CAPÍTULO 62

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NICK POV

– ¡Mirar! – dijo Alba – Debe ser esa.

Desde el asiento de atrás señalaba a una enorme cabaña a unos 500 metros a la derecha de nosotros. Era lo único que se veía a nuestro alrededor, a parte de árboles y más árboles.

– Da hasta miedo – habló Emma mirándola con asco.

Dani, el cual conducía el coche paró en seco.

– Más cuidado, crack. Casi me como el asiento – le dijo Lucas.

– ¿Por qué paras? – preguntó mi hermana.

– ¿Qué pensabais, que iba a aparcar en la misma puerta? Y luego entrar y decir: ¿nos devuelves a Lena? ¡Gracias!

La chica rodó los ojos.

– Igual hasta funcionaba – dijo y todos volteamos a verla.

Definitivamente a esta no le faltaba un tornillo, no, si no todo el almacén.

– Bueno... Eso si está ahí – volvió a hablar.

– Claro que esta ahí. No tenemos más pistas – razonó Dani – Y no han tenido más tiempo para llevarla más lejos.

– Entonces no perdamos tiempo.

Salimos del coche.

– ¿A dónde vais? – pregunté a las chicas mientras salían del coche.

– Con vosotros – respondió Alba.

– Si, y luego te despiertas – le respondió Lucas irónicamente.

– Vosotras os quedáis – amabas se miraron entre sí.

– ¿Por qué? También queremos ayudar.

– Ayudaréis si os quedáis aquí – dije – Además, imagínate que algo sale mal y tenemos que volver corriendo.

– No se conducir un coche – dijo Emma.

– ¡Oh! Si que sabes – respondí – No soy tonto, hermanita. Más de una vez te vi al volante de uno, y no exactamente en un choche de los de la feria.

Ella frunció los labios. Sabía que era verdad. Unas cuantas veces decidió coger el coche de mi madre para ir a alguna fiesta sin tener el carnet.

Después emprendimos camino a la cabaña. No sabía si se podía llamar así. Tenía la forma de un castillo pero no era lo suficientemente grande, ni muy pequeña. Parecía que se iba a caer con un pequeño soplo de viento.

No sabría casi ni decir dónde estaba la puerta si no hubiéramos visto el coche negro aparcado delante.

Gracias a Iván llegamos hasta aquí. Lo raro es que no se haya dado cuenta de que lo seguíamos.

Nos escondimos detrás de unos arbustos a la entrada de aquel sitio.

– Esto no tiene buena pinta – dijo Lucas sin ninguna expresión en la cara.

Mi Mejor Error #MME1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora