Matthew Williams (Canadá), descubre que el país Cuba tiene una segunda bandera, Matthew tiene la sospecha que hay una persona mas aparte de Carlos. Canadá va en búsqueda del posible segundo jugador de Cuba (2P) y descubrir su identidad atraves de su...
La caminata realmente estuvo dura, las piernas de Carlos estaban temblando y su cuerpo estaba balanceándose de un lado a otro, tomó una ducha, no pudo disfrutarlo ya que el agua estaba bastante fría, se cambió de ropa y peinó su cabello en rulos antes de salir a cenar. Dejó su teléfono celular cargando en su habitación. Tenía a varios camaradas esperándolo, después le ofrecieron a entrar al bar a tomar algunas bebidas, pero el cubano se negó, es raro cuando niega una invitación, pero necesitaba retirarse para poder subir a su cuarto y dormir toda la noche.
Al estar en su habitación, tomó un cigarrillo y lo encendió para darle un respiro al humo de su tabaco, miró a su celular y checó los mensajes de este; encontró que tenía varios mensajes del grupo de sus hermanos latinos en whatsapp y 2 llamadas perdidas de Matthew de hace una hora y media. El moreno preocupado, decidió regresar su llamada para poder averiguar el porque la llamada de su amigo Matthew.
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Matthew y Matt se encontraban juntos en la sala abrigados en una cálida sabana que los mantenía calientes mientras observaban el fuego consumir toda la leña que estaba dentro de la chimenea, Kumajiro estaba sobre la alfombra un poco más cerca del calor acostado como todos los animales, su cabeza voltea para mirar a Matt. El canadiense se sintió incómodo al sentir que algo vibraba entre el y Matthew, el pequeño canadiense se había despertado de su descanso y sacó su móvil para ver de que se trataba; una llamada.
—D-Disculpa, Matt — Retiro la sabana de su cuerpo y contestó a su llamada.
—H-Hello?...Carlos! —contestó un poco emocionado. A Matt no le agradó eso.
—Perdón si te estoy interrumpiendo en algo...— Dijo Carlos mientras estaba a la orilla de la cama con el cigarrillo entre sus dedos.
— No, No estoy haciendo nada importante por ahora. —
—Hmp...—murmuró el 2P cansdiense con los brazos cruzados.
— Perdón si no respondí tus últimas llamadas, es que mi celular quedó descargado cuando llegué al hotel — fumo de su cigarrillo.
— No te preocupes, yo te llame para disculparme — Matthew subió sus piernas al sofá para abrazarlos.
—¿Disculparte de que? —Preguntó el cubano con curiosidad.
— Yo...L-lamento lo que pasó a Fidel, realmente lo siento, pero sobretodo quisiera disculparme por haberte llamado ese día...— Matthew apretó sus manos, realmente se sentía nervioso, Matt pudo reconocerlo.
Carlos dio una pequeña sonrisa y le respondió tranquilamente —Matty, no fue tu culpa...—
-Y-Yo sólo te moleste en aquel momento.-
— Matthew, no te sientas culpable, tu nunca fuiste una molestia — dio una pausa — Lo que pasó fue inesperado para todos. Y la noticia apenas se iba a transmitir a todo mundo. Agradezco mucho tu sinceridad y tu consolación. —
Las palabras de Carlos animaron a Matthew, el rubio estaba limpiando sus párpados que tenían algunos rocios de lágrimas. El 2p canadiense podía escuchar su conversación, abrazo a su hermano con un brazo y acostó su cabeza sobre el hombro.
— Creo que sabes que estamos haciendo un recorrido por todos los poblados en Cuba —
—Ehmm...No he leído las noticias últimamente — dijo Matthew apenado.
— Bueno, el martes 6 de diciembre llegaré a la Habana. el día que me llamaste preguntabas si podías visitarme...—
-De eso no te preocupes, Carlos, no quisiera ser una molestia. - le interrumpió.
— En realidad no Matthew, tu siempre eres Bienvenido a la isla, desde nuestra última visita he estado pensando en invitarte a mi casa para comer helado y ver a los Rolling stones. — Fue glorioso la visita de esa banda en Cuba. Carlos ama su música.
Matthew vio unos segundos a Matt.
—N-No se si pueda ir el 6 de diciembre, ya que aún no he adornado mi casa para Navidad. —Rasco su cabeza. Se sentía inseguro estando alado de Matt.
— Oh...bueno, si cambias de opinión, no dudes en enviarme un mensaje a tiempo. — Respondió tranquilamente.
—Claro, Carlos, trataré de organizarme, nos hablamos luego. —
— Adios y cuidate — Se despidió.
Matthew colgó su teléfono y vio ahora a su hermano canadiense, suspiro y le sonrió.
— Yo adornaré la casa por tí, Mattie. Se lo mucho que quieres ir a ver a tu amigo — Dijo Matt tranquilo y acarició la cabeza del pequeño.
— Pero no creo que puedas hacerlo sólo...— respondió Matthew.
— Kumajiro me puede ayudar, o puedo llamar a Allen para que me ayude a cambio de una pizza. En eso no tengo problema — Ladeo su cabeza. Matt si que hacia buenos tratos con su hermano.
— ¡M-Muchas gracias,Matt! — Lo abrazó agradecido al igual era correspondido por su querido leñador.
Después de que Matthew haya colgado, Carlos regresó a su celular a cargar alado de su cama tamaño matrimonial, humo salió de su boca.
El cubano escucho el sonido de la perilla abrirse, este apagó su cigarrillo cuando la persona entró a la habitación.
— ¿También estas cansado? Creí que te habías quedado en el bar con los demás. No importa, fue un día largo y pesado, hermano, mejor vente a la cama...—
