DIECINUEVE
13 de mayo, 2011
He pasado todo el día escribiendo el volumen cinco de las travesuras del señor Cas. Todos piensan que cuando se trata de mi trabajo a veces me excedo y puede que tengan razón. Estoy trabajando en la biografía de BG.5, en el quinto volumen de mi cuento infantil y soy incapaz de renunciar a la idea de corregir tantos manuscritos como puedo. Es de locos, pero me encanta perderme entre tantas líneas, lo disfruto, no lo veo como una obligación.
Estoy concentrada en el trabajo en casa cuando me doy cuenta de algo: hace rato que no escucho a Dan.
Me pongo de pie con rapidez y doy un vistazo alrededor de mi habitación en donde había estado jugando en el suelo hasta hace apenas cinco o más minutos, pero solo me valió una distracción para que se descarriara.
Descalza salgo de la habitación en su búsqueda y cuando lo encuentro jadeo.
No sé si reír o llorar.
—Pero ¿Qué rayos?
Frente a un pequeño tocador infantil de su habitación y en el suelo se encuentra mi hijo, mirándome con grandes ojos grises alarmados y cubierto de lo que debe de ser Nutella. Miro a su alrededor en donde el desastre se extiende: el suelo, partes de la pared, la alfombra... Es un caos.
Vuelvo la atención a Dan en bóxer de animales marrones por el chocolate y el cabello pegajoso.
Tuvo que haberla conseguido del cajón de las golosinas, el chocolate es su debilidad y la pequeña silla tirada a un lado tuvo que haber sido la herramienta que lo ayudó a conseguirla.
Se lame los labios antes de chuparse los dedos bajo mi atenta mirada.
Maldita sea, mi hijo es hermoso y es difícil molestarme con él cuando me mira de esa forma.
—Harry Daniel no debiste tomar ese chocolate —Lo reprendo con las manos en las caderas y tratando de no flaquear cuando su puchero aparece—. No debes desobedecer lo que digo.
—Nani...
—Nani nada ¡Dios mío! Mira todo el desastre que debo limpiar, esto traerá un millón de hormigas.
Camino hasta Dan sin poder evitar que mis pies descalzos pisen chocolate, tomándolo de las manos para levantarlo del suelo y una risa se me quiere escapar pese a la situación.
—Primero te daré un baño, jovencito. Luego limpiaré todo este desastre.
Dan asiente continuamente como si entendiera mis planes, se pone de puntillas y comienza a abrir y cerrar sus manos hacia mí.
—De ninguna manera voy a cargarte mientras estés todo pegajoso. Haz tu camino al baño.
Dan frunce el ceño y me sigue hasta el baño y gimo cuando me doy cuenta que sus pequeños pies solo están dejando un montón de marcas de chocolate en todo el piso.
Lo guío hacia la regadera, pese a que sé que prefiere la bañera.
—No quelo —Se niega, pero luego está gritando cuando lo hago entrar.
—Yo tampoco quería todo el desastre de chocolate.
Me toma dos horas limpiar y el olor persiste como un ambientador fuerte, no sé cuánto tarde en irse, pero al menos es un aroma agradable.
Dan se encuentra profundamente dormido en mi cama tomando una siesta, así que tras una profunda respiración, me estiro con la espalda adolorida y me preparo un bocadillo rápido antes de ver algo de televisión.
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H de Harry (BG.5 libro #1)
RomanceSinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría ella. Kaethennis solo tuvo una debilidad, un desliz: Jake. Jake le dio la espalda a Kaethennis, él...