El Símbolo detrás de Cuba (Hetalia Fanfic)

Capítulo 49: Lleno de sorpresas

-Bueno...El desayuno no se hará con solo dos manos. -

El rubio le costó unos segundos en averiguar a qué se refería el cubano hasta ver que agitó su cabeza para ordenarle.
- No te quedes ahí parado, ven a ayudarme - 

-...-

Matthew sorprendido se acercó rápidamente con él.
- Necesito que agarres 2 naranjas y las laves. Las naranjas están en la jaba del almacén - le señalo con un dedo la dirección por dónde se encontraban, el canadiense caminó a la que estaba justo alado de la puerta de salida al patio. Mientras Lucio parecía sacar los utensilios, Matthew buscó las naranjas que estaba entre otras jabas que estaban cubiertas con un mantel que parecían ser un baner impreso, no pudo leerlo claramente pero decia 1 de mayo, solo pudo ver un cuarto de la fotografia de la multitud de gente con carteles y banderas de Cuba.

Volvió a las naranjas y solo pudo ver que solo habian tan solo 4, Al igual que las otras jabas que contenían pocos alimentos, la cantidad era impresionante, esto explica la apariencia tan delgada del chico pelirrojo.

El canadiense volvió con Lucio y le indicó que fuera a lavar las naranjas en una cubeta que estaba siendo llenada con cada gota que salía de una tubería en estado de oxidación.
El sonido de la cocción llegó a sus oídos, como el olor del huevo cocido. Regresó y supo exactamente que era lo siguiente, solo preguntó por el cuchillo para cortar las naranjas y exprimirlas manualmente con sus brazos - Que no quede ni una sola gota - mencionó Lucio.
Mientras seguía con su labor, podía ver desde la ventana la vegetación, y las montañas que eran cubiertas por la blanca neblina, es un ambiente bastante húmedo y también frío, no tanto a su costumbre pero si refrescante. Pudo llegar a sudar por el esfuerzo que hizo para desgastar a las naranjas, tampoco que tuvieran mucho líquido, y lo que se produjo apenas alcanzaba en equivalencia, dos tazas con 1/4 de jugo servido.
- ¿A-Así, Lucio? - estaba muy avergonzado, honestamente esa cantidad era pobre.
El cubano vio las dos tazas servidas con jugo, lo que hizo que bajara la mirada y negara con exasperación.
- Me moriré de sed con esa miada de jugo - dijo con sarcasmo.
- Alado tuyo está esa jarra de barro, agrégale agua a las tazas y ponle azúcar - El latino le da el frasco de azúcar que estaba en una alacena.
- A mi taza solo ponle una cucharada. Ya cuando termines, te vas a la mesa, yo ya termino aquí...-
Lucio dejó la olla en que cocinaba y con el cuchillo en mano empezó rápidamente a cortar algunas frutas.
Matthew se apresuró en preparar las bebidas, ya que le intimidó la forma y rapidez del cubano al cortar.

Ya cuándo terminó, el moreno ya se sirvió en su plato, le preguntó cual era su taza, le señaló y de inmediato se dirigió a sentarse en una de las dos sillas del comedor, y colocar su desayuno y el plato de fruta en la mesita cuadrada de madera.

Para alcanzarlo, Matthew no supo cuánto servirse de aquellos huevos y tomó del pan duro que estaba al lado, sin olvidar su jugo. Llegó a la mesa a sentarse en la silla de madera vieja frente a Lucio que ya estaba comiendo parte del platillo.
El rubio sólo pudo decir "provecho" antes de empezar a desayunar, el aún debía mostrar modales como un extranjero, en especial canadiense.

-...Se te olvidó ponerle azúcar a mi jugo...-

Matthew abrió los ojos sorprendido y se sonrojó con vergüenza.

- ¡P-perdona, Lucio! ¡V-voy por el azúcar! -

El 2p levantó la palma y negó - Ya, déjalo así, me gusta sin azúcar...- prosiguió a comer.

Se quedó sin palabras el canadiense y dió la primera probada al desayuno.
Sabía muy bien, bastante bien, el huevo si parecía ser de granja y tenia otras cosas preparadas. - Me gusta....- sonrió el canadiense.
-¿Que cosa? - Preguntó el cubano con el ceño fruncido.