Capítulo Veinticinco

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VEINTICINCO

26 de mayo, 2011.

Caminamos en silencio por el largo pasillo de suelo blanco brillante, paredes negras e iluminación baja y una risa se me escapa.

—¿Qué es lo gracioso? —Me pregunta entrelazando nuestros dedos mientras me guía hacia el final, en donde una puerta negra nos espera con la promesa de muchas cosas.

—Las luces bajas parecen insinuante —digo pese a saber que suena tonto—. Lo siento, solo estoy...

—¿Nerviosa? —completa.

Por un momento quiero negarlo porque nunca he estado nerviosa sobre tener sexo, ansiosa sí, quizá durante mi primera vez, pero incluso entonces tenía más curiosidad que nervios. Sin embargo, ahora estoy con mis terminaciones nerviosas en cortocircuito sobre lo que está por suceder.

Hay más que atracción involucrada y además, ha pasado tanto tiempo que me pregunto si sigo siendo buena en esto y si el sexo es tan bueno como lo recuerdo, es decir, si pude vivir tanto tiempo sin follar eso es una prueba de que está sobrevalorado ¿verdad? Pero si ese es el caso ¿Por qué me encuentro tan húmeda ante la perspectiva de tener la boca, las manos y la polla de Harry en mí?

Nos detenemos frente a la puerta y le da un apretón a mi mano, recordándome que no le he dado una respuesta.

—Sí, tengo miedo de que salga mal.

—¿Crees que lo hago mal? —pregunta con una mueca graciosa que me tiene sonriendo.

—No creo eso, es solo que ha pasado un tiempo para mí... Mucho tiempo, soy la única que me he dado una mano, si sabes a lo que me refiero.

—No tenemos que hacer nada que no quieras.

—La cosa es que quiero eso, mucho. Solo ¿Podemos tomarlo con calma?

Baja el rostro dándome un beso suave en la boca.

—Podemos —susurra y no me suelta la mano, abre la puerta con la que tiene libre.

Cierro la puerta detrás de nosotros y me enfoco en las paredes color vino cuando enciende las luces, no hay mucho decorándolas: un cuadro sobre un paisaje de una playa que inspira tranquilidad y una frase pintada como si fuese una hoja vieja, lo que le da un toque cálido: "Aquí sé quién soy. Si entraste, me conoces. Bienvenido, conoce un pedacito de mi alma."

—Me gusta —murmuro dejando ayudarme a quitarme el abrigo para colgarlo en el armario destinado a ello.

Tiene un estante con vitrinas en donde se exhiben unos pocos premios, dudo que esos sean todos los que tenga, pero nunca pensé que vería un Grammy en vivo y en directo, quiero tocarlo, pero no lo digo en voz alta mientras me acerco más al cuadro en la pared.

—¿Qué playa es?

—Una que Hilary imaginó —Me responde desde la pequeña barra a la izquierda que conforma un práctico minibar—. ¿Quieres algo de beber?

No suelo beber, antes lo hacía, pero me volví una bebedora social de eventos necesarios porque solo bebo ocasionalmente cuando salgo con Bridget o año nuevo.

Hay algo que no bebo desde mis días universitarios y cuando me sentía millonaria, no lo era.

—¿Sabes preparar margaritas?

—No, pero internet puede ayudarme —Saca el teléfono y adquiere una expresión de concentración.

—Entonces ¿Este cuadro lo pintó tu hermana?

—Sí, ella es realmente buena, aunque no quiera ser pintora. Le gusta pintar paisajes que imagina.

—Es como escribir o al menos parecido, imaginas un escenario y lo plasmas.

H de Harry (BG.5 libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora