H de Harry (BG.5 libro #1)

Capítulo Cincuenta y Seis

CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS

18 de diciembre, 2011

La celebración de mi cumpleaños se siente íntima y hogareña con las personas que me importan y a las que quiero.

Escucho a mi mejor amiga, junto a BG.5 y mi hermano, detallarnos todo sobre su apartamento en Londres mientras como una galleta que sabe demasiado bien, algo que cocinó y trajo Ethan.

Sonrío ante el entusiasmo de Bridget, me encanta verla tan feliz y radiante y es aún mejor saber que esa alegría la comparte con mi hermano y que de ello nació mi sobrino, de quien últimamente mi hijo no quiere despegarse.

La risa del abuelo Luca me hace voltear, confirmando que se acerca a nosotros y que llegó el momento de nuevas presentaciones.

—¿Quieres una cerveza, fumador de hierba? —pregunta Keith con ironía al abuelo y él le da el con el bastón haciéndonos reír.

—Será mejor que no te la des de listillo conmigo, puto.

Hace un repaso lento por cada uno de los rostros nuevos, deteniéndose en un saludo breve a Harry.

—¿Y todos estos desalmados quiénes son?

—Son como de la familia, son...

—Que yo sepa ellos no llevan mi sangre ni los conozco, no entiendo cómo pueden ser de la familia —me interrumpe y Dexter comienza a reír.

—Solo llevas un minuto hablando y siento que eres mi ídolo —extendiendo la mano hacia el abuelo—. Soy Dexter, el hermano de Harry.

—Oh, bueno, podrías enseñarle a tu hermano cómo ponerse un condón.

Dexter se ríe con fuerza y el abuelo se presenta con el resto de los miembros que parecen divertidos con su llegada en tanto critica a la sociedad actual durante largos minutos antes de que la abuela Kim venga por él.

Keith y yo suspiramos en cuanto se va.

—Amo a su abuelo, en serio —suspira Dexter—. Mi ídolo ¿Saben qué? Creo que iré a pedirle un autógrafo.

Y se aleja caminando hacia él con entusiasmo.

—Va a mandarlo a la mierda —informa Keith y río sabiendo que tiene razón.

Dan llega hasta mi con sus labios temblando en un puchero y me agacho.

—¿Qué sucede, cariño?

—Viejo —señala al abuelo, quien me saluda con una sonrisa mostrándome una galleta de chocolate que supongo perteneció a Dan.

Su sonrisa se borra cuando Dexter se detiene frente a él.

—Mi galleta —Se lamenta mi hijo.

—Ven, vamos a buscar otra galleta —ofrezco tomándole la mano.

Nos guío hacia las galletas con el pensamiento de que en algún momento de mi vida Dan y el abuelo Luca dejen de lanzarse mierdas entre ellos, aunque quizá, ese es su lenguaje del amor.

***

—No voy a dejar que me tapes los ojos— me quejo en el auto—, ya he cedido en muchas cosas.

—¿Cómo cuáles?

—Dejar a Dan en casa de mis padres.

Harry comienza a reír y creo que rueda los ojos en tanto continúa conduciendo.

—En realidad fuiste la que lo decidió cuando lo viste dormir en la cama de tu hermana, tampoco he dicho que vaya a vendarte los ojos, solo dije que te iba a dar un regalo y asumiste eso.