Narra Jackson.
- ¡Jack cariño, estoy aquí!- escuché la voz de Tess.
Caminé hasta ella guiándome con su voz.
- ¿Para que querías verme, linda?- pregunté sentándome en una silla.
- ¿Tú sabes que te amo, verdad amor?- preguntó sentándose frente a mi. (Según la escuché)
Asentí.
- Te llamé para que vinieras, porque, necesito decirte algo...- dijo Tess, la noté nerviosa.
Me quedé en silencio esperando a que hablara.
- Lo que pasa es que...yo, estoy... embarazada- dijo Tess.
Me quedé inmóvil.
- Amor...-pausé- tú sabes que, no importa, estoy para ti, te apoyaré y me haré cargo de él, porque te amo, lo sabes, ¿Cuánto tiempo llevas embarazada?- respondí.
Jamás podría comportarme como un idiota en un asunto como éste, debo... Debo ser responsable, a final de cuentas, es mi obligación.
- No, Jackson, es que, ese no es el problema- respondió Tess.
- ¿Entonces cuál es? ¿Dinero? Sabes que mis padres tienen una empresa y yo puedo...- dije.
- El bebé no es tuyo, Jackson- interrumpió Tess.
Sentí un nudo tan grande en mi garganta que la respiración se me corto por un momento.
¿Qué demonios?
Me aclaré la garganta.
- ¿Q-qué?- pregunté.
- Jackson... mira, yo lo siento pero, no es tuyo- dijo Tess.
- ¿Cómo lo sabes?- pregunté, sin una pizca de emoción, ni nada.
No sabía que sentir.
- Tiene cuatro meses, y la única vez que dormí contigo fue el mes pasado...- respondió.
- Ah, ya recuerdo, el día en que ambos dijimos que era nuestra primera vez, ¿No?- solté con rabia.
- No fue culpa mía- dijo Tess.
- ¿Y entonces de quién?- pregunté frustrado.
Demonios, me sentía tan mal en ese momento.
- Todo esto es tu culpa- respondió Tess.
Quería llorar.
- ¿Y como va a ser culpa mía que lo hayas hecho con alguien mas?- grité con aún más rabia.
Imagino que todas las personas a nuestro alrededor nos miraron, pero me importa poco.
-Tú nunca vas a poder darme lo que otros chicos si pueden, ¿Cómo iba yo a saber que tres meses después por fin te decidirías a hacerlo conmigo, después de casi rogarte por tanto tiempo? Odio que no puedas verme, que nunca puedas decirme lo linda que me veo, odio tener que actuar diferente contigo y que no seas independiente completamente, odio... odio que seas ciego Jack, sinceramente. Y creo que esto jamás va a funcionar así, lo siento, pero, creo que merezco algo mejor que una persona incapaz de ver... digo-soltó una ligera risa- ¿Qué clase de futuro tengo al lado de un invidente? Que pereza convertirme en tu enfermera personal- terminó.
Sus palabras fueron como un millón de cuchillos atravesando todo mi cuerpo, y si no fue eso, prácticamente sentí lo mismo.
¿Por qué tenía que hacerme esto?
Quería gritar, quería decirle que era una maldita...
- De... ¿De quién es?- pregunté intentando calmarme y no llorar.
- De el chico que te dije que era mi primo- respondió Tess con desinterés.
- ¿Cuánto tiempo me engañaste con él?- pregunté de nuevo.
- Jack... no lo hagas mas difícil para ti- dijo Tess, fingiendo estar compadeciéndose de mi.
- ¡Dímelo, joder!- grité.
- Un año- respondió.
Asentí lentamente.
-Sólo quiero que sepas que te amo, muchísimo. Ojalá seas feliz con él, y con tu bebé; sabes que, tú... puedes contar conmigo si tienes algún problema. Te amo, Tess Gardner... adiós- dije levantándome de la silla y caminando a la salida del lugar.
A pesar de querer soltarle las palabras más hirientes que se me ocurrieran, de querer decirle que era una... una zorra, a pesar de querer ponerla en evidencia, de querer vengarme... le tenía demasiado cariño.
Mi corazón junto con todo lo que alguna vez sentí por ella se había quedado ahí, hecho completamente añicos.
Y no pensaba ir a recogerlo.