Caminé con rapidez entre el fuego, tenía que salir lo mas rápido posible.
Empujé con fuerza la puerta de la salida, y antes de que pudiera salir Rachel se tiró encima mío, haciéndome caer al suelo y poniéndose a horcajadas encima de mi.
Me miró con una amplia y terrorífica sonrisa y apuñaló mi abdomen 2 veces seguidas, haciéndome soltar un gemido de dolor agudo; comprimí mi cuerpo y giré mi cabeza hacia la izquierda cerrando los ojos con fuerza.
-Tú y yo nos vamos a morir aquí juntas- dijo Rachel con suma diversión, apretando mi cuello con sus manos cada vez más fuerte.
Abrí los ojos con pesadez y vi una botella de vidrio a lo lejos; comencé a mover mi brazo lentamente, mientras Rachel reía psicópata y placenteramente.
Cuando por fin alcancé la botella, la azoté contra la cabeza de Rachel con toda la fuerza que pude, haciéndola caer a un lado mío, inconsciente y recuperando mi respiración habitual.
Arrastré mi cuerpo fuera del edificio, ya que tenía pocas fuerzas y ni siquiera podía levantarme.
Cuando me sentí lo suficientemente lejos, me recosté boca arriba, si iba a morir aquí y ahora, lo último que deseo ver son las estrellas.
Respiré profundo y miré mis manos, estaban completamente teñidas en carmesí, y el dolor en mi abdomen parecía hacerse cada vez mas intenso.
Cerré los ojos, y suspire...
Jackson, como desearía que estuvieras aquí...