Capítulo Once

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ONCE

21 de abril, 2011

—No vas a ir, Katherine, es mi última decisión —finaliza mamá que Dan intentando que Dan deje de jugar con sus flores.

—Pero mamá —protesta mi hermana— ¡Keith, Kae ayúdenme!

—No me metas en esto, Katherine —Se libra Keith al tiempo comiendo de sus tostadas.

Teníamos semanas sin desayunar todos juntos. Cuando Katherine me mira, niego con la cabeza sin querer discutir con mamá.

—¡Pero no es justo! Keith fue a un montón de fiestas, quizás y se metió hierba —Acusa a nuestro hermano, quien se atraganta con el pan.

—¡Hierba! —repite mi hijo y papá frunce el ceño.

—No se trata de Keith, jovencita, se trata de ti.

—Yo... yo soy una chica buena. ¡Tengo buenas calificaciones! ¡No tengo novio!

—Gracias a Dios —masculla Keith.

—¡Cállate! —Nos toma por sorpresa Katherine al gritarle porque ella nunca es así.

—¡Cállate! – repite Dan en medio de una risita.

—¡Katherine basta! —pide mamá sonando cansada de esta discusión.

—No, basta ustedes. Keith hizo el desmadre y fue prácticamente un prostituto cuando tenía mi edad, fornicando por todos lados. Y Kaethennis...

—Katherine, no —advierto.

—¡Kaethennis se embarazó a los diecinueve! ¡Y ni siquiera dijo de quién!

Inmediatamente veo hacia Dan sabiendo que repetirá algo de lo que mi hermana dijo.

Aetheni she emberezo.

—¡Basta! No vas y punto. No te compares con tus hermanos, de ninguna manera iras a un viaje por un fin de semana sin supervisión adulta y es mi última palabra, señorita —Papá suena molesto.

Miro a mi hermana apretar con fuerza los labios temblorosos y las lágrimas retenidas en sus ojos mientras se levanta.

—No tengo hambre.

Dan intenta seguirla, pero ella le dice que no y mi hijo se queda con un puchero mirándola irse.

—Tía Kat —La llama con los labios temblorosos, pero Katherine ya no está.

—Ven, cariño, tía Kat quiere estar sola —Lo consuelo besándole la frente.

—No sé qué sucede con ella, ha estado con esa actitud durante toda esta semana.

—Ya se le pasara y para que conste, no era ningún prostituto.

Mamá paso por su lado y le tira la oreja fuertemente, tal cual lo hacía cuando estaba pequeño.

—¡Mamá! —– se queja Keith sobándose.

—Katherine nunca nos ha dado problemas, en ese sentido ella es más tranquila que ustedes dos.

—Tranquila, mamá, es normal que esté enojada, pero se dará cuenta de que lo haces por su bien —La tranquilizo.

Kanbu —Llama mi bebé a mamá—, jugo.

—Ya te doy jugo, mi cielo.

Y tras dárselo lo sienta sobre su regazo.

—Entonces, ese nuevo proyecto, es con la banda loca de tu hermana y esté chico Harry es el mismo que te ayudó —No pierdo la manera en la que papá aun no sale de su asombro.

H de Harry (BG.5 libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora