Capítulo 41

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«Quisiera volver a verlos»
     
Los extrañaba, a pesar de discutir la mayoría del tiempo eran mis padres y los amaba. Pero ya está, era tarde... no volverían nunca.
    
La alarma del celular me despertó, hora de ir a trabajar. Di vuelta en la cama, quería admirar unos segundos a Alonso dormido antes de levantarme, era algo que hacía todos los días.
    
El corazón me saltó en un latido por el susto, ya estaba despierto.
    
—Hola —dijo con voz ronca.
    
—Hola —murmuré con voz ronca también.
    
—Escucha yo —empezó mientras yo decía—. Lamento haber... —compartimos una sonrisa cómplice.

Me atrajo hacia sus brazos. Enterré el rostro en su cuello.
    
—Tienes razón, Hayden. Debería preguntarles, saber porqué piensan así. Y pedirles de manera civilizada que te acepten.
    
—Eso suena a un buen plan —sonreí, me aparté para verlo a los ojos—. Disculpame por haber explotado ayer, tú no tenías la culpa.
    
—Está bien, me hiciste reflexionar. —besó mi frente.
    
—Te quiero.
    
—Te quiero.
    
—Bien, ahora déjame ir, se hace tarde.

*
    
—¡Mira quién se deja ver! —exclamó Ana caminando en mi dirección por el pasillo de salas.
    
—Sh, baja la voz —pedí con una sonrisa—. ¿Cuándo volviste? —pregunté abrazándola.

Ella y Aaron se habían a Denver a visitar a sus padres, hacía un mes atrás.
    
—La semana pasada —se separó—. ¿Qué tal el trabajo?
    
—Me está matando.
    
—¿Te parece si salimos hoy, hablamos, nos divertimos un poco? —entrecerró un ojo. La miré con pena.
    
—No creo, el trabajo me exprime.
    
—Por eso mismo, necesitas un pequeño descanso.
    
—Beber y bailar en el antro no es un descanso —concluí alzando las cejas. Ella rodó los ojos.
    
—Bieeeeeen, mejor míralo como un respiro. Trae a tu chico, ¿sí? Okay, te veo en la noche, adiosito —sin darme oportunidad de reprochar se alejó. Mordí mi labio, pensando.
     
La verdad no me vendría mal un poco de diversión.

Estrellas Rotas || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora