Capítulo 37 "-De hecho ¿qué?"

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Confusión; eso es lo que predomina en todo mi sistema.

Alex Kanish, el mejor hechicero del mundo desde hace siglos, enamorado perdidamente de mí.
¿Cómo es que esto pasó? ¿Cuándo? ¿Porqué?

¡Ay Dios! ¿Porqué no puede ser un chico poco atractivo, arrogante y malhumorado? ¿Porqué me lo envíaste justo igual de galán como en mis libros?

Claramente yo estoy enamorada de Adam, ¡hasta los huesos! Pero, ¡mierda! Este Alex es como un príncipe azul.

“Cálmate Emma...” Me hablo mentalmente.

Aún hay muchas cosas que no entiendo.

Él dijo estar técnicamente enamorado de mí desde que yo tenía doce años. Cuando mis padres me llevaron con él para... ¡¿QUÉ?! ¿¿CÓMO ES QUE NO PENSÉ EN ESO??

¡¡Mis padres ordenaron el maldito hechizo!!

Presiono mis puños con fuerza. Esto no puede ser cierto, esto no está pasando. Ellos me aman, jamás harían algo así.

Aunque tiene bastante sentido, ellos ocultaban un secreto y estoy segura de que no solo era el hecho de que soy un ángel.

¡No lo puedo creer! ¡¿Qué les pasaba por la mente?! ¡¿Tanto me odiaban?! ¡¿Qué fue lo que les hice yo?!

-¡ALEX! -grito con todas mis fuerzas.

Yo sigo en su habitación mientras él me había dicho que me prepararía algo de comer.

Debo admitir que su habitación es extremadamente grande. ¡Lo juro! Estoy en la cama más grande que he visto en mi vida. Tiene un juego de sofás en el lado derecho de la habitación, una pantalla plana enorme, un vestidor más grande que mi habitación y un baño en donde prácticamente podría quedarme a vivir y todo esto decorado de un rojo carmesí con un negro bastante intenso.

Apenas pasan cuatro segundos y la puerta se abre de un portazo; el joven Alex entra desesperado a la habitación buscándome con la mirada.

Una vez que sus ojos descansan en mí, corre y se lanza en la cama sobre mí, rápidamente agarra mi rostro con sus manos y empieza a escanearme en busca de heridas o algún tipo de daño.

-¿Qué sucede, mi lady? -pregunta una vez que revisa todo mi rostro.

Este chico está loco...

-Necesito que contestes unas preguntas -respondo sacando sus manos de mi rostro con delicadeza para no verme borde.

Observo como suspira de alivio al percatarse que todo va bien para luego dibujar aquella deslumbrante sonrisa en su rostro.

-Con una condición -alega y yo alzo una ceja al instante.

¿Discúlpame? ¡Yo debería poner las condiciones aquí!

-¿Y esa condición es...? -cuestiono.

-Que me des un beso.

Abro los ojos como platos. ¿Qué mierda acaba de decir?

Creo que escuché muy mal.

-¿Perdón?

-Lo que escuchaste, princesa mía -acerca su rostro al mío, muy cerca -Solo será un beso. Sin compromiso, lo juro.

-Alex, ya hablamos de esto...

Y es cierto, ya lo hablamos. Le expliqué que estoy enamorada de Adam, decepcionada por su actitud, pero enamorada a pesar de todo.

Él no lo tomó muy bien al principio, pero terminó aceptándolo, obviamente no sin antes decirme que él terminaría conquistando mi corazón y que yo dejaría a “ese cuervo de mala vibra" según sus propias palabras, por mi propia voluntad.

ADAM (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora