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Deslizó sus dedos por sobre la textura de la tela una vez más. Era suave y delicado, lo que una dama usaría. Si fuese James quien le había regalado eso, estaba segura que la habría llamado antes para asegurarse que lo había recibido. Bonnie no sería capaz de regalarle un vestido de diseñador sin antes comprarse uno para ella. Y Josh la conocía hace muy poco como para hacerle siquiera un regalo. Aquel regalo debería ser de él. 

Su computadora sonó por tener una reciente notificación. Tomó su ordenador y abrió la bandeja de entrada.

"Estimada Alexa,

Lamento mandarle un mensaje a estas horas del día pero quisiera saber si quedó conforme con su nota de ensayo y si desea retroalimentación.

Saludos Cordiales.

Dr. Styles.
Especialidad en Análisis del discurso y Literatura inglesa.
Universidad de Paris."

Se quedó mirando la pantalla de su laptop con una ebullición de confusión y escepticismo. ¿A qué venía eso? Aquel ensayo lo había ido a entregar hace semanas, sin mencionar la falta de respeto con la que la había tratado. Si hubiese querido feedback hubiera ido ella misma a pedírselo a su oficina.

"Estimado profesor,

No veo por qué debería pedirle retroalimentación el día de hoy. Estoy descansando en casa y preparando material para mi tesis.

Saludos Cordiales.

Alexa Le Brun."

Había hecho uso de una mentira blanca para liberarse de una reunión el día de hoy. No lo quería ver, tampoco tenía por qué ver a su ex profesor. Esperó por una respuesta pero nunca llegó. El día anterior le había prometido a Bonnie que irían a un club a bailar así que tomó una siesta para poder mantenerse despierta durante la noche.

Despertó con el timbre que la persona al otro lado tocaba con insistencia. A regañadientes se incorporó, bostezando y tomándose el cabello enmarañado en una coleta.

Una vez abierta la puerta, Bonnie se abalanzó sobre ella y la abrazó por unos cortos segundos.

—¡No estás arreglada! —lloriqueó jaquecosamente.

Lexi colocó los ojos en blanco y se volvió para entrar al baño. Bonnie la siguió hasta su dormitorio.

—Creí que nos cambiaríamos acá —se excusó Lexi con una sonrisa inocente— Espérame un segundo ya vuelvo.

Pasando los minutos, salió del cuarto de baño solo con ropa interior y con una toalla envolviendo su cabello negro.

—¿De dónde has sacado este vestido? —La caja negra que había sobre la cama había llamado la atención de Bonnie mientras Lexi se encontraba dentro de la ducha— ¿De verdad es Versace?

—No es mío. —le quitó el vestido y la caja de las manos y lo guardó dentro de su closet— De hecho, pensé que habías sido tú o James.

—¿Cómo que no es tuyo, Lexi? —se cruzó de brazos con una mirada inquisitiva— Espera... ¿Cómo has dicho? ¿Te lo ha regalado alguien?

Lexi se concentró en sacar una falda en forma de tubo, una blusa gris de lentejuelas sin mangas, unas medias y unos tacos negros.

—¿De verdad irás con eso?

—¿Qué hay de malo? —Lexi comenzaba a desesperarse con tanta pregunta que le hacía Bonnie.

—¿Tienes un Versace y no lo usarás para ir de fiesta?

Vidas Cruzadas (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora