Me habían metido en un cuarto el cual parecía el de limpieza. Miré a quien me había agarrado. Sonreí al instante.
–Te he echado de menos– dijo sonriendo.
–Y yo– y le besé.
Dani me cogió. Pasé mis piernas por su cintura y el puso sus manos en mis muslos. Estuvimos ahí un buen rato pero lo bueno es que nunca me cansaba de él.
–Creo que deberíamos volver. Estamos tardando mucho– dijo cortando el beso.
Apoyé mi frente en la suya y respiré profundamente.
–Si– susurré.
–Ve tu primero, así no sospecharán– me dijo Dani.
–Espera– dije para después mirarme en una caja metálica la cual estaba en la pared.
–¿Qué haces?– me preguntó Dani riéndose.
–Mirarme, ¿no me ves? Si llego con el maquillaje mal a saber que pensarán– el solo se rió más.
–Byee– alargue mientras salía por la puerta.
Llegué a la mesa y los padres seguían hablando... ¿No se aburrían? Al rato entró Dani frunciendo los labios aguantando la risa.
Cuando se sentó a mi lado lo miré con los ojos muy abiertos indicando que parara. Cada segundo que pasaba me entraron ganas de reír a mi.
Y ambos muy idiotas estallamos. Los adultos pararon de hablar y nos miraron molestos.
A ambos nos fulminaron con la mirada. Poco a poco cesamos la risa y los adultos volvieron a lo suyo.
***
–¿A ti te parece normal?– preguntó mi madre una vez dentro de casa.
–Sea lo que sea si– dije rápidamente.
–Casi haces que no me contraten– dijo molesta.
–Pero lo han hecho– dije obvia.
–No hay quien pueda contigo. Me voy a dormir. Si necesitas algo arréglatelas– dijo para después desaparecer por el pasillo que da a las habitaciones.
A veces desearía tener otra madre que me preste más atención porque está lo hace mínimo.
Papá, espero que ahí arriba estés mejor que en esta mierda de mundo. Te echo muchísimo de menos. Ojalá el puto cáncer no existiera y estuvieras aquí, conmigo. Te necesito.
Entré en mi habitación y me tiré en la cama. Empecé a llorar silenciosamente. Necesito a mi padre, tiene que estar aquí conmigo, cuidarme, curarme las heridas, escuchar todos mis problemas... La falta de un padre se nota demasiado y más, cuando tu madre pasa de ti...
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Mi Mejor Error #MME1
Teen FictionPrimera parte de la trilogía MME Lena es una chica de 16 años que vive sin límites. Nunca le gustó seguir las normas. Perdió a su padre por culpa del cáncer. Ahora vive con su madre en una casa en Barcelona pero por motivos "de trabajo" tienen que m...