió, luego se los devolví—. Así que Tú, Barbara y Tabitha trabajan juntos ahora.

—Barbara quiere ser la nueva alcaldesa, y quiere destruir a Oswald al igual que yo —asentí.

—No quiero problemas —sonreí—. Sabes... Necesito personas para mi fiesta de cumpleaños... Tal vez ustedes quieran venir, es dentro de dos semanas, el 15. 

—Sí, digo, está bien.

—Es de máscaras, idea de Wayne —digo poniendo los ojos en blanco—. Fue lindo verte, tengo casos que resolver.

Nygma besó mi mejilla para luego irse, me alegra de que se haya dado cuenta de quien es Oswald, pero no me gusta la venganza. Siempre me enseñaron que no es bueno guardar rencor, pero a veces es inevitable. Me senté frente al escritorio y vi los primeros archivos.

—Clare Bullock de 20 años, fue golpeada brutalmente por su prometido aunque la hallaron en el departamento de su hermana —leo en voz alta—. Espero que también me den un auto —suspiro.

***

—¡GCPD! —grito mientras derrumbo la puerta de una patada.

Como sospechaba, la hermana de Clare estaba semidesnuda encima del el prometido de su hermana. La chica horrorizada se levanta y se cubre con la bata de dormir, el hombre se levanta y veo que cerca de unos metros hay un arma. Antes de que hiciera otro movimiento, saco la pistola eléctrica y le apunto al pecho, el hombre recibe una descarga y cae al suelo inconsciente.

—¡Está loca! —chilla la chica acercándose a mí, la detengo con el brazo y la tiro al suelo para colocarme encima de ella y ponerle las esposas.

—No, la loca es usted por meterse con un drogadicto y el prometido de su hermana. Zorra.

La levanto del suelo, entonces saco la cinta adhesiva para colocársela en la boca. Me acerco al hombre y le coloco otras esposas en las muñecas. La chica llora y se escuchan sus plegarias. Pongo los ojos en blanco, mientras arrastro al hombre y a la mujer hacia el auto. Cuando vuelvo al GCPD, todos se quedan mirándome con la pareja en pijama y yo encerrándolos en la jaula pequeña del edificio hasta que los envíen a la prisión lejos de la ciudad.

—¿Primer día y ya haces alboroto? —me pregunta Harvey, yo asiento.

—Irán a prisión por agresión, la chica está en coma en el hospital, tuve que pasearme por toda la ciudad en busca de familiares y amigos. Ser detective es agotador —digo mirando a la chica que lloriqueaba, un chico se acercó diciéndole las pautas para buscar un abogado.

—Seguimos con lo de Melanie Blake —dice Harvey—. No hay nada, Dwight también ha desaparecido.

—¿Revisaron el teatro? —pregunté.

—Desierto, es como si nada hubiera pasado —él se acaricia las sienes—. Me va a dar un infarto.

—Toma una taza de té, te sentirás mejor... O también una cerveza.

—Me voy con la cerveza, no seguiremos el caso sin pistas, ordenes de Jim.

—De acuerdo, yo seguiré analizando sobre el caso.

***

Entré a la oficina de Bruce, el chico estaba dormido en el sofá. Eran como las tres de la mañana, a media noche llamé a Alfred diciendo que llegaría tarde. Estaba quemando mi cerebro mientras descubría y analizaba quien era Dwight Pollard y que tiene Jerome en todo esto. Bruce estaba con el cabello desordenado y fruncía el ceño en sueños. No pude evitar besarle la sien.

—¿Isolde? —murmura mientras abre los ojos lentamente.

—Ve a dormir —digo acariciándole el cabello.

—Quédate —susurra.

Cierra los ojos instantáneamente, evito reír. Me levanto y le coloco mi chaqueta, cuando miro a la ventana veo a Jerome con una capucha, cierro los ojos, pero cuando los vuelvo a abrir, él ya no está. Dios, el caso me ha tenido como loca, estoy alucinando cosas. Me coloco de espaldas mientras que Bruce duerme a mi lado, su brazo toma mi cintura y su frente cae en mi espalda. Yo cierro los ojos esperando el sueño profundo.

INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora