Capítulo 21: El último paseo

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"Es por esto que estoy panzón"  pensó el latino, ya se sentía mejor, no tomaba desde hace varias semanas por el desfile, sólo toma cuando está de ánimos, los momentos tristes son trabajo de su cigarro y el helado hace los momentos más felices, y hoy es el día para que un bote de helado alegre su día después de estar en la cama toda la mañana.

El canadiense tenía preparada la cámara de su celular para capturar los momentos, y el cubano terminaba de asearse y cambiarse para salir tranquilamente hacia el centro a disfrutar su último día juntos.

Mientras el semáforo brillaba en rojo y la música ambientaba todo a la vista, Matthew se recargaba sobre la puerta del auto, mirándose al espejo retrovisor mientras que el aire lo refrescaba.

ㅡ ¿Ocurre algo? ㅡ Preguntó Carlos al ver a su amigo bastante silencioso y quieto.

El chico tenía en mente muchas cosas, mucho que preguntar y mucho deseo por ver. Le preguntó a Carlos el porque de sus mentiras para ocultar a su 2P, pero su respuesta sin explicación lo dejó más dudoso, si conociera a ese 2P, sus dudas morirían y podrá conocer más cosas sobre Carlos. ¿Qué tan malo puede ser? Aun asi, existen cosas por resolver como la actitud nerviosa de Carlos, la misteriosa frase en la barra de jabón, el disco de Canciones Lucio y lo más importante, el permiso de poder entrar a ese Festival.
El canadiense entró en razón.

ㅡN-Nada. Estoy bastante cómodo, corre mucho aire ㅡ volteó para ver al Cubano.

ㅡ Tienes razón, eso me provoca mas sueño ㅡ Sonrio y acaricio la cabeza del canadiense cariñosamente.

ㅡ ¿Entonces pasarás la Navidad en México? ㅡ pregunto el canadiense.

ㅡ Estoy pensando...No lo se, en realidad.ㅡ Respondió el cubano. No la pasará sólo en realidad, todas las personas conocen a Carlos, el nunca estará sólo.

ㅡ Yo estaré en mi casa en Navidad y Año Nuevo. Matt me envió fotos de la Casa decorada, lo hizo bastante bien con la ayuda de Allen. ㅡ Sonrió el canadiense.

ㅡ Llegarás a tu casa con una luminosa bienvenida ㅡ Bromeó y ambos rieron.

Llegaron al centro, no había tanta gente por ser jueves pero habían varios turistas, posiblemente el fin de semana este más lleno, y las filas para comprar helado estén mas largas.

Toda la tarde pasearon por las calles y callejones entre la gente, hicieron cola para comprar helado y se sentaron en la plaza disfrutando del sol y el viento. Se tomaron fotos, en una de ellas el canadiense había volteado su cabeza al ver una bonita playera que llamó mucha su atención.

ㅡ ¿Puedo ir a comprar recuerdos? ㅡ Le preguntó el canadiense.

ㅡ Por supuesto, vamos para aquella dirección ㅡel cubano tomó la mano del rubio para guiarlo hacia los puestos de recuerdos donde se encontraban artesanías, playeras, postales y banderas.

El canadiense compró dos postales, ya tenía varias como recuerdo, parece que coleccionar postales de varios países son uno de sus pequeños gustos. Una de las dos fotografías de los 2 postales era de Fidel como dedicación y la otra era de la Habana. Carlos estaba viendo algunas camisas, las del Che Guevara exactamente y otras de Fidel. El rubio se acercó a unos vendedores que vendían banderas. Trató de hablarles en español.

ㅡ ¿Ustedes tiene banderas de 26 de Julio? ㅡ
Los vendedores no escucharon muy bien sus palabras. El canadiense volvió a repetir ㅡ Bandera de 26 de Julioㅡ
 

Los vendedores se miraron uno al otro.
ㅡ No sabemos si podemos venderte una ㅡ Dijo uno de los vendedores.

ㅡ P-Pagare lo que sea por tener una ㅡ Dijo Matthew mientras sacaba su billetera. Los vendedores, inmediatamente buscaron una bandera entre sus cajas, encontraron una de tamaño grande y una pequeña, el canadiense se emocionó al verlas.
Pagó 50 dólares por ambas, no le importaba lo costosas que salieron, entregó su dinero mientras Carlos observó sorprendidamente la compra que hizo su amigo, tenía los ojos como platos.

ㅡOh, H-Hi, Carlos...Compre algunas banderas como recuerdo...ㅡ

ㅡ ¿Por que las compraste? ㅡ

ㅡ Y-Yo sólo quería...ㅡ

Carlos se dirigio con el vendedorㅡ Disculpa, pero no creo que pueda comprar esas banderas ㅡ

ㅡ C-Carlos...ㅡ

ㅡ Perdóneme, pero el chico ya compro y no se aceptan devoluciones ㅡ el vendedor levantó sus hombros.

El cubano regresó enfadado ㅡ ¿Vas a seguir comprando? ㅡsu voz se oía profundamente molesta.

ㅡ N-No...ya tengo lo que quería...ㅡ Respondió el canadiense asustado.

Ve que el Cubano tenía una bolsa en su mano, parece que compro también en la tienda, no faltará mucho que anocheciera, el sol estaba ocultandose, nadie en Cuba se pierda de la puesta. Otra vez están en lo mismo, regresaron al auto para conducir hasta la Bahía, Carlos apagó la radio y su expresión intimidaba al canadiense. ¡Tenía que decir algo!

ㅡ ¿E-Estas molesto por lo de las banderas?...ㅡ pregunto el canadiense con mucho miedo.

ㅡ No debieron vendertelos. Simplemente no. ㅡ respondió el cubano, después frenó cuando un carro se cruzó en su camino "¡¡COMEPIJA!!" fue la primera vez que escucho decir esa palabra en los labios del cubano, quedó impactado y más aterrado. El día se arruinó por dos insignificantes banderas, tan sólo eso. ¡Son productos que son símbolos de orgullo Nacional! ¿Por que no las puede tener? ¿Qué sucede con Carlos?

Matthew no dijo nada hasta que llegaron a la Bahía donde mucha gente estaba tomase fotos y selfies en la playa en una estatua en dedicación a un músico cubano. Ambos dejaron las cosas en el carro. Matthew se adelantó en el camino para contemplar mejor el sol. Carlos quería fumar, pero por respeto al público tomó de su botella de agua, se encontraba sentado en una de las banquetas. Matthew desde su distancia vehia a Carlos angustiado, sujetando su cabeza y negando. ¿Cuál es la razón de su error al comprar las banderas? Necesitaba a su amigo feliz en este momento, pero esta sólo y preocupado. Tendrá que animarle sin hablar de lo que pasó. Seguir con el presente. Matthew tranquilamente se acercó hacia el y lo tomó del hombro.

ㅡVamos a ver el atardecer...ㅡ lo abrazó para insistirle que viviera el momento junto a él. Carlos sólo le correspondió y afirmó con su cabeza, levantándose para caminar hacia la luz que brillaba el sol en sus últimos minutos de vida antes de que la oscuridad de la noche cubriera al mundo. Carlos se mantuvo abrazado al canadiense en forma de perdón. Fue el único momento donde no tomaron ninguna fotografía, vídeo y selfie.

Estoy días con Cuba fueron bastante extraños y difíciles para Canadá. Ver más sus sentimientos y emociones, hasta la sorpresa de su 2P. "Creo que no ha sido la visita más esperada de Carlos" pensó el canadiense cuando el sol dio sus últimos segundos de luz.

El Símbolo detrás de Cuba (Hetalia Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora