CAPÍTULO TREINTA Y OCHO
28 de septiembre, 2011
Harry se despide de mi hermana con un beso en la mejilla que la tiene sonrojada mientras se sube el auto, después su atención está en Dan con su puchero tembloroso porque no quiere irse, no quiere dejar a Harry. A mi hijo de tres años no le gustan las despedidas y eso me quedo en claro cuando tras una charla llena de paciencia y mucho llanto junto a mocos de su parte, no terminó de aceptar que Harry se queda en Londres.
—No quelo —Nos hace saber una vez más.
Suspiro y Harry se agacha adoptando el tamaño de mi bebé, mirándolo comienza a picarlo con el dedo en el estómago haciéndolo reír en medio de su llanto e intenta huir, pero Harry lo atrae en un abrazo.
Trato de fingir que no me afecta la manera en que Dan envuelve sus brazos alrededor de su cuello. Genuinamente mi hijo lo quiere.
—No debes estar triste —le dice besando su cabello—, te prometo que pronto nos veremos otra vez y llevaré a Rojo también. Así que dame un gran abrazo como solo los Harry podemos dar.
Mi hijo lo abraza con tanta fuerza como puede mientras Harry lo sostiene, la cabeza llena de rulos de Dan se apoya en su pecho.
Un suspiro se me escapa y Harry me regala una sonrisa suave llena de dulzura.
Cuando se separan, mi hijo vuelve a darle un puchero que parece conmover a Harry, pero las emociones se hacen más fuerte cuando frunciendo su boca Dan se inclina y le da un besito en la nariz, está acompañado de babas y lágrimas, pero es significativo.
—Ti amu, Azul —le hace saber con una gran sonrisa y Harry y yo estamos sorprendidos porque es la primera vez que usa esas dos palabras con él.
Por un momento Harry lo mira maravillado, como si mi hijo en este momento fuese todo su mundo.
—También te amo, Harry Daniel —Le asegura con firmeza—, mucho.
Harry lo carga y lo sube atrás en su portabebés antes de plantarle un beso en la frente y cerrar la puerta, haciendo una mueca cuando mi hijo comienza a llorar estirando la mano hacia él.
—¿Alguna vez uno se acostumbra a dejarlo mientras llora? —Me pregunta y parece genuinamente preocupado.
—Lo siento, pero no, siempre duele, pero sabes que estará bien y eso te permite continuar.
—Me sabe mal que esté llorando por mí.
—Está pequeño y no lo entiende, pero tambien se calmará cuando nos pongamos en marcha.
O cuando se duerma de tanto llorar, pero no se lo digo para no angustiarlo.
—Ahora despidete de tu novia —Le exijo con una falsa molestia que lo tiene riendo antes de tirar de mi mano y abrazarme.
Me encanta la manera en la que mi mejilla calza justo a la altura de su pecho mientras inhalo su olor y me lleno de la calidez de sus brazos.
Tampoco me gusta despedirme de él.
No negaré que es algo bueno que no nos veamos todo el tiempo, porque eso nos hace extrañarnos, pero tampoco es cómodo tener que contar los días en los que podremos volver a coincidir.
Tenía una percepción de mí sobre las relaciones, pero Harry me ha hecho descubrir que cuando estoy enamorada, valoro y deseo cada minuto que podemos pasar juntos.
Siento su beso en mi sien antes de que su suspiro me remueva algunas hebras del cabello. Sé que tampoco se quiere despedir.
No estoy volviendo a casa, pasaré unos días en Bolton con mis abuelos antes de volver a Liverpool y Harry tiene unos compromisos en Irlanda del Norte, Escocia y Alemania que nos mantendrán por lo menos unos quince días sin vernos.
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H de Harry (BG.5 libro #1)
RomanceSinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría ella. Kaethennis solo tuvo una debilidad, un desliz: Jake. Jake le dio la espalda a Kaethennis, él...