- Eres fea, y gorda... que mal te vistes, tu cabello... es un asco- decían.
- Deja de llorar... ¡Es tu culpa por nacer así de indeseable! Que idiota- decían.
- Si cortamos tu cabello quizá te veas mejor- decían.
- Rueda por las escaleras, ¡GORDA!- dijeron.
Unas cuantas manos me empujaron escaleras abajo.
Escuché muchas carcajadas, nadie me ayudaba, algunos incluso me grababan o me tomaban fotografías.
Muchas chicas bajaron hacia donde yo estaba y tiraron de mi hasta llevarme a un cuarto que parecía estar vacío.
- Quédate en el corral, cerda, y más vale que cierres tu boca- dijo una chica y cerró la puerta con llave, dejándome en completa oscuridad.
- ¡Ayuda!- comencé a gritar desesperadamente.
Abrí los ojos.
Mi respiración era pesada, mi pecho subía y bajaba notoriamente, y mi corazón latía con desesperación.
Otra maldita pesadilla, o más bien...
Un recuerdo.
* * *
- Tienes que dejar de evitar a Jack- dijo Jeremy.
- ¿Para eso viniste hasta acá?- pregunté estando al borde de cerrar la puerta.
- Yo estoy de acuerdo con él- dijo Roxanne a mis espaldas.
- Por favor Temperance, te lo ruego, ven conmigo- dije.
Rodeé los ojos.
Subí a su auto en el asiento del copiloto, recargando mi cabeza en la ventana, estoy verdaderamente exhausta... dormir cuatro horas no va conmigo.
Cerré los ojos.
...
- ¡Le gusto a la bola de manteca! ¡Que asco!- Aléjate de mi- dijo Ivan.
Miré hacia todos lados, nerviosa.
Todos en el pasillo comenzaron a reír.
- ¿Cómo? ¿A la cerda le gusta Ivan? ¿Quién te crees? Gorda asquerosa, él es mi novio- dijo Rachel.
- ¡Enciérrenla!- gritó una chica a lo lejos.
Casi por inercia comencé a correr, pero mi pesado cuerpo me impidió avanzar mucho antes de caer torpemente al suelo.
- ¡Ay, por Dios! ¡Revisen si el suelo esta bien!- dijo una voz masculina.
Dos chicas comenzaron a arrastrarme, a la misma dirección de siempre...
- En el corral te vas a quedar cerda, hasta que aprendas a no desear lo que jamás sera tuyo-dijo Rachel.
La puerta se cerró.
Mi respiración comenzó a ser pesada y el sudor se hacia presente sobre mi frente.
- Temperance, despierta- escuché la voz de Jeremy.
- ¿Qué? ¿Dónde estamos?- pregunte.
- Necesitaba cargar gasolina, tranquila- respondió.
Asentí.
Limpié la capa de sudor presente sobre mi frente.
Últimamente tengo mas pesadillas de lo normal.
* * *
La puerta de la habitación de Jackson estaba entre abierta; me acerqué poco a poco intentando no hacer ruido.
Jack se encontraba sentado en la esquina de su cama, mirando a la nada, como siempre.
- ¿Temperance? ¿Intentas matarme o algo así? ¿Porqué entras de esa manera y sin hacer ruido?- preguntó Jack.
Suspiré y me senté a su lado.
-Yo solamente... aún trato de descifrar como es posible que me hagas tanto bien y tanto daño a la vez- dije, con la voz entrecortada.
- Nunca fue mi intención hacerte daño, tú sabes que te quiero, pero, no quiero atarte a un ciego- dijo Jack.
- Eres mas independiente que yo- bromeé.
- Temperance...- dijo Jack.
- Es que... querer y no hacer nada, no es suficiente- solté tajante.
- ¡Joder, Temperance, mereces algo mejor que yo!- gritó.
- Déjame demostrarte cuanto me importa eso- dije y junté sus labios con los míos.
- Temperance... no hagas, no hagas esto...- susurró Jack a milímetros de mis labios.
- No Jack, si lo voy a hacer- acuné su rostro con ambas mejillas y junté su frente con la mía- Estoy harta de que juegues con mis sentimientos y nada mas pienses en ti- dije.
- Estoy pensando en ti- dijo acariciando mi cabello levemente.
- No, no lo haces, Jack, te quiero como a nadie, y lo único que haces es alejarme de ti, me gustas Jack... y ya no te dejare ir- contesté.
Junté sus labios con los míos, esta vez, Jack correspondió el beso. Este fue intensificándose; Jack me tomo por la cintura, haciendo que la distancia entre su cuerpo y el mío fuera nula, ni siquiera una corriente de aire podría pasar entre nosotros en ese momento.
Nos besábamos con urgencia, mordí ligeramente el labio de Jack, haciendo que él sonriera.
- ¿Intentas vengarte?- preguntó divertido a pocos centímetros de mis labios.
- Posiblemente- dije, besando su mejilla.
- ¿Por qué no contestas, cobarde?- dijo una chica.
- ¿Sabes que creo que necesita?- dijo Rachel.
- Ser marcada, como la vaca gorda que es- sugirió una rubia.
Rachel asintió maliciosamente.
- ¿Navaja?- pidió Rachel y una chica le dio una.
Tiró de mi brazo y comenzó a trazar algo en mi antebrazo.
Comencé a intentar soltarme de su agarre moviéndome con rudeza.
- ¡No te muevas, perra!- ordenó Rachel.
- ¡Basta, por favor, para!- grité repleta de dolor, mientras gotas de mi sangre caían de mi brazo, tiñendo el suelo de carmesí.
-¡Cállate!- dijo Rachel, haciendo cortes profundos, sin una pizca de piedad y una sonrisa de malicia en su rostro.
- ¿R de Rachel?- preguntó la misma rubia.
- Claro, esta es mi cerda, y lo será hasta que deje de ser así de inmunda... o simplemente se muera, que es lo mas probable- respondió Rachel.
Todas rieron.
- Limpia esto, antes de que alguien se de cuenta- me ordenó Rachel, señalando el suelo.
-Temperance, ¿Escuchaste lo que dije?- preguntó Jack.
- ¿Q-qué? N-no, me fui por un momento- respondí, con un ligero dolor de cabeza momentáneo.
-Serás mi novia- dijo Jack.
- Me suena a que me lo estas ordenando, en vez de pedírmelo- dije.
- Será lo que tu quieras que sea- respondió Jack, besando mi mejilla.
Solté una pequeña risa.