«Me siento triste, libre, y solitaria»
—¿Qué te hizo cambiar de opinión? —me preguntó Ana con una ceja arriba.
—Sólo... —encogí los hombros y alcé mi bebida—... Hay que divertirnos, ¿sí? —di un pequeño sorbo.
—Esto es raro, pero bueno —dijo en un cántico y terminó su bebida—. ¡A bailar!
Nos movimos hasta la pista de baile y yo tontee un poco, me sentía incómoda. No era propio de mí el salir a bailar y beber, pero quería estar lejos de casa y ya me había cansado de caminar sin rumbo pensando en Alonso.
—Oh, Molly —dijo Ana a mi lado, volteé a ver y me encontré con una desagradable sorpresa.
Molly era la castaña con la que Alonso me había engañado. Y por la escasa luz reconocí que también era la castaña de la hora del almuerzo.
—Hola, An —dijo la chica empezando a bailar. Giré y me alejé.
Unas imágenes espantosas me taladraron el cerebro, Alonso con esa chica, juntos, besándose.
Respiré de manera entrecortada, me detuve frente a la barra y comencé a beber. Bailé, bebí, tropecé, reí.
—Hayden, oye —Ana me sacudía manteniendo el ceño fruncido.
—¿Qué? —agarré la bebida y la llevé hacia mi boca.
—Creo que ya... —Ana me arrebató la bebida— fue suficiente —hice un puchero con los labios.
—¿No querías bailar y beber? Porque lo estoy haciendo —me alejé a la pista de baile y comencé a bailar con una chica, ni idea de quién era.
Luego con un chico, era bastante guapo. Tenía una sonrisa linda. Recuerdo haberle sonreído.
—Hayden, ¿qué demonios te pasa? —dijo Ana halándome hacia la salida del club.
—¿Qué demonios te pasa a ti? —reclamé—. Primero estás chingue y chingue que salga contigo y ahora no te gusta, eres initenible —me solté de su agarre y empecé a retroceder.
—Estás borracha, tú no eres así —dijo.
—¿Y cómo soy? ¿Aburrida?¿Ingenua? —el tacón de mi zapato se rompió y caí hacia atrás, unas manos se colocaron alrededor de mi cintura, atrapándome.
—Toda tuya, Alonso —dijo Ana antes de volver dentro del club.
—¿Alonso? —dije. Me escabullí de sus manos y volví a caer. Sólo que está vez de rodillas, provocando raspones.
Alonso me quiso ayudar pero yo lo rechacé y comencé a decir incoherencias, me puse de pie con dificultad y caminé lejos de él. Me siguió.
—Aléjate, traidor. ¿Qué crees que te necesito? Pues no, a lo mejor si quiero tener sexo pero no quiero así que vete —los ojos me pesaban— ¿Sabes a quién conocí hoy? A Molly —sentí una harcada— Bleh, hasta me da asco hablar de ella.
—Hayden...
—Siento como si fuera a... —me incline y devolví el estómago.
—Sh. Sh —Alonso me abrazaba porque estaba llorando, después de terminar de devolver.
—Lleváme a casa.
*
No recuerdo haber dejado que Alonso me cuidara, o el haberme lavado la boca o el haberme cambiado la ropa. Pero pasó, estaba a punto de ir a dormir.
—¿Sabes que no vas a recordar nada de esto mañana, verdad?
—¿Sabes que te quiero lejos, verdad?
—Lo sé, Hayden.
—Pero aún te querría. Me has cambiado la vida.
¡Hola! Volví, después de mucho tiempo. He adelantado un poco en esta novela así que esperen otro capítulo la próxima semana. Gracias por leer, bye.
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Estrellas Rotas || Alonso Villalpando
FanfictionHasta que todo se haya dicho, hasta que todo se haya hecho, hasta que tu respiración se detenga, esto no se ha acabado... Cariño, solo aguanta. Fecha de inicio: 17, Abril, 2017.