Alexa no podía negar que aquella fiesta de cumpleaños la había tomado desprevenida. Todos sus seres amados habían estado presentes. No solo le sorprendió la presencia de su hermano Tristan, también Josh que al parecer se había enterado de su relación con Harry hace un par de semanas cuando el profesor lo invitó a su fiesta sorpresa. Se sintió agradecida de aquella fiesta que el profesor Styles había preparado. La cena y la compañía estuvo agradable. Algo que la sorprendió fue la forma en que hablaba con su padre, con mucho respeto, pero como si se conocieran hace meses. Al verlos notó que tenían personalidades similares. Charló por horas con Bonnie y su novio. Bailó, cantó y se río a carcajadas durante toda la noche. Pierre y Denisse fueron los primeros en marcharse y así comenzaron a retirarse los invitados hasta que Alexa y Harry quedaron solos.
Alexa caminó hacia él y se sentó en su regazo.
—¿Te ha gustado? —le susurró al oído, apoyándole la barbilla en el hombro.
—Mucho. Siempre quise tener una fiesta sorpresa.
—Me alegro —replicó Harry, deslizándole los labios desde la mandíbula hasta la cavidad de su cuello—. Tu serenidad es muy atractiva.
—Gracias.
—De nada, cariño —Alexa hundió su rostro en su cuello—Deberíamos marcharnos.
Ordenó tomándola de las caderas y ayudándola a incorporarse— Aún no ha terminado mi sorpresa.
La joven obedeció perdiendo un poco el equilibrio cuando estuvo de pie. El profesor Styles la miró con una sonrisa cursando su rostro.
—¿Otra sorpresa? —susurró Lex trabándosele la lengua al hablar, claro efecto del alcohol. Harry sonrió melancólico y le acarició una mejilla con su dedo pulgar— Estoy muy agradecida, Harry.
Alexa lo abrazó. De pronto chilló cuando la cargó en su hombro y sintió una palmada en su trasero. La dejó en el suelo junto al vehículo. La miró a los ojos por largos segundos.
—¿Qué? —cuestionó con las mejillas sonrojadas.
—Nada.
Alexa colocó los ojos en blanco. El profesor le tomó el rostro y le dio un beso en los labios. Alexa gimió sintiendo como una vez más su cuerpo se colocaba en llamas. Se separó para tomar aire y sintió su boca en su mandíbula y cuello.
—Me vuelves loco ¿lo sabes? —Harry le sostuvo el rostro con ambas manos y la miró a los ojos.
—Mierda, Harry. —susurró con una carcajada la muchacha. Harry acercó sus labios una vez más a su rostro. Esta vez le besó su frente.
—Ahora sube al auto y colócate el antifaz.
La joven obedeció en silencio esperando que el hombre encendiera el motor y la llevara donde él quisiera.
Alexa despertó al sentir que la puerta de piloto se cerraba.
Frunció el ceño a punto de quitarse el antifaz pero entonces recordó que tenía que ser paciente. Harry se lo había advertido.
—¿Todavía no puedo ver? ¿En serio, Styles?
—Colócate de pie.
Alexa obedeció y salió del vehículo. Sintió las manos del profesor en su cintura y su nariz en su cabello. Harry le quitó el antifaz con cuidado. Tuvo que pestañear varias veces para adaptarse a la luz tenue de la casa frente a ella. Reconocería aquel lugar hasta en una postal. Alexa se giró para mirar a Harry quién sonreía casi orgulloso.
—¿Y esto?
—Dorotea ha ido de viaje y me ha pedido que cuide la hacienda.
—¿Por cuánto tiempo?
ESTÁS LEYENDO
Vidas Cruzadas (H.S)
RomanceHarry Styles, un enigmático y atractivo profesor con especialidad en literatura inglesa, es un hombre poco orgulloso de su pasado aunque consciente del prestigio que ha conseguido. Cuando la virtuosa señorita Le Brun gana un cupo para el curso de m...