Capítulo 8

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- Eres fea, y gorda... que mal te vistes, tu cabello... es un asco- decían.

- Deja de llorar... ¡Es tu culpa por nacer así de indeseable! Que idiota- decían.

- Si cortamos tu cabello quizá te veas mejor- decían.

- Rueda por las escaleras, ¡GORDA!- dijeron.

Unas cuantas manos me empujaron escaleras abajo.

Escuché muchas carcajadas, nadie me ayudaba, algunos incluso me grababan o me tomaban fotografías.

Muchas chicas bajaron hacia donde yo estaba y tiraron de mi hasta llevarme a un cuarto que parecía estar vacío.

- Quédate en el corral, cerda, y más vale que cierres tu boca- dijo una chica y cerró la puerta con llave, dejándome en completa oscuridad.

- ¡Ayuda!- comencé a gritar desesperadamente.



Abrí los ojos.

Mi respiración era pesada, mi pecho subía y bajaba notoriamente, y mi corazón latía con desesperación.

Otra maldita pesadilla, o más bien...

Un recuerdo.

* * *

- Tienes que dejar de evitar a Jack- dijo Jeremy.

- ¿Para eso viniste hasta acá?- pregunté estando al borde de cerrar la puerta.

- Yo estoy de acuerdo con él- dijo Roxanne a mis espaldas.

- Por favor Temperance, te lo ruego, ven conmigo- dije.

Rodeé los ojos.





Subí a su auto en el asiento del copiloto, recargando mi cabeza en la ventana, estoy verdaderamente exhausta... dormir cuatro horas no va conmigo.

Cerré los ojos.

...

- ¡Le gusto a la bola de manteca! ¡Que asco!- Aléjate de mi- dijo Ivan.

Miré hacia todos lados, nerviosa.

Todos en el pasillo comenzaron a reír.

- ¿Cómo? ¿A la cerda le gusta Ivan? ¿Quién te crees? Gorda asquerosa, él es mi novio- dijo Rachel.

- ¡Enciérrenla!- gritó una chica a lo lejos.

Casi por inercia comencé a correr, pero mi pesado cuerpo me impidió avanzar mucho antes de caer torpemente al suelo.

- ¡Ay, por Dios! ¡Revisen si el suelo esta bien!- dijo una voz masculina.

Dos chicas comenzaron a arrastrarme, a la misma dirección de siempre...

- En el corral te vas a quedar cerda, hasta que aprendas a no desear lo que jamás sera tuyo-dijo Rachel.

La puerta se cerró.

Mi respiración comenzó a ser pesada y el sudor se hacia presente sobre mi frente.





- Temperance, despierta- escuché la voz de Jeremy.

- ¿Qué? ¿Dónde estamos?- pregunte.

- Necesitaba cargar gasolina, tranquila- respondió.

Asentí.

Limpié la capa de sudor presente sobre mi frente.

Últimamente tengo mas pesadillas de lo normal.

* * *

La puerta de la habitación de Jackson estaba entre abierta; me acerqué poco a poco intentando no hacer ruido.

Jack se encontraba sentado en la esquina de su cama, mirando a la nada, como siempre.

- ¿Temperance? ¿Intentas matarme o algo así? ¿Porqué entras de esa manera y sin hacer ruido?- preguntó Jack.

Suspiré y me senté a su lado.

-Yo solamente... aún trato de descifrar como es posible que me hagas tanto bien y tanto daño a la vez- dije, con la voz entrecortada.

- Nunca fue mi intención hacerte daño, tú sabes que te quiero, pero, no quiero atarte a un ciego- dijo Jack.

- Eres mas independiente que yo- bromeé.

- Temperance...- dijo Jack.

- Es que... querer y no hacer nada, no es suficiente- solté tajante.

- ¡Joder, Temperance, mereces algo mejor que yo!- gritó.

- Déjame demostrarte cuanto me importa eso- dije y junté sus labios con los míos.

- Temperance... no hagas, no hagas esto...- susurró Jack a milímetros de mis labios.

- No Jack, si lo voy a hacer- acuné su rostro con ambas mejillas y junté su frente con la mía- Estoy harta de que juegues con mis sentimientos y nada mas pienses en ti- dije.

- Estoy pensando en ti- dijo acariciando mi cabello levemente.

- No, no lo haces, Jack, te quiero como a nadie, y lo único que haces es alejarme de ti, me gustas Jack... y ya no te dejare ir- contesté.

Junté sus labios con los míos, esta vez, Jack correspondió el beso. Este fue intensificándose; Jack me tomo por la cintura, haciendo que la distancia entre su cuerpo y el mío fuera nula, ni siquiera una corriente de aire podría pasar entre nosotros en ese momento.

Nos besábamos con urgencia, mordí ligeramente el labio de Jack, haciendo que él sonriera.

- ¿Intentas vengarte?- preguntó divertido a pocos centímetros de mis labios.

- Posiblemente- dije, besando su mejilla.



- ¿Por qué no contestas, cobarde?- dijo una chica.

- ¿Sabes que creo que necesita?- dijo Rachel.

- Ser marcada, como la vaca gorda que es- sugirió una rubia.

Rachel asintió maliciosamente.

- ¿Navaja?- pidió Rachel y una chica le dio una.

Tiró de mi brazo y comenzó a trazar algo en mi antebrazo.

Comencé a intentar soltarme de su agarre moviéndome con rudeza.

- ¡No te muevas, perra!- ordenó Rachel.

- ¡Basta, por favor, para!- grité repleta de dolor, mientras gotas de mi sangre caían de mi brazo, tiñendo el suelo de carmesí.

-¡Cállate!- dijo Rachel, haciendo cortes profundos, sin una pizca de piedad y una sonrisa de malicia en su rostro.

- ¿R de Rachel?- preguntó la misma rubia.

- Claro, esta es mi cerda, y lo será hasta que deje de ser así de inmunda... o simplemente se muera, que es lo mas probable- respondió Rachel.

Todas rieron.

- Limpia esto, antes de que alguien se de cuenta- me ordenó Rachel, señalando el suelo.





-Temperance, ¿Escuchaste lo que dije?- preguntó Jack.

- ¿Q-qué? N-no, me fui por un momento- respondí, con un ligero dolor de cabeza momentáneo.

-Serás mi novia- dijo Jack.

- Me suena a que me lo estas ordenando, en vez de pedírmelo- dije.

- Será lo que tu quieras que sea- respondió Jack, besando mi mejilla.

Solté una pequeña risa.









Oh My Blind.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora