40

1.2K 77 7
                                    

Lo siento por la demora. Escuchen y lean la letra de Die for you de The Weeknd.


La oscuridad inundaba la habitación del departamento. La joven protegió su cuerpo del frío con la sudadera negra de su novio que estaba botada en el suelo. Subió la escalera silenciosamente dirigiéndose hacia la habitación de invitados o de los niños como lo había llamado el corredor de propiedades. Se recostó en el sofá y cubrió su cuerpo en una manta. Había estado llorando la mayor parte de la noche después de que Harry apagara el televisor, se girara y se durmiera.

Sintió un dolor en el pecho. La incertidumbre de cómo terminaría su relación con Harry la atormentaba. ¿Qué ocurriría entre ellos? ¿Y si a pesar de postular a su beca no queda seleccionada? ¿Funcionaría una relación a distancia?

Sintió la puerta abrirse y trató de quitarse las lágrimas de sus mejillas y ocultó su rostro.

—¿Qué haces aquí sola?

Harry se sentó a su lado.

—Estabas roncando mucho —susurró con una voz inaudible. Harry apartó la manta de su cuerpo y se recostó junto a ella.

—Nunca ha sido problema para ti. —le acarició la mejilla con sus nudillos. Frunció el ceño.— ¿Has estado llorando?

—No.

—Eres pésima para mentir, cariño.

Alexa quedó en silencio y llevó una mano al pecho de Harry quien la miraba con preocupación.

—¿No has llegado al orgasmo?

—¿Qué?

—¿Es eso?

Alexa frunció el ceño.

—Sabes que no podría fingir contigo.

—Me preocupa el hecho de que no hayas llegado.

—No he fingido nunca uno.

—¿Entonces qué es?

—Nada, cariño.

—Adoro que me digas chéri.

—Lo sé.

Alexa hundió su nariz en la cavidad de su cuello. Tras depositar un beso en su piel aspiró el perfume amaderado.

—Te amo, Harry.

—Y yo a ti. —le devolvió el beso pero en su frente. Alexa suspiró y cerró sus ojos.

Tal vez eso la calmaría. Estar con él, abrazados. Sentir su piel, su perfume, su respiración. No sabía si estaba preparada para que él se fuera, ni tampoco ella irse de Francia por él. ¿Qué pasaba si las cosas no resultaban entre ellos? ¿Qué haría si Harry la dejaba por una Americana? ¿Y si decidía dejarla un día cualquiera? Muchas preguntas no la dejaban dormir. A su lado había un hombre semi desnudo durmiendo profundamente que había prometido amarla incondicionalmente. Mientras que ella aún no le tenía una respuesta concreta a su propuesta.

Con su dedo índice tocó la punta de su nariz luego sus labios rosados y finalmente le dio un beso casto antes de caer en los brazos de Morfeo.

Alexa secaba su cabello en el cuarto de baño. Se miró aquella masa de grasa que se le marcaba al lado de la tira de su tanga. Había ganado un par de kilos después de aquel viaje a Italia. Harry desde el otro lavamanos siguió su mirada y luego miró sus ojos hinchados del llanto de anoche. No era tonto sabía que había estado llorando por él y su trabajo en Nueva York. Estaba preocupada a pesar de que no lo demostró cuando se lo dijo.

Vidas Cruzadas (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora