Capítulo Cincuenta y Siete

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CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE

29 de diciembre, 2011

La verdad es que esta sede es mucho más grande que la de Liverpool y aunque no es la primera vez que la visito, no deja de ser impresionante.

Aquí todo parece llevar un ritmo más rápido con las personas caminando por los pasillos, indicaciones siendo dadas y libros siendo llevados de un lado a otro. Me dedico a absorber el lugar y me doy cuenta de que no sé hacia dónde debo dirigirme.

Hace apenas un día llegue a Londres, luego de trasladar las cosas más esenciales que necesitaría, fue un despertar de que realmente estoy empezando mi vida en otra ciudad.

Alguien se aclara la garganta detrás de mí y al darme la vuelta me encuentro con el hombre de las flores: Cameron Hunter.

Me sonríe y le devuelvo el gesto de manera cordial para que nada sea malinterpretado en tanto lo saludo.

—Es un placer finalmente tenerte por aquí — Se inclina ignorando mi mano y besa mi mejilla.

—Pese a quwe me incorporo en enero, quise venir a chequear el lugar en donde trabajaré.

—Tan ansiosa. Ven, déjame mostrarte.

Asiento y camino a su lado, procurando resguardar mi espacio personal. Doy un repaso a su elegante vestimenta y aunque no voy mal vestida, me pregunto si deberé ir así todos los días al trabajo, en Liverpool la comodidad estaba por encima de la elegancia.

—¿Aquí todos siempre se visten así?

Él ríe ante mi pregunta mientras nos adentramos en el ascensor junto a dos empleadas más que ríen y saludan a Cameron con entusiasmo, antes de sonreírme y darme un saludo cordial que devuelvo.

—Me parece que los hace sentir cómodos este tipo de vestimenta y a papá le gusta, es algo formal —termina por responderme, lo que me recuerda que su padre es el dueño.

—¿Es muy atrevido de mi parte preguntar a qué te dedicas aquí? Además de ser socio — cuestiono mientras salimos al piso dos.

—Este es el piso de corrección y redacción, tu lugar —se detiene frente a una puerta y la abre.

Sonrío ante la vista frente a mí, la oficina es bastante grande y está bien equipada con un sofá, un amplio escritorio y un librero. La decoración es beige y blanca, lo que le da luminosidad además de contar con un ventanal bastante grande que si bien no tiene la gran vista, a mí me parece perfecto. Me encanta y entusiasma.

—Me gusta— es lo que digo mientras me adentro seguida de él.

—Me alegra que te guste tu oficina. Y en respuesta a tu pregunta, además de socio, soy quien se encarga de las relaciones comerciales.

—Es decir, no metes tus manos en todo el mágico proceso de creación de un libro.

—Pues, diciéndolo así, suena como que me pierdo lo divertido.

—Lo haces.

—¿Qué edad tienes, Kaethennis?

—Tengo veintitrés años.

—Yo veintinueve. ¿Te muestro el lugar?

—¿No tienes que hacer alguna cosa importante?

—No tomara mucho tiempo.

Acepto y camino a su lado, escuchandolo narrarme anécdotas referentes a cada lugar que me tienen haciendo pregunta tras pregunta y entusiasmada por mi nuevo lugar de trabajo.

H de Harry (BG.5 libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora