Capítulo 48 "-Te quiero, Alex"

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Los fuertes brazos de Adam siguen protegiendo mi frágil y frío cuerpo.

Siquiera tengo fuerzas de levantar la cabeza. Siento que todo mi cuerpo se ha entregado a la muerte, sin embargo sigo consciente. He despertado hace casi una hora, puedo hablar pero moverme es imposible.

Sé que estoy muriendo, siento como la frialdad de la muerte me acoge con sus huesudos dedos, en la espera del último beso de paz.

Siento el peso del mundo sobre mi cuerpo, como si éste quisiera aplastarme y acabar conmigo.

No me rehusaré a ir con la muerte, eso va a ocurrir tarde o temprano. No estoy en contra de esto, si debo morir, moriré. Sin embargo, lo que duele y mi única fuerza son estos cinco jóvenes que están arriesgando sus vidas por mi salvación, y es justamente eso lo que me hace luchar, lo que me da la esperanza de que todo puede mejorar, me da la fuerza de asentir con firmeza e ir a plena guerra sin un arma real, una guerra mental, metafórica, entre mis sentimientos, mis sueños y esperanzas, contra mi cuerpo y el hechizo que me acecha.

Quiero lograrlo, realmente quiero hacerlo, pero mi cuerpo está en ventaja pues ni un músculo me permite mover con facilidad.

Todos siguen caminando con firmeza, los brazos de Adam me dan un poco de calidez aunque no puedo dejar de temblar mientras mis dientes castañean continuamente.

-Sigue temblando mucho -alega Adam con tono bastante preocupado.

Me acurruco más contra su cuerpo cálido y suspiro exhalando mis miedos.

Él deja de caminar, su ceño permanece fruncido mientras siento a uno de los chicos acercarse.

Volteo ligeramente la cabeza y me encuentro con la expresión angustiada de Alex mientras coloca una chaqueta de cuero sobre mi cuerpo.

Le sonrío ligeramente.

-G...Gracias -titubeo.

Él asiente intentado sonreír pero parece más una sonrisa de lástima que otra cosa.

Vuelvo a acurrucarme contra el pecho de Adam como un pequeño conejo asustado.

-¿Te sientes mejor? -interroga Adam con ternura.

Lo miro directamente a sus ojos grises cargados de preocupación y amor.

-Sí -miento.

Él me sonríe con tristeza.

-No es necesario que mientas, preciosa.

Desvío la mirada y hundo mi rostro en su pecho.

Siento como vuelve a caminar, seguimos avanzando, quizás pronto llegaremos y todo estará bien.

-Alex... -escucho la cautela en la voz de Ren mientras todos se paran en seco.

Frunzo el ceño y volteo la mirada para ver que sucede.

-No se muevan... -susurra el hechicero en respuesta.

Mi corazón acelera su bombeo mientras busco de manera desesperada con la mirada qué es lo que ocurre.

Frunzo aún más el ceño al no encontrar nada.

Adam me presiona con más fuerza en un acto de protección justo cuando escucho pasos provenientes de la esquina de la siguiente calle.

Me tenso inmediatamente y trago saliva.

Todos los vellos de mi piel se estremecen y mi respiración se vuelve agitada.

Observo como Ren y Alex sacan sus cuchillos lentamente y se ponen en posición de lucha.

No pasan más de cinco segundos para que dos criaturas con lanzas sean visibles ante nosotros.

ADAM (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora