Estrellas Rotas || Alonso Villalpando

Capítulo 32

«En la cima del mundo»
     Alonso y yo trotamos por las calles de Las Vegas, muchos autos pasan por la carretera y varias personas caminan hacia todas partes, aún así logramos escabullirnos, sin chocar con nadie.
   Se siente como si estuvieras en el borde
   Mirando las estrellas y deseando ser una de ellas
     Me quedé quieta, escuchando esa canción, buen ritmo, buena letra. Alonso se detuvo frente a mí, mirando alrededor.
     —¿Aquí es? —preguntó fijando los ojos en mí, negué sonriendo— ¿Entonces?
   ¿A dónde vas cuando tu historia está hecha?
   Puedes ser quien eras o en quien te convertirás
     El ritmo de la música electrónica resonó con fuerza y comencé a bailar, Alonso rió volando los ojos, pero bailó conmigo. Las personas se apartaban del camino mientras saltábamos, agite mi larga cabellera rubia.
     —¡Cariño, sólo aguanta!—gritó. Sonreí y dejé un beso casto en su mejilla, tomó mi mano y me hizo girar, reí mientras yo le hacía dar una vuelta. Dejó de saltar para moverse de un lado a otro mientras lanzaba la cabeza hacia atrás riendo, me dio ternura. Bajé la cabeza bailando.
     —Oh, Oh, si todo va mal, Cariño, sólo aguanta —canté bailando. Tomé las manos de Alonso, él me siguió y dimos vueltas, carcajadas salían de nuestras bocas mientras aventábamos la cabeza hacia atrás y captábamos miradas curiosas de las personas que pasaban a nuestro lado, cuando Louis Tomlinson llegó al segundo verso agarré la mano de Alonso y lo guíe por la calle, seguimos bailando un rato más hasta que la música estuvo demasiado lejos para que la siguiéramos escuchando.
     Mi hombro chocó con el de un hombre, quitándome el equilibrio, mi pie izquierdo se dobló y me impulse hacia adelante, ya decía yo que no me había tropezado, Alonso colocó sus manos alrededor de mi cintura y evitó que mi cuerpo se estrellará contra el piso. Solté un suspiro.
     —Gracias —susurré sin aliento, me colocó sobre mis pies, giré a verlo.
     —No hay problema, entonces, ¿a dónde vamos? —¿debería decirle? Me dirigía a Stratosphere, antes, en el karaoke escuché a dos chicos hablar sobre ello y quería hacerlo yo, necesitaba la sensación de adrenalina, esa que te revuelve el estómago, aunque no estaba segura si Alonso saltaría conmigo. Sonreí y besé sus labios.
     —¿Confías en mí? —pregunté abrazándolo.
     —¿Lo dudas? —frunció las cejas con diversión.
     —Andando —dejé de abrazarlo para tomar su mano.

     —Jesús, María y José —alardeó Alonso. Terminé de subirme el cierre del traje de llamativos colores. El amarillo, verde y partes en rojas predominaban mi vestimenta.
     —Alonso, no tienes que hacerlo —dije bajando el cierre de su traje, llamativo al igual que el mío. Su mano tomó la mía deteniéndome, volvió a subir el cierre.
     —Te espero abajo —dijo, besó mi mejilla y caminó a hacia la mujer encargada de abrochar los arnés. Lo seguí.
     —¿Listo? —le preguntó la mujer mirando hacia abajo. Alonso tragó, coloqué mi mano en su mejilla.
     —Cariño, sólo aguanta —le dije, me sonrió y saltó cuando la mujer le indicó.

Just Hold On – Louis Tomlinson (Canción en multimedia)