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Siento que no es necesario decir que este capítulo es un flashback, porque la mención de algunos personajes, contexto y eventos deja más que claro que es un recuerdo de Lexi. Sin embargo, quise aclararlo para que no existiera confusión con el anterior/próximo capítulo

Lexi guardó sus audífonos en su bolso llegando a su casa, una hacienda mediana, blanca y de estilo victoriano, y se dirigió al porche para hacer ejercicios de estiramiento y respiración luego de haber corrido cuatro kilómetros aquella mañana.

En ese momento, sus padres estaban adentro preparando el festín que le harían a su hermano que cumplía veintidós años. Tristan estudiaba en Londres, una licenciatura relacionada en idiomas. Había esperado casi tres meses para ver a su hermano.

Ella se pasó la toalla por el rostro mientras subía los escalones del pórtico para entrar a la estancia. Al abrirse la puerta escuchó voces provenientes de la cocina, distinguiendo la de su madre y su hermano. Según sus cálculos, su padre debería estar en el patio trasero preparando los mesones para la noche. Y su madre preparando el almuerzo para alimentar a las visitas que habían llegado antes para saludar a su hermano.

Alexa se acercó a la escalera para tomar una ducha, pero entonces oyó un ruido que venía de la pieza de visitas, así que se dirigió a esa parte de la casa. La puerta estaba abierta y vio que había alguien sentado en la cama. Tenía una abundante mata de pelo castaño ondulado, que brillaba a la luz que entraba por la ventana. Lo reconoció por las fotos que tenía Tristan con sus amigos de Londres.

Sin hesitar, entró a la pieza y se apoyó en el umbral, de brazos cruzados y con una tierna sonrisa en el rostro.

Harry la ignoró.

Alexa lo observó a conciencia, memorizando su imagen a fuego en la memoria. En persona era todavía más guapo. Tenía los ojos verdes, que resultaban impresionantes y contrastaban vivamente con su piel bronceada. Memorizó el ángulo de sus pómulos, de su nariz recta, y de su mandíbula. Finalmente, clavó la vista en la forma y grosor de sus labios antes de darse cuenta que la miraba con recelo.

—¿Y tú quién eres?

Su voz era ronca, pero a la vez agradable como sus facciones. Por un momento, Lexi pensó cómo sería oír esa voz pronunciando su nombre.

—Lexi, la hermana de Tristan.

Él asintió.

—¿Te he interrumpido?

—No. —frunció el cejo, apoyando sus codos en sus rodillas y alzando el rostro para mirarla. Lexi se estremeció con la mirada oscura que le daba. Estiró su mano y se presento— Yo soy Harry... Styles.

Lexi miró su mano con desdén pero luego vio la sonrisa que se extendía por el rostro del joven formando unos hoyuelos profundos en cada mejilla. Se dio por vencida y le estrechó la mano.

—Encantado de conocerte, Lex.

Lexi asintió, devolviéndole la sonrisa por unos segundos antes de retirarse para ayudar a su madre a colocar la mesa.

Al terminar la cena Lexi se dirigió a ayudar a su madre a meter los platos sucios a la lavavajillas y luego a secarlos.

—Qué sería mi vida sin ti, mi Lexi. —la muchacha sonrió, sonrojándose— Tu tía Dorotea me ayudará a secar la loza. Tú ve a divertirte con tu hermano y sus amigos.

Lexi trató negarse pero su madre ya le había quitado el mantel de las manos y la estaba obligando a salir de la cocina. Estuvo a punto de salir por la puerta trasera para unirse a la fiesta pero la puerta principal estaba abierta y vio a alguien sentado en el porche, llevándose una cerveza en los labios. Sin pensárselo dos veces, Lexi salió de la casa y se sentó cerca de él.

Vidas Cruzadas (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora