Mi Mejor Error #MME1

CAPÍTULO 14

–Ya te lo dije. No me vas a asustar– dijo comiéndome de la cintura y poniéndome encima de él.

–¿Nunca, nunca?– dije poniendo un puchero.

–Nunca– dijo haciendo mi mismo gesto.

Estuvimos un rato hablando y después comimos. Subimos al piso de arriba y entramos en habitación.

Dani se tumbó en la cama y se puso a mirar el móvil mientras yo me miraba en el espejo.

–¿Sabes?– corté el silencio– Nunca pensé que iba a gustarle a alguien como tu...

–¿Qué quieres decir?– preguntó levantando la vista del móvil.

–No se... Tu eres popular, yo soy... yo– dije riendo.

–¿Y?– dijo entrecerrando los ojos.

–Que podrías tener a cualquier chica contigo...– dije peinándome el pelo con mis dedos– Pero en cambio, estoy aquí...

–Si, y aunque lo que has dicho sea cierto, solo hay una chica que es mi debilidad– dijo levantándose de la cama y viniendo hacia mi– Y por si no te ha quedado claro– dijo rodeándome con sus brazos por la cintura– esa chica eres tu– me giré quedando frente a frente.

Y sin pensarlo dos veces, ataqué sus labios. Sabían a miel. Me encantaban.

Después de unos 10 minutos liándonos, nos tumbamos en la cama. Me acurruqué a su lado y no tardé nada en dormirme.

***

Unas suaves caricias por la cara me hizo despertar.

–Princesa, es hora de levantarse– dijo Dani con mucha ternura.

Sonreí y abrí los ojos.

–Vamos, ponte el bañador– dijo para darme un casto beso en los labios y desaparecer por la puerta cerrándola.

Me estiré y me puse el bikini que había traído. Me puse de nuevo la sudadera de Dani y bajé a la primera planta.

–¿Dani?– grité al no ver a nadie.

–¿Me echabas de menos?– dijo abrazándome por detrás. Sonreí inmediatamente– Vamos.

Me agarró de la mano y me llevó hasta la sala de la piscina. Esta era alargada y había una enorme cristalera en la que se veía como por cascada fluía el agua.

Me fijé en que Dani ya iba a en bañador y estaba todo bueno. Sus increíbles abdominales estaban perfectamente marcados.

Me quité la sudadera quedando en bikini. Cuando me giré, me encontré con Dani el cual me miraba de arriba a bajo con una sonrisa embobado.