Capítulo 41

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Jackson

Cuando por fin pude volver a ingresar en la habitación, vi a Temperance recostada en el pequeño y visiblemente incómodo sillón de la habitación, por lo que pude deducir que no existía forma de que estuviese dormida.

Cerré la puerta de la habitación y caminé hasta donde estaba.

-Sé que no estás dormida-solté.

Ella abrió los ojos y luego volvió a cerrarlos ignorando por completo mi existencia.

-¿Cuánto tiempo más, Temperance?-pregunté.

Ella se puso de pie frente a mi en un parpadeo.

-¿Cuánto tiempo más de qué, Señor Stone?-preguntó ella de vuelta.

-¿Cuánto tiempo más seguirás finjiendo que no sé quién eres, que no me amas aún?- dije.

-No sé de qué habla- interrumpió.

-¿Cuánto tiempo más finjirás que no tienes un hijo mío?-terminé.

-Todo el que sea necesario hasta conseguir otro trabajo e irme muy lejos- respondió y me dió la espalda.

Ah no, de ninguna manera.

-¿¡Piensas irte de nuevo cuando ya me dejaste una vez?! ¿Acaso tienes una idea de lo egoísta que eres? Tengo un hijo al que ni conozco, que se esfumó de mi vida junto con la única persona que de verdad he amado, ¿ Y tú solo quieres irte de nuevo así tan fácil? ¿¡Es un juego, Temperance?! ¿¡Crees que puedes andar ahí haciendo tu voluntad sin importar los demás?! ¡Me quitaste los primeros años de la vida de nuestro hijo, me arrebataste el derecho a ser padre!- grité con rabia, dándome cuenta de que había comenzado a llorar.

-¡No te atrevas a juzgarme sin conocer mis razones!-respondió gritando aún más fuerte que yo, y dándome la cara de nuevo.

-Oh claro, tus razones, ¿¡Qué malditas razones pudiste haber tenido, Temperance, dime de una buena jodida vez, que tan horrible era tu vida a mi lado para que decidieras irte dejándome ahí como un maldito idiota?!- grité tomandola por los hombros y ejerciendo una fuerte presión sobre estos.

Temperance me soltó una bofetada.

Nos quedamos en silencio por vario tiempo después de eso.

-Tenía miedo-musitó.

No respondí.

-Tenía miedo de que no fuera lo que tu esperabas y que decidieras dejarme después- terminó, bajando la mirada.

Levanté su rostro con ambas manos obligándola a mirarme y la observé, había comenzado a llorar al igual que yo, sus lágrimas eran densas e hirvientes. 

-Jamás te hubiera dejado-dije con un hilo de voz.

Temperance sorbe por la nariz y mira hacia otro lado, de nuevo la obligo a mirarme.

-Te veo ahora, y te aseguro que jamás te hubiera dejado- besé su frente- Jamás- terminé.

Las rodillas de Temperance se volvieron frágiles y en un intento mío de que no cayera ambos terminamos arrodillados en el suelo. Ella me envolvió con sus brazos y comenzó a llorar salvajemente, con sollozos fuertes y bastantes lágrimas.

-Lo siento- susurró.

-No te disculpes, eso me hace sentir aún más lamentable- contestó dándome un golpe con su puño en la espalda- Te has hecho daño debido a mi, soy una completa tonta... una tonta que no pudo olvidarte, que jamás pudo olvidar esos ojos, esos labios, esas manos que solían tocarme- dijo separándose de mi- Debí de haber sido lo suficientemente buena para ti- terminó levantándose, aún algo débil.

Tardé en procesar todo lo que acababa de decirme, y lo mucho que había esperado por este momento.

Jalé de su muñeca atrayéndola de nuevo hacia mi, y en acto seguido la beso, la beso con todas mis ganas, con todas mis ansias, la beso con cada músculo que me es posible mover para llevar acabo la acción, sin separarme de ella ni un solo segundo. Entrelazo ambas manos con las suyas y la beso, saciando todas mis ganas que tuve por tanto tiempo de hacerlo, siento su piel, siento sus labios, siento como los latidos de nuestro corazón se sincronizan y nos vuelven uno mismo. 

Y después de un largo tiempo, vuelvo a poder definir lo que en realidad es besar.

Nos separamos, y con los labios hinchados por tan brusco contacto, digo:

-Te amé, y aún te amo-

Temperance sonríe entre lágrimas, y me aprieta entre sus brazos de nuevo.

-Se llama Juno-dice.

-¿Qué?-pregunto sin comprender lo que dice.

-Nuestra hija se llama Juno-responde.

Me quedo en silencio.

Juno... mi hija se llama Juno.

Así que Little bean termino siendo una niña.

Sonrío y tomo a Temperance por la cintura.

-Tiene tus ojos-dice Temperance mirando hacia el techo, sonriendo.

-Ya hablaremos de nuestra hija en un rato-digo, y la abrazo, disfrutando poder hacerlo, después de no hacerlo en largo tiempo.

Ella corresponde y puedo casi sentir que sonríe.

-Te extrañé como no tienes una idea-dice entre dientes.

-Yo lo hice todos los días de mi vida-respondo.





Oh My Blind.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora