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Jess, ¿Qué te pasó en el apartamento? -Mindy preguntó, aferrando mi brazo, me
volvió cuando comencé a subir las escaleras, dirigiéndome a química avanzada. Sus
ojos estaban muy abiertos, implorando que le asegurase que todo estaba bien. -Me
puedes decir. Soy tu mejor amiga.
-No pasó nada -mentí. -Quería decirle todo a Mindy. La loca historia entera. Yo estaba
tan cansada de llevar toda la carga por mí misma. Pero yo no podía. Nunca me creería,
y si lo hacía, ¿qué pensaría ella de si yo le dijera que bebí sangre? ¿Qué quería beber
más sangre? Volví a subir las escaleras. -Vamos a llegar tarde a clase.
Mindy mantuvo su mano en mi brazo.
-No me importa la clase. Sólo necesito saber lo que está pasando contigo. Hay un
rumor de que había sangre en tu boca, Jess. Que salías del apartamento de Lucius, y
que estabas cubierta de sangre.
-Esa es la cosa más estúpida que he oído -le dije. Mentiras acumuladas sobre
mentiras.
Mindy metió la mano por mi brazo, agarrando mi mano, apretándola.
-¿Es Lucius, Jess? ¿Está abusando de ti? Tú me puedes decir. ¡Podríamos obtener
ayuda! -¡Oh, Dios! Eso es lo que piensa…
-No, min. Te lo juro. Si eso fuera todo, te lo diría. Te lo prometo. Lucius nunca ha puesto
una mano sobre mí. -No en una forma que yo no quisiera... Sin mucho tiempo para....
-No es lo que tú piensas. -Ella me miró, y me di cuenta de que había dicho demasiado.
-Pero es algo, Jess. Tú acabas de reconocerlo.
-No es nada -insistí, tratando de sonreír. -Estás dejándote llevar. -Mindy me soltó la
mano bruscamente, como si la hubiera traicionado. Aunque yo lo hacía. Yo le había
mentido a mi mejor amiga, y ella lo sabía.
-Yo no te creo, Jess. Y no puedo creer que no confíes en mí. -Había un poco de tortura
en su voz, y echó a correr escaleras arriba, lejos de mí.
Me hundí en el hueco de la escalera vacía, más sola de lo que me haya encontrado
jamás en mi vida. Había perdido a Lucius, y Jake, y ahora Mindy. Incluso mis padres
parecía casi como extraños que vivían en un mundo más simple que había dejado
atrás. Mi único amigo era un viejo vampiro que amaba el cappuccino.
Y, por supuesto, yo estaba ganando enemigos.
-Bien, bien, bien. El Packrat. -La voz vil vino de encima de mí. Miré hacia arriba y por
encima del hombro para ver a Frank Dormand y Ethan Strausser de pie en eldescansillo.
-Piérdete -dije. -Pisotearon por las escaleras, y se cernieron sobre mí.
-¿Qué estás haciendo, rarita? -Frank se burló, dándome patadas en la espinilla.
Me levanté, lista, casi dispuesta a hacerles frente.
-¿Qué quieres?
-Queremos saber, lo que está pasando en el garaje, en la finca de tus padres, rarita -
Dijo Ethan.
-Vosotros usáis muchos la palabra ‟rara‟ -señalé. –Debéis de fijaros en un diccionario
de sinónimos. Ellos tienen uno en la biblioteca. Sabes dónde está la biblioteca,
¿verdad?
-Ooh, La Packrat tiene una boca inteligente hoy -Frank se burló de mí. Traté de
empujarme más allá de ellos, pero me cerraron el paso.
-No tan rápido -dijo Frank.
-Sí -Ethan gruñó. -Queremos saber lo que la rarita…
-En serio, encuentra un sinónimo.
-Lo que el monstruo, que vive en su casa, está haciendo a mi novia.
-¿Tu novia? -Me reí. -Creo que Faith tiene un nuevo novio. En caso de que no te hayas
dado cuenta. -Ethan frunció el ceño. Su rostro rosado era francamente feo cuando se
enojaba.
-Ese tipo le hizo...algo a Faith. No es normal. Él... Él, la ha como, hipnotizado.
-Yo no sé de qué estás hablando. Y no seas un mal perdedor. ¿No tienen fútbol o algo?
-Frank me tiró la oreja.
-No hables con Ethan así. -Le di un empujón.
-Voy a hablar con él como yo quiera. Y ni se te ocurra tocarme de nuevo.
-¿O qué? ¿Vas a traer a tu guardaespaldas? -Frank se burló. -Porque yo digo que lo
traigas.
-Nosotros sabemos de él -agregó Ethan.
-No sé de qué estáis hablando.
-Sabemos de la sangre de vosotros -dijo Frank. -Y sabemos acerca de los Vladescu.
Revisamos a cabo en Internet. Ese tipo se cree un vampiro.
Era la primera vez que había oído a nadie, fuera de Lucius y mi familia inmediata,
utiliza la palabra Vampiro. Se me heló la sangre.
-¿Qué?
-Un vampiro -Ethan repitió.
-Y tú sabes de eso -agregó Frank, girando un dedo de la mano en mi hombro.
-Estáis locos. ¿Por lo menos os oís a vosotros mismos?
-Hay un sitio Web conjunto sobre la familia de Lucius-los de Rumanía -dijo Ethan.
Frank sonrió.¿Y sabes lo que les hacen en Rumanía? ¿A los vampiros? -Tragué pesadamente. Sí, lo
sé. Frank hizo un movimiento como si estuviera clavando algo en el pecho. -Lo han
hecho. De verdad. Se lo han hecho a los padres de Lucius. Sus padres.
-No me gusta la gente rara por aquí, tampoco -Dormand agregó.
Había algo realmente amenazante en la forma en que lo había dicho. Me obligué a reír.
Pero mi risa sonaba hueca y asustada.
-Estáis locos.
-Oh, yo no lo creo… -Frank fue interrumpido por el golpe de una puerta por encima
de nosotros, y el rápido ruido de los zapatos contra el piso.
-Ahí estás -Faith Crosse exclamó, echándose en brazos de Ethan.
Ella empezó a sollozar, apretándose a Ethan. La sostuvo libremente, la confusión en su
rostro suave, tonta.
-¿Qué pasa, nena?
-Él rompió conmigo -se lamentó. -Ese-raro.
-Bueno, ya estaba pensando seriamente en comprar todos los tesauros para la
graduación.
-Él me dejó. -Ella se apartó, señalándose con el dedo en el pecho. -¡A mí! ¡Faith
Crosse! -De repente se dio cuenta de que estaba allí, y volvió su ira contra mí,
apuñalando al dedo en mi dirección.
-Vosotros... Dos... Ambos sois...
-¿Raros? -Me atreví.
-Sí, los odio a los dos. -Ella volvió a Ethan, aferrándose a él. -Yo no sé por qué rompí
contigo. Es como si él me pusiera bajo un hechizo. Pero ahora todo parece tan extraño.
-Ella comenzó a llorar, aferrándose a Ethan. Me parecía un poco sobreactuado pero
Ethan iba a comprar el acto. Él le acarició la espalda con su mano fornida.
-Te extrañé mucho. -Faith sollozó.
-¿Por qué he de salir con ese tipo? -Una parte de mí tuvo un gran alivio. Lucius la había
dejado. Había abandonado a Faith. Tal vez, sólo tal vez, él iba a honrar el pacto. . . .
Mi alegría fue de corta duración. Aflojó su control sobre Ethan, Faith azotó de nuevo
hacia mí, con los ojos entornados, la boca torcida de rabia. Clavó el dedo en mí otra
vez, hablando con los dientes apretados y con lágrimas.
-Dile a tu precioso Lucius Vladescu que nadie-nadie deja a Faith Crosse. Será lo último
que haga. -Faith seguía mirando hacia arriba cuando llegué a la cima de las escaleras
y miré hacia abajo, donde ella estaba. -Él me las va a pagar -me llamó. Yo le creí.
Todo lo que había puesto en marcha con la copa de sangre derramada... Estaba fuera
de control, incluso más rápido de lo que nunca había imaginado que podía.
Yo nunca había creído realmente que Frank Dormand, realmente consiguiera el enlace
de Lucius a la palabra vampiro. Pero lo sabía. Y ahora Faith estaba furiosa por Lucius.Frank, estúpido como él, había tropezado con el conocimiento condenatorio. Y Faith
era la persona que lo usaría, sin piedad. Yo había subestimado a mis enemigos.
Lucius lo habría llamado un error de novato de mi parte. El error de una niña que no
estaba lista para gobernar legiones de vampiros. Que tenía mucho que aprender y no
el tiempo suficiente para aprender.

Guía de Jessica para ligar con vampiros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora