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—¿Qué? —casi gritó el profesor Styles al auricular del teléfono de su oficina. Harry había marcado el número de Chris Lefévre su abogado. Hace bastante tiempo que no necesitaba sus servicios. Chris tenía algunos clientes de dudosa reputación, pero era el mejor en su campo y Harry lo sabía. Era especialista en derecho penal de Francia, tema que tenía poco que ver con el derecho laboral, como Chris se ocupó de recordarle varias veces a lo largo de la media hora que duró su conversación.

En el otro extremo de su oficina, Nick su nuevo ayudante, lo contempló con preocupación y miedo. El profesor Styles aflojó el nudo de su corbata y señaló a Nick con la mano que se retirara.

—Te advierto que, si la política de no confraternización es uno de los puntos de tu contrato, violarla pone en peligro tu empleo. Así que deja que te lo pregunte directamente: ¿te estás acostando con ella?

—No —mintió Harry lacónicamente.

—Bien. Pues sigue así. De hecho, mi consejo profesional es que te mantengas lejos de esa chica hasta que volvamos a hablar. ¿Cuántos años tiene?

—¿Disculpa?

—La chica, Harry, la putita.

—Vuelve a llamarla así y dejaré de ser tu cliente.

El abogado hizo una pausa. Su cliente era un tipo duro, un cabronazo sin miedo a nada y Chris no tenía energías para un altercado telefónico.

—Déjame intentarlo de nuevo. ¿Qué edad tiene la jovencita?

—Veinticuatro.

Chris suspiró aliviado.

—Bueno, al menos no estamos hablando de una menor.

—Fingiré no haber oído eso.

—Escucha, Styles, soy tu abogado. Déjame hacer mi trabajo. No puedo darte una opinión profesional sobre tu situación hasta que no conozca todos los detalles. Una de mis socias demandó a la Universidad de Paris el año pasado. Le pediré que me pase el informe. Pero de momento, repito, mantente alejado de ella. Hagas lo que hagas, no te acuestes con ella. ¿Está claro?

—Lo veo difícil.

—Para que no haya malentendidos, no mantengas ningún tipo de actividad sexual con ella. No me gustaría que nos viéramos metidos en un debate sobre qué es una relación sexual y qué no lo es. No hagas nada con ella, aunque sea sexo consentido.

—¿Y si tuviéramos una relación romántica desde hace mucho?

Chris reflexionó durante unos momentos.

—No logro entenderlo.

—¿Qué pasaría si nos conociéramos hace mucho tiempo y fuese mi novia?

Chris se echó a reír a carcajadas.

—¿Me tomas el pelo, Styles? Eso no me lo creo ni yo y soy tu abogado. Nadie más se lo creería.

—No es lo que te he preguntado. Lo que quiero saber es si mantener una relación romántica hace un tiempo violaría la política de no confraternización de la universidad.

—Nadie va a creerse que tengas una relación romántica con una estudiante, especialmente con tu reputación. Por supuesto, le correspondería al empleador aportar pruebas, a no ser que tu noviecita presentara una demanda contra ti, o que alguien os descubriera en una situación comprometida. O que acabe embarazada.

—Eso no va a pasar.

—Eso es lo que dice todo el mundo, Styles.

Harry se aclaró la garganta.

Vidas Cruzadas (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora