«Una semana»
Prácticamente habían pasado cinco días desde la última vez que miré a Alonso. Pasé por el parque después del trabajo cada día de la semana, pero no me lo encontré. Incluso después de haber cruzado el parque volvía a retroceder para dar una vuelta alrededor pero no estaba.
Me había deprimido un poco, llegué a pensar que esa cita si pasaría y que sería la mejor de mi vida. Era fácil hablar con Alonso, si bien mi cerebro gritaba que era guapísimo y mi cuerpo temblaba, cuando hablábamos desaparecía la inseguridad.
—Sin preocupaciones, Hayden —dijo Ana a mi lado. Traía puesto un top sin tirantes color negro y unos pantaloncillos con brillos dorados. En cambio yo, un vestido color plata sin tirantes que me llegaba a la rodilla acompañada de medias negras y los zapatos del demonio, también conocidos como zapatos de tacón de tiburón.
—Lo sé —miré alrededor, con la pequeña esperanza de mirar a Alonso, no fue así— ¿Y si hacemos una ronda? —pregunté, Ana me miró como si me hubiera crecido otra cabeza pero al final sonrió.
—Vamos —caminamos a la barra.
—¿Vodka? —sugerí.
—Tequila —pidió, el barman dejó dos pequeños vasos frente a nosotras, Los bebimos y repetimos — Y tú que no querías terminar en el baño —me dijo Ana mientras me inclinaba sobre el retrete.
—Calla —replique antes de seguir devolviendo.Eran las doce del día cuando salí de mi casa a correr. I want to you know de Selena Gomez se reproducía, pasé por el parque y decidí no quedarme ahí, corrí derecho.
Ayer después de beber Ana y yo bailamos, hasta que un calambre me dio para seguido vomitar y terminar regresando a Casa. Me dormí en cuanto cerré la puerta, ni siquiera llegué a la cama, desperté en el sofá.
Miré a ambos lados de la calle antes de cruzar, seguí corriendo. Una mano se posó sobre mi hombro, me detuve. Alonso estaba ahí respirando por la boca.
—Hola —dije quitando un audífono.
—Te seguí desde el parque —dijo entre jadeos. Se inclinó sobre sus rodillas, tomando aire— ¿Qué...? —resopló— ¿cita?
—Oh, no te vi durante, la semana —pasé mi peso a la pierna derecha, luego a la izquierda para después cruzar las piernas. Un gesto de incomodidad.
—Tuve, problemas en casa. —se limitó a decir con una mueca— Pero, ¿salimos hoy? Te invito a cenar —no vi problema así que asentí.
—Pero debo ducharme.
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Estrellas Rotas || Alonso Villalpando
FanfictionHasta que todo se haya dicho, hasta que todo se haya hecho, hasta que tu respiración se detenga, esto no se ha acabado... Cariño, solo aguanta. Fecha de inicio: 17, Abril, 2017.