✩* las jefas de one direction 《 zauren.

98.

Perrie empezó a temblar como nunca, verlo otra vez se le venía a la mente esas torturas que él provocaba.

Austin: Veo que no hablas, ¿te quedaste muda?

Dinah: ¿Qué es lo que quieres?

Austin: Estoy ayudando a su linda amiga Gigi.

Dinah: Ella no es nuestra amiga, nunca lo fue.

Austin: Como sea, a ella la dejaron en vergüenza y a mí también así que ahora solo tomamos venganza.

Dinah: Ustedes solos se dejaron en vergüenza, nosotros no tuvimos que hacer nada.

Austin: La misma excusa —rodó los ojos y volteó a ver a Perrie— ¿no vas a decirme nada? —ella se quedó callado solo viéndolo, Dinah notó que le tenía mucho miedo— yo debería estar enojado contigo, no tú conmigo.

Perrie: Asqueroso. —escupió con odio.

Dinah: ¿Por qué deberías estar enojada con ella?

Austin: Porque su príncipe encantador me golpeó y se la llevó.

Perrie: Quizá porque estabas abusando de mí ¡estúpido!

Dinah se quedó sorprendida, no sabía eso.

Austin: Por Dios, solo estábamos disfrutando.

Perrie: ¿Yo? no estaba disfrutando nada, eres un maldito asqueroso.

Austin: Odiándome no hará que tu príncipe venga otra vez por ti.

Perrie: No es mi príncipe —volteó la mirada triste.

Austin: Pero quisieras que lo fuera, ¿no?

Perrie: No te importa.

Austin: Eso me queda claro que sí te gustaría —rió— Edwards, ¿estás enamorada de Ashton?

Perrie: Eso a ti no te importa.—rió y se acercó a ella, se agachó y la miró fijamente.

Dinah: ¡Aléjate de ella!

Austin: Él nunca se fijaría en ti, recuerda que para él eres solo una más.

Furiosa, con su mano libre le dio un puñetazo en la nariz haciéndolo caer. Dinah quiso reír pero sabía que no era el momento.

Austin: Ja —rió amargamente agarrándose la nariz— y así crees que van a salir de aquí? —ellas se pusieron serias— buen intento. —se levantó y salió de ahí.

Perrie: Lo siento. —le dijo a Dinah.

Dinah: Solo te defendías, tranquila.

Perrie: No puedo estar tranquila, no sabiendo que estamos en...en quién sabe donde y que Marcy está en peligro. Ese asqueroso es capaz de mucho.

Dinah: Espero que los chicos se den cuenta que no estamos y vengan a buscarnos.

Perrie: Aunque es riesgoso.

Dinah: —gruñó— Necesitamos salir de aquí.

Perrie: Ya intentamos que hasta te dejó la muñeca roja. Es inútil.

Triste de que no podían hacer nada, los ojos de Dinah empezaron a ponerse cristalinos, quería llorar.

Dinah: ¿Qué hicimos para merecer esto?