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Estoy agotado, por completo.- Mike Danneker bostezó, recogiendo sus libros y
chasqueando la pantalla del portátil cerrado. -Yo no puedo más con lo de las
matemáticas.-
-Sólo unos pocos problemas más- Le insté, la apertura de uno de mis textos más difícil
el cálculo. -Podemos hacer estos problemas, muestra de palabra...-
-De ninguna manera- Dijo Mike. -Y tú debes ir a casa, también, Jess. Te vas a quemar, de tanto estudiar duro. La competencia está todavía a unas semanas de distancia.-
-¿Cuál es exactamente el por qué necesitamos la práctica?- Mike estaba, asumiendo su
computadora portátil.
-Nos vemos, Jess. Descansa un poco.- Se alejó por los pasillos, dejándome sola en el
corazón de la biblioteca Woodrow Wilson. Me volví una página en mi cuaderno,
tratando de enfocar. Tal vez estaba cansado: La idea de números parecía difícil. Yo
estaba teniendo dificultades para entrenar a mi mente en los problemas. Quizás
porque yo no podía dejar de pensar acerca de cómo me acababa de sentir
recientemente en el gimnasio, sedienta de sangre.
Mientras miraba a mi libro, mi mente una vez más a la deriva lejos de los límites,
derivados, y los integrales, había oído voces y pasos en el laberinto de las pilas.
-Sólo debe comprar artículos fuera del Internet.- Frank Dormand.
-De ninguna manera. Tres tipos fueron atrapados el año pasado, y dos de ellos
perdieron sus becas de fútbol. Ellos perdieron todo un año, de la pelota en la
universidad- Ethan Strausser.
-¿Y, qué se supone que debemos encontrar? ¿Un montón de libros sobre La Sociedad
de Naciones?- Preguntó uno de ellos.
-¿Como que me importa?- Oí los volúmenes que se retiraban de los estantes.
-¿Por qué no simplemente Faith escribe para nosotros?- Agregó. -Ella es inteligente.-
Mis oídos pinchaban en el nombre de Faith.
-Ha sido una perra total últimamente- Dijo Ethan. -Yo no sé qué diablos pasa con ella.-
-Ella está saliendo con Vladescu- Dijo Frank, escupió el nombre de Lucius como si
fuera un mosquito que había volado en su boca. -Probablemente para ella, el hijo de
puta.- ¿Hace cuánto Lucius y Faith estaban saliendo? ¿Con qué frecuencia? ¿Y qué
están haciendo?
Posesividad y celos me recorrieron de nuevo. Traté de recordar: ¿Cuándo fue la última
vez que Lucius había mencionado el pacto? ¿Cortejo? Me pareció que no estaba
realmente segura. ¿Cómo puedo no estar segura?
-Ese frikie piensa que posee la escuela completa, porque él puede hacer algunos tiros
de la cancha central- Se quejó Ethan.
-Hay algo malo con ese tipo- Señaló Dormand. -No es normal.- Me senté, en mi
asiento, congelada, la intención en mi escucha. Frank y Ethan podrían en realidad no
saber nada de Lucius, pero me molestó pensar que dos de los más grandes idiotas de
la escuela estaban comenzando a discutir el hecho de que Lucius era diferente. Yo no
estaba segura de por qué me molestó y dos matones estúpidos, ciertamente no
podrían ser una amenaza, para alguien como dueño de sí mismo y fuerte físicamente
como Lucius, pero estaba un poco nerviosa.
-Estás enojado porque te golpeó delante de todos, golpeando tu cabeza gruesa en un
armario- Señaló Ethan.
-Sí. Y si te hubiera estrangulado a ti, todavía estarías enojado, también.- Hubo una
pausa -Estoy diciendo. Hay algo diferente en él. Cuando me agarró... No sé... se sentía raro.-
-¿Qué? ¿Ya estas caliente por él?- Bromeó Ethan. -¿Qué diablos quieres decir, con “se
sentía raro”?-Yo, esperaba un tirón machista, como Dormand a perder los estribos,
más de lo que Ethan estaba insinuando. Por una vez, sin embargo, Frank parecía
pensativo.
-Cállate, hombre- Dijo. -Tú no lo sentías.- Oí el sonido de los libros que se estrellaron
de nuevo en los estantes.
-Vamos a largarnos de aquí.- Dijo Ethan. -Voy a buscar a alguien para escribir el
documento. Mientras se alejaban, oí a Dormand añadir –Vladescu, algún día va a
conseguir lo que merece. Él no está bien. Y uno de estos días, voy a poner mi dedo en
la llaga…- La voz de Dormand se apagó cuando salían de la biblioteca.
Me quedé en el espacio, tratando de decirme a mí misma, que la vaga inquietud que
sentía era totalmente injustificada. Pero, por alguna razón, yo realmente no creía en
eso. Frank Dormand era un matón implacable, tan seguro como Lucius era un vampiro.
Había sido objeto de las burlas de Frank, durante el tiempo que yo podía recordar. Yo
sabía que podía aferrarse a un objetivo, negándose a dejar ir…
¿Qué pasa si Frank empieza a buscar en la vida de Lucius? ¿Su pasado? ¿Qué es?
¿Dormand puede encontrar algo? No.
La idea era casi tonta. Dormand Frank ni siquiera podía encontrar un libro sobre la
Sociedad de Naciones, en una biblioteca de la escuela de secundaria. Nunca había
cuenta de que Lucius era un vampiro. Ni en un millón de años.
Y aunque lo fuera, ¿qué era lo peor que podría pasar? Condado de Lebanon no fue
Rumanía. Ello era un lugar civilizado. La gente no tenía forma de turbas y asesinar a sus
vecinos con estacas, por Dios. La idea era ridícula. Lucius estaría bien.
Así que ¿Por qué no me siento mejor? Ya cerré los libros, renuncié a las matemáticas
cerrando la tapa del libro de lógica y la razón, por esta noche.

Guía de Jessica para ligar con vampiros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora