Capítulo 10

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Despierto en otra habitación, Edward sonríe y pasa su mano por mi cabello, a lo lejos veo a Oswald mirando a un punto fijo. Me duele todo el cuerpo, pero lo que más me duele es la cara y la boca; intento hablar pero Ed solo niega con la cabeza, Oswald me mira con los brazos cruzados.

—Te lo dije, y mira como acabaste —reprendió.

—Déjala, Oswald —brama Ed—. Es tu culpa —le señaló—, si no hubieras tenido la brillante idea de darle su propio cuarto todo esto jamás habría pasado.

—No es su culpa —hablé, mi voz estaba ronca y casi no podía pronunciar bien debido a mis labios—, yo le pedí eso.

—Hablaré con él —Nygma se levantó y salió de la habitación.

Oswald se sentó junto a mí, él sonrió si mostrar los dientes y me dio unas palmadas en el hombro. Creo que esa era su forma de agradecimiento por haberle ayudado al menos un poco con Ed. Cerré los ojos mientras sonreía, entonces escuché como la puerta se abrió.

—Isolde... —era Jerome.

—Lárgate —murmuro.

—Bien, me iré —su voz es fría—. Pero quiero que sepas que estás horrible por tu culpa, tú empezaste la pelea y yo la terminé —ríe.

Abro los ojos, pero en ese momento, Jerome sale de la habitación. Me pongo de lado y me tapo con las sabanas hasta el mentón, hipeo cuando las lagrimas se acumulan en mis ojos.

—Isolde —empieza Oswald—, no importa lo que él diga, cumpliré mi palabra si todo va como dijiste.

—Solo déjenme sola —murmuré.

Escucho la voz de Edward susurrándole algo y luego cierran la puerta, me destapé y me levanté para abrir todas las ventanas de la habitación, necesitaba aire. No sabía cuantos grados bajo cero estábamos, pero hacía frío y viento, eso era todo lo que necesitaba, todo el ardor de mi cuerpo debía desvanecerse por completo. Volví a la cama para acostarme y volver a dormir mientras el frío me invadía.

***

Cuando desperté, Victor estaba cerrando todas las ventanas. Me incorporé y lo observé, llevaba su traje negro como siempre y tenía una mirada asesina, bueno, creo que así es su cara.

—¿Qué haces? —le pregunté con los ojos entrecerrados.

—Evito que escapes y Nygma me mandó a cerrar las ventanas ya que podrías sufrir neumonía —dijo sin mirarme.

—Hubiera escapado hace mucho, pero no lo hice. Me encontrarían —él me miró, yo señalé mi frente—. Lamento lo de la pistola.

—Tus disculpas no me interesan, debiste disparar, sin embargo no lo hiciste —se cruza de brazos.

—No sabía disparar —sonreí, en eso siento como una lagrima se desliza por mi mejilla—. Creo que aprendí la lección —dije señalándome la venda que tenía en la cabeza—, duele mucho.

—Soportas el dolor, en la vida debemos ser sobrevivientes.

Me levanto de la cama pero cuando lo hago estornudo, Victor se va de la habitación y yo lo sigo no sin antes ponerme una bata de dormir, sigo a Victor hasta al final del pasillo. Nygma y Barbara están sentados en el sofá, yo me siento en el suelo frente a la chimenea, mi estornudo se escucha por toda la callada sala de estar. Cierro los ojos, imaginando que estoy en la oficina de Bruce; él está detrás, sentado frente a su escritorio, investigando y analizando archivos de su propia empresa, luego en tío Alfred viene con el té listo, le dice a Bruce que es tiempo de un descanso y él acepta, se sienta a mi lado y me pasa una taza de té. Cuando abro los ojos solo veo el fuego de la chimenea de la casa de Oswald, estiro las manos para calentarlas.

INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora