Dedicado a todos vosotros, chicos, porque sin vuestra ayuda no habría llegado hasta aquí♥️
LENA
– Cariño... Despierta – oí una voz lejana a mi.
– Mmm – dije dándole la espalda.
Tenía demasiado sueño.
– Vamos. Si no llegaremos tarde – dijo cogiéndome de repente y sentándome en su regazo – y Valeria también.
Entonces, me empezó a dar besos por toda la cara.
– Vale Nick. Para ya – dije y como vi que no hacía caso cogí su cara y le di un profundo beso en los labios – Iré a despertarla – añadí saliendo de mi habitación y entrando en la de Val.
Si no llego a andar lista me hubiera dado con toda la pared pensando que ahí estaba la puerta de su cuarto.
– Mi vida. Hora de levantarse – dije acercándome a ella y sentándome en el lateral de su cama. Empecé a acariciarle el pelo.
– 5 minutos más, mami – dijo con voz de dormida.
– ¿Quieres llegar tarde el primer día? – pregunté levantándome y abriendo las cortinas.
– No – respondió sentándose en la cama lentamente.
– Vamos – la cogí en cuello y la llevé a la cocina.
– Lena. ¿Has visto las galletas? No las encuentro – dijo Nick buscando por los armarios.
– Me las comí ayer – sonreí.
Él me fulminó con la mirada.
¿Queréis que os explique todo lo que pasó?
Genial. Me encanta contar historias.
Yo no debería de estar aquí, pero volví a respirar. Según los médicos, había sido un milagro.
Lo primero que vi cuando desperté en el hospital fue a Nick con una cara que mezclaba la preocupación y la ira en grandes cantidades. Después la bronca del siglo. Y así estuvo, regañándome cual niña pequeña hasta el día de hoy.
Y por si no os habéis dado cuenta además de un novio tremendamente guapo tengo una hija hermosa que hoy llegará tarde como no nos demos prisa.
– Hay oreos en aquel bote – dije señalándolo con la cabeza – Solo una. No más. Las demás son para mi – dije sentando a Valeria en su sitio. Saqué unos cereales y un bol y me puse a darle el desayuno.
Vi a Nick como cogió un puñado de oreos y se los metió en la boca.
– Ni me hables – dije girando la cabeza para no mirarle.
– Se que me amas – respondió elevando las cejas.
Puse los ojos en blanco y volví a mirarle.
– Más de lo que te puedas imaginar.
El me lanzó un beso y fue a la habitación a vestirse.
– Quiero un vestido de princesa – dijo Val de pronto.
– Tienes veinte – respondí exageradamente frunciendo el ceño.
Se encogió de hombros y siguió desayunando. Mientras me preparé una taza de café.
Val tenía los ojos verdes y el pelo moreno y largo. Se parecía muchísimo a mi pero luego tenía el carácter de Nick.
Era la mezcla perfecta de ambos.
ESTÁS LEYENDO
Mi Mejor Error #MME1
Teen FictionPrimera parte de la trilogía MME Lena es una chica de 16 años que vive sin límites. Nunca le gustó seguir las normas. Perdió a su padre por culpa del cáncer. Ahora vive con su madre en una casa en Barcelona pero por motivos "de trabajo" tienen que m...