Capítulo 36

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4 meses después.

     —¡Llegué! —dije cerrando la puerta tras de mí.
     —¡Estoy en la cocina! —caminé hacia la cocina y me encontré a Alonso frente a la laptop.
     —Hola, cariño —alzó la cabeza hacia mí y dejé un beso en sus labios.
     —¿Cómo te fue? —abrí la nevera y saque una botella de jugo de naranja.
     —Es agotador ser gerente, sin duda —solté una suspiro. Hacía dos meses que había conseguido el ascenso, la paga es realmente buena pero el trabajo es doble. Primero que nada, empiezo desde la ocho de la mañana, debo checar que todo esté limpio y en orden antes de las nueve, que es la hora de abrir el cinema. Y en el transcurso del día debo estar cuidando de que los empleados cumplan su trabajo, y cuando hay premieres el día parece no tener fin, por seguridad y esas cosas.
     —Tu plato está en el horno, llegaste media hora más tarde —mencionó.
     —Hubo un problema con una de las cintas y tuve que hacer un montón de llamadas —dejé el jugo en la nevera después de haber bebido— Estoy muerta, iré a la cama. —besé su cabello.
     —Descansa, amor —heche una mirada a las fotos que estaba mirando, sabía que era su trabajo como fotógrafo, tenía buen ojo.
      —Son excelentes —lo felicité, me dio una sonrisa de lado.
     —Gracias —y sin más me dirigí a la habitación. Desde la noche que “nos casamos” habíamos estado viviendo juntos, las cosas iban bien. Aunque desde el ascenso casi no pasábamos tiempo juntos, pues el trabajo me exprimía y siempre estaba cansada. Y cuando tenía tiempo libre él debía hacer algo en la universidad o un trabajo de asistente de fotógrafo.
     Una hora más tarde cuando estaba en medio del sueño lo sentí entrar a la cama. Escuché el “click” de la luz apagándose y entonces sus brazos me rodearon, me arrastré cerca de él y no supe más, volví a caer en el sueño.

Estrellas Rotas || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora