Mi agitada respiración provocaba que mi pecho subiera y bajara, tenia un agudo dolor de cabeza y mi rostro estaba cubierto por una fina capa de sudor.
Miré hacia mi lado izquierdo y Jack se encontraba durmiendo plácidamente.
A pesar de ser una persona sana en ese momento me costaba respirar, y no por Jack, si no por...
Las pesadillas.
- ¿Qué te tiene así?- preguntó Jack en un ligero susurro y con los ojos entrecerrados.
- ¿Te desperté?- pregunte de vuelta.
- Tu respiración, toda la noche has estado inquieta... me preocupas, ¿Qué te tiene así?- preguntó de nuevo, acariciando mi mejilla derecha con su mano.
-Mi pasado- respondí secamente.
* * *
Alcohol, sudor, tabaco, y otras cosas...
La mezcla de aromas se había impregnado a mi nariz y me era imposible eliminarla.
Mire a mi alrededor y lo único que vi fue cientos de alocados y ebrios adolescentes; sonreí involuntariamente.
Tome una botella de ron de la mesa y salí de la casa, dando un trago y sintiendo como raspaba mi garganta me encontré fuera con Jack.
- Señor Solitario- bromeé dando un largo trago a la botella.
Jack rió sin gracia.
-Sabes que no soporto demasiados aromas juntos- dijo.
Me quedé en silencio.
-¿Puedo preguntarte algo?- dije.
Jack asintió.
-¿Cómo fue que quedaste ciego?- pregunté.
- Lóbulo occipital- susurró Jack.
Lo mire con ironía a pesar de que sabia que él no lo notaria.
- ¿Podrías traducir eso al español?- pregunté.
Jack soltó una carcajada.
- Cuando tenia nueve años, tuve un accidente automovilístico con mi familia, ¿Te mencione que tenía una hermana? Ella no salió viva de eso- dijo Jack, pronunciando lo último con tristeza.
- La extrañas, ¿No es así?- pregunté lo obvio.
-Era una gran hermana, ¿Sabes? Era la mayor, y yo la amaba muchísimo. En ese entonces ella estaba a pocos días de cumplir los 16, Jeremy tenia 13. Lo recuerdo como si fuese ayer, estábamos en la carretera, mi padre encendió la radio, y sonó una canción que a los dos nos encantaba. Estábamos cantando cuando un auto se estampó con fuerza del lado donde iba ella; lo último que mis ojos fueron capaces de ver fueron los ojos verdes de mi hermana. Cuando desperté en el hospital, ya había quedado ciego, me golpeé el lóbulo occipital, que es el que se encarga de la vista, se inflamo de tal manera que obstruye mi capacidad visual, prácticamente- respondió Jack.
-Vaya...- dije apenas.
-Ahora, ya que nos estamos sincerando, dime que es lo que te tiene así de inquieta últimamente- pregunto Jack.
Di un buen trago a mi botella y suspiré.
Mal tema de conversación.
-Cuando tenia catorce... Era obesa, demasiado, digamos que... mi físico estaba muy jodido en ese entonces; mis compañeros de escuela, me trataban pésimo, todo el tiempo se burlaban de mi, fue demasiado, no podía soportarlo, incluso estuve a punto de suicidarme... sólo para darles el maldito gusto... y yo...- una lagrima rebelde cayó por mi mejilla, odiaba recordarlo.
Al parecer Jack se dio cuenta.
Me envolvió en un reconfortante abrazo, comencé a llorar y me aferré a su camisa, mientras Jack acariciaba mi cabello.
- Nos parecemos mas de lo que creía- susurro en mi oído.
