El Símbolo detrás de Cuba (Hetalia Fanfic)

Capítulo 45: De golpe, mecánico, parte 2

-...¿Que? ¿Como supiste? - El cubano abrió sus ojos asombrado y coloco una mano sobre su cabeza, caminó hacia el interior de su casa.

- Carlos...Jamás me lo imaginé...Y yo me pregunto. ¿Cómo es eso posible? -

- Lucio, no te molestes por ello. Pensaba que él ya te conocía...-

Lucio hizo una pausa y respiró antes de hablar.

- Matt me envió un correo mencionandome que su pequeño hermano canadiense, estaba ansioso de conocerme, luego de saber apenas de mi existencia...-

En un pequeño escritorio en la esquina de su habitación, se encontraba una carta y un sobre abierto, el 2p cubano había recibido ese correo en la madrugada.

-Lucio, Te lo explicaré, mi hermano...-

- Claramente, no estoy molesto porque el canadiense no sabía de mi, Carlos...Estoy molesto porque acabas de mentirme, y cuando llegue a la Habana, me lo dirás todo. Adiós. -

Carlos fue colgado luego de la despedida, se quedó tras la puerta de su casa sin decir ni una palabra y tranquilamente frustrado.

Por su parte, Lucio, dejó el teléfono en su bolsillo y salió de su casa para dirigirse con el canadiense.

Frío hasta cálido, calmó el pequeño coraje que tenía en su pecho, ver el fuego acercarse, parecía ser un mínimo equivalente a lo que el cubano sentía.

-...Good Night, Lucio...- Dijo el canadiense.

El moreno se sentó en la tierra al lado del canadiense, no dijo nada. Matthew se preocupó.

-...¿Ocurrió algo? - preguntó.

- ...¿Tuviste que mentirle a tu 2p para llegar hasta aquí? -

El canadiense se sorprendió en el momento. Volteó hacia el fuego.

- E-ehm...creo que sí.-

- ¿Dónde cree que estás? -

- En casa...o en el sur del país. -
Ya casi no recordaba dónde se supone que está, no estaba al pendiente que pasaba por allá.

Lucio no volvió a hablar al respecto. Parecía serio, y pensante, mientras sus rostros se iluminaban por el fuego. Ninguno se dirigía la mirada.

- No entiendo por que deberian mentirnos...

- ¿E-eh?... - No entendió muy bien lo que decía el pelirrojo.

- Se supone que hay confianza entre hermanos contraparte, que realmente se llevan bien, somos iguales...

El canadiense se quedó callado y escuchó con atención al cubano.

- Tanto Carlos cómo tú, fueron deshonestos con nosotros. El me dió la excusa de que él creia que tú ya me habías conocido antes...-

¿Carlos le mintió? ¿Cómo es eso posible?

- ¿L-le dijiste? -

El cubano asintió - No dije que estás aquí. Solo que para cuando vaya a la Habana, me dijera la verdad... -

La tranquilidad del canadiense aún no regresaba luego de que Lucio empezó el juicio más rápido de lo que pensó, porque, habrá probabilidad de que sea involucrado y le de problemas.
No hizo más que frotar su frente y quitarse el sudor.

- ¿Y que harás después?...- preguntó el canadiense.

- Lo sabré cuando Carlos me de su respuesta...... Si los Yankees tienen algo que ver -lo mira detenidamente- ...Quisiera que estuvieras de nuestro lado, o por lo menos, nunca estés del lado de tu hermano en está ocasión....- Lucio se levantó del suelo y se sacudió.

- Se supone que también estás ayudando a Carlos, Matthew...Que pases buenas noches. - Como última frase, Lucio regresó de nuevo a su casa a dormir.

Matthew dejó caer su cuerpo al suelo con pocos ánimos...Eso le dejó mucho que pensar, tantos pensamientos que podían compararse con la cantidad de estrellas en el cielo luego que esa cortina de nubes se había desvanecido.

Lo que sentía el canadiense, no era igual al sentimiento de la esperanza, más bien todo lo contrario. Entre desilución y un poco de angustia, y el nudo en su cabeza jamás se desenredó.
Aún así, espera a que todo pueda resolverse sin complicar otras vidas...