ADAM (EN EDICIÓN)

Capítulo 24 "-Es cierto"

En multimedia: Adam.

Las palabras de Daniel logran un gran impacto en mi sistema. Mi carne se estremece, mi cabeza empieza martillear, mi corazón bombea con más fuerza y una rara sensación de ansiedad se apodera de mi pecho.

-D...De acuerdo -hablo con el corazón en la mano.

¿Por qué me siento tan ansiosa y asustada a la vez? No es como si lo que me estuvieran por decir cambiaría mi vida... ¿O sí?

Trago saliva.

Los pares de ojos están fijos en mí, Adam hace una mueca con sus labios demostrando su disgusto con el tema y Daniel aprieta su mandíbula con impotencia.

-¿Qué ocurre? -me atrevo a preguntar mientras mi mirada pasa de uno al otro.

-Emma... -es Adam quien habla ésta vez -Es algo muy complicado, no te aseguramos que lo entiendas a la primera y mucho menos que lo asimiles rápidamente.

Sus grises ojos torturados y tristes me miran con pena, y eso logra sacarme de mis casillas, odio que sientan lástima por mí, por ese motivo desvío la mirada de él.

-Dejen de dar tantas vueltas -miro a Daniel -Solo estoy pidiendo respuestas, no es como que el cielo traerá su ira solo porque ustedes hablen.

Tras esas palabras Adam y Daniel se lanzan miradas cómplices y tensas.

Trago saliva nuevamente. Esto me está poniendo nerviosa.

-Verás Emma, -habla finalmente Daniel -Tienes que saber que lo que te vamos a decir te lo decimos con un cien por ciento de veracidad. Lo hemos confirmado de muchas forma, es totalmente la verdad, sin dudas.

Yo solo me limito a asentir, mi corazón bombea con tanta fuerza que el respirar con normalidad me resulta imposible.

Adam suspira dramáticamente y luego se levanta de la silla, ésta vez Daniel no hace nada para impedírselo. Se acerca a mí y se sienta en la orilla de la cama, justo a mi costado. Su cercanía vuelve a provocar una agradable sensación en mí.

-Emma, debes confiar en nosotros -dice casi en un susurro.

-No pensé que se llevaran bien -admito.

-No lo hacemos -responde Daniel -Pero hemos hecho una tregua por ti. Lo que descubrimos es bastante grave y nos necesitas a ambos.

¡¿Grave?! ¡¡¿Qué está sucediendo?!!

Abro los ojos como platos y un pequeño temblor se apodera de mí. Adam al parecer lo nota e instantáneamente le da una mirada asesina a Daniel.

-¿Qué está sucediendo? -murmuro más para mí misma.

Ambos chicos toman una gran bocanada de aire y lo dejan salir dramáticamente.

-Recuerdas cuando Daniel te dijo que estabas enferma, ¿verdad? -asiento y una chispa de esperanza se enciende en mi interior al pensar que desmentirá aquello -Es cierto.

Mi alma se cae a mis pies y me obligo a mantenerme firme.

-¿Qué es lo que tengo? -trato de sonar firme, pero mi voz me falla con un pequeño temblor -Sea lo que sea puedo ir al médico.

Y ahí vuelve a aparecer la mirada de lástima. Ambos me miran como diciendo "Pobre niñita ingenua".

-No es algo que se pueda curar con un médico -responde Daniel.

-¿Y entonces? -el martilleo en mi cabeza aumenta intensamente.

-Emma... -habla Adam con una voz temblorosa -Tú... -traga saliva y sus ojos se clavan en los míos -Tú estás hechizada.