Jackson
Pude ver a mi madre a traves del reflejo del espejo, llevaba un vestido color crema que de alguna manera combinaba con su cabello rubio teñido, el cual estaba recogido en un moño alto.
-Hoy es el día- dijo acercándose a mi y colocando un broche con una flor blanca en el lado izquierdo de mi saco.
Le sonreí sin muchas ganas y sin saber realmente que responderle, ella se limitó a sonreirme de vuelta y salir de la habitación.
* * *
Miré a Lana caminar directamente a mi dirección por el pasillo de la iglesia, esta sonreía como si su vida dependiese de ello, mirando hacia todas partes. Por un momento deseé que fuera Temperance la que estuviese en su lugar.
Se situó a un lado mio y me guiñó su ojo izquierdo sin borrar su amplia sonrisa.
Me di cuenta que había peinado su cabello pelirrojo con bastante dedicación, y usaba más maquillaje de lo normal. Era hermosa, demasiado, pero jamás llegaría a amarla tanto como ame y sigo amando a Temperance.
<<Pero Temperance ya no esta aquí>>
Me sentí mal por Lana, era una chica fantastica en realidad, sus estandares superaban los de la perfección. Merecía a alguien que la quisiera totalmente.
Pero la verdad es que aunque quisiera no podía oponerme a nuestra boda, ella era la única via para asociarnos con una empresa situada en Europa que beneficiaría la compañia de mi padre, segun lo que él me dijo. Y por lo que se, ella esta muy enamorada de mi, aunque solo habia tratado con ella realmente unas seis veces.
-Lana Muller, ¿Aceptas a Jackson Stone, como tu legítimo esposo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?-preguntó el padre devolviéndome a la realidad.
-Acepto- respondió Lana con voz suave, mirándome fijamente y sin vacilar.
El padre asintió.
-Jackson Stone, ¿Aceptas a Lana Muller, como tu legítima esposa, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?-repitió el padre ahora dirigiéndose a mi.
Miré a Lana de pies a cabeza, convenciéndome de que ella sería con la que pasaría el resto de mis dias, y suspiré internamente.
-Acepto- musité esperando no fuera con tristeza.
-Si es que alguien se opone a esta unión, hable ahora o calle para siempre- dijo el padre con firmeza.
<<Ojalá Temperance entrara a la iglesia en este momento>>
El silencio invadió la iglesia por unos cuantos segundos.
-Bien, entonces, los declaro marido y mujer... puedes besar a la novia- completó el padre.
Lana se abalanzó con prisa sobre mi y me besó.
Cerré los ojos y le correspondí, más por compromiso que por que realmente lo quisiera... deseando, una y otra vez, que cuando los abriese fuera Temperance a la que estaba besando.