Renasci - La forja de una espía

39. Decisión Vital

—Su mensaje, Charlotte. Parece que ha encendido los ánimos de Andrews y me temo que no la va a dejar tranquila hasta que dé con usted y le explique algo medianamente entendible.

—¿Y qué podría decirle? ¡No puedo contarle nada de todo esto! —las risas de hacía unos momentos, se habían transformado en angustia.

—Tal vez sí... —dijo Sarah.

—¿Cómo? —una vez más, no entendía nada pero sabía que había mucho más que un tal vez detrás de aquella afirmación.

—Verá Charlotte, necesitamos que vaya a Polonia, eso ya lo sabe. Pero también necesitamos que una vez esté allí, contacte con Szczesny Budny para que nuestros agentes lo ubiquen y puedan comenzar a controlarlo. Necesitamos conocer sus actividades y sus relaciones y creemos que a usted no le ocultará ciertas cosas... —me explicó Grant—. Hemos preparado una cobertura adecuada para ese acercamiento, pero podríamos aprovechar las circunstancias y, ya que va a tener que explicarle alguna cosa a Andrews, podría ayudar en todo esto.

—¿Se han vuelto locos? ¿Es que no tienen bastante conmigo que también quieren implicar a John? —exclamé indignada—. No, rotundamente no.

—Charlotte, Andrews no tiene por qué saber nada, pero estoy segura que tú te sentirías más protegida si él va contigo —matizó Sarah—. Habíamos preparado que te desplazases a Polonia acompañada por un agente de La Agencia. La cobertura era que él fuese tu novio y que aprovechabas el viaje para presentarle a tus tíos. Con la excusa del viaje por la enfermedad de tu tía, queremos acercarnos a Budny.

—¿Y qué pretenden que le diga: hola Szczesny, he vuelto y quiero saber qué haces en Renasci y como mataros a todos? —pregunté con todo el sarcasmo que quedaba en mis venas.

—No. Es preferible que le digas la verdad —intervino Grant.

—¿La verdad de qué? —estaba hecha un lío.

—Más bien una verdad a medias. Le dirás que te hemos obligado a extraer la información de tus investigaciones. Le dirás que te hemos obligado a hacer el volcado de los discos duros. Que te hemos secuestrado y torturado. Le dirás que te hemos preguntado por él y por tu jefe en AESystems, que te enseñamos fotografías... Le dirás que prometimos matar a tus seres queridos si no obedecías. Le contarás que por eso, cuando tuviste conocimiento de la enfermedad de tu tía, te preocupaste mucho y viajaste a Polonia. Que no sabes a quién acudir porque tienes miedo —Grant tenía muy claro qué debía decir—. O sea, le dirás la verdad, pero no completa.

—Pero si le digo eso desconfiará de mí. ¡Me matarán! —me parecía una auténtica locura contar la verdad.

—Siempre es mejor no mentir en las informaciones que proporcionamos, Charlotte. Todo resulta más creíble y, en caso de que la información pueda ser contrastada, asegura la sinceridad del que habla. Además, la verdad siempre es más fácil de recordar que la mentira. Te aseguro que todo funcionará bien y, como mucho, puede que no consigamos acercarnos a Renasci, pero a ti te quitaría la sombra de duda que pueda generarse entorno a lo que hicieste el sábado en la empresa y tu salida precipitada de Londres.

—¡Pero eso les pondrá sobre la pista de que les están vigilando! —dije.

—Ya saben que les estamos vigilando. No te preocupes, Charlotte, estarás bajo el control de dos equipos de vigilancia y protegida por un equipo Alpha —me explicó Sarah, quien anteriormente ya me había explicado que los equipos Alpha eran la élite de los equipos tácticos, formados por individuos capaces de entrar en cualquier sitio o neutralizar cualquier objetivo—. Nuestros agentes estarán en todo momento cerca. Sabemos que Renasci desconfiará, pero también sabemos que Budny verá la oportunidad que estaba esperando.