El Símbolo detrás de Cuba (Hetalia Fanfic)

Capítulo 45: De golpe mecánico, parte 1

Lucio entró por la puerta trasera de su casa, el canadiense se retiró hacia esa pequeña zona que esta a la vista desde la casa, el viento siguió corriendo y dejó aproximar varias nubes de gran tamaño sobre todo.

El cubano dejó su costal dentro de un pequeño almacén alado de la puerta trasera, donde guardaba herramientas y objetos metálicos para que la lluvia no llegara a oxidarlos. Caminó hacia las ventanas delanteras de su casa para observar al canadiense que dejó su mochila y se sentó en el tronco cercano a los ladrillos cenizos. Lucio cruzó sus brazos y bajó la mirada después de  dar un suspiro, no sabía como sentirse al respecto, se preocupaba por que alguien por primera vez entra a su territorio inesperadamente, se sorprende el mismo de que alguien como el canadiense haya accedido; tendrá que hablar con Rusia para poder comprobarlo, justo después de la media noche.   

Cuando el canadiense se retiró y el pelirrojo trabajaba con el martillo y el yunke, pensó en como Carlos interactua con la gente a su alrededor, como reaccionaba a ciertas situaciones pero en especial como Carlos lo trata. 
Despues de que Fidel murió, Carlos ha sido un poco mas atento hacia el, hablándole a su celular como toda una madre preocupada. No es muy sorprendente, pero no es normal que Carlos le mienta a un amigo para ocultar la identidad de su 2p, a pesar de que Lucio tiene una forma de vida muy personal, el no es verdaderamente un secreto para ocultar. 
El es un 2p, es razonable porque Canadá todavía no sabia su existencia, el es un invisible para muchas naciones oficiales. Hoy en día ya los 2P son parte de la interacción con otros representantes de naciones 1p, pero la interacción política son totalmente intactas, al menos que se presentará algún movimiento siendo o no siendo de oposición.
Siendo  Carlos, el nunca hubiera ocultado a Lucio a Matthew, algo bastante extraño a menos de que Carlos tenga una razón bastante personal que Lucio no sabe.

...

Aún ese "¿Por qué?" para Carlos no escapa de su cabeza; solo pensó en hacer preguntas para que el cubano y no mencionar nada sobre la llegada del canadiense a su propiedad. Y alguno que otro invento apropiado para hacer al cubano hablar.

Lucio levanta su cabeza luego de que en su bolsillo, su celular empezó a vibrar y sonar, se dio la media vuelta y caminó hacia su habitación. Al ver la pequeña pantalla de su celular, que su modelo parecía ser bastante primitivo, estaba escrito el nombre de Carlos y su numero.  El 2p Cubano contesta con la puerta cerrada. 

—¿Que sucede?— 

—¡Hola Lucio! Que milagro que hayas contestado tan derrepente. ¿Estas ocupado?—

—  No, claro que no...— 

—Espero que todo vaya bien por ahi, en cambio yo tengo aqui un pequeño problema con el almendron. — El cubano estaba viendo el vehículo estacionado frente a su casa con la defensa delantera muy doblada como si el esta fuera de lata.

—¿Que le pasó?—

—Eehh...Los frenos de repente empezaron a fallar ... Y sufrió un daño en la parte delantera. —

—¿E-Estas bien?- Pregunto Lucio muy preocupado.

—Si, estoy bien, Lucio. Gracias a Dios que lo estoy. Fue esta chatarra que está mal. ¿Crees que podrías repararlo?— Dijo antes de fumar el cigarrillo que tiene entre los dedos de su mano.

— Supongo que si...—

— ¿Cuando puedes venir? —

— No estoy muy seguro...— El pelirrojo sale un momento de su cuarto y ve una pequeña luz de lumbre y una sombra canadiense desde su vista.
— Todavía tengo cosas que hacer en el taller. Consigue un mecánico y me dices los detalles. — Lucio volvió a su habitación y dejó la puerta semi abierta.

— Preferiría mejor tenerte a tí — Exhaló que dejó escapar humo de su boca. — Muy bien, te llamaré cuando el mecánico termine de checar. —

— De acuerdo....—

—Hasta entonces. —

El moreno castaño estaba por colgar su teléfono, de costumbre al escuchar el silencio total en su contraparte, sabía que es el momento de terminar su conversación telefónica...sin embargo, regresó su atención hacia Lucio luego de escuchar un "oye" en el celular.

—Dime...— dijo Carlos.
A pesar de que a ambos no les quedaban mucho tiempo para conversar, debido a el uso limitado de crédito, Carlos se dispuso a escucharlo hasta el último segundo.
El 2p cruzó un brazo por su pecho y dió un respiro antes de hablar.

— No sabía que tú amigo Canadá no me conocía antes... —