—Ahora, él es más tu tipo. —dijo Brody en mi oído.
—Él es guapo, ¿eh? —Le pregunté, sin poder dejar de sonreír.
—Diablos, sí, él es guapo… en la posición de misionero o algo así.
— ¡Brody! —Grité, golpeándolo en el hombro.
— ¿Te han dado las notas de Sherri?
—Sí, —dije, sacándolas de mi bolso. Él encendió un cigarrillo, lo sostuvo entre los labios y miró hacia los papeles.
—Jodidamente brillante. —dijo, escaneando las páginas. Él las dobló y las guardó en su bolsillo—. Lo bueno es que las calderas de Morgan no están funcionando. Necesitarás una ducha de agua fría después de recibir miradas lascivas por ese alto chico.
— ¿Los dormitorios no tienen agua caliente? —Gemí.
—Eso es lo que cuentan. —dijo Brody, deslizando su mochila sobre su hombro—. Me voy a Algebra. Dile a Carl que dije que no se olvide de mí este fin de semana.
—Yo se lo digo. —me quejé, mirando las paredes de ladrillo antiguo de nuestro dormitorio. Caminé a mi habitación, abrí la puerta y dejé caer mi mochila al suelo.
—No hay agua caliente. —murmuró Khloe desde su lado del escritorio.
—He oído.
Mi celular sonó, lo abrí para encontrarme con un mensaje de Carolyn maldiciendo las calderas. Unos minutos después se oyó un golpe en la puerta. Carolyn entró y se dejó caer sobre la cama, sus brazos cruzados. — ¿Podeis creer esta mierda? ¿Cuánto no estamos pagando y ni siquiera podemos tomar una ducha con agua caliente?
Khloe suspiró. —Deja de quejarte. ¿Por qué no te quedas con tu novio? ¿No has estado quedándote con él, de todos modos?
Los ojos de Carolyn se enfocaron en Khloe. —Buena idea, Khloe. El hecho de que seas una perra es útil a veces.
Khloe mantuvo sus ojos en el monitor de su computadora, sin inmutarse por el golpe de Carolyn. Ella sacó su teléfono celular y envió un mensaje de texto con una velocidad y precisión asombrosa. Su teléfono sonó, y ella me sonrió. —Nos vamos a quedar con Chris y Austin hasta que arreglen las calderas.
— ¿Qué? ¡No me quedaré! —Grité.
—Oh, sí que lo harás. No hay ninguna razón para que te quedes atrapada aquí, congelándote en la ducha cuando Austin y Chris tienen dos baños en su apartamento.
—No he sido invitada.
—Yo te estoy invitando. Chris ya dijo que estaba bien. Puedes dormir en el sofá… si es que Austin no lo está utilizando.
— ¿Y si lo está usando?
Carolyn se encogió de hombros. —Entonces puedes dormir en la cama de Aus.
— ¡De ninguna manera!
Ella puso los ojos en blanco. —No seas un bebé, ____. Ustedes son amigos, ¿verdad? Si él no ha intentado nada hasta ahora, no creo que lo hará.
Sus palabras hicieron que mi boca se cerrara. Austin había estado a mí alrededor en una u otra manera todas las noches durante semanas. Había estado tan ocupada asegurándome de que todos notaran que sólo éramos amigos, que no se me había ocurrido que él realmente sólo estaba interesado en nuestra amistad. No estaba segura por qué, pero me sentí insultada.
Khloe nos miró con incredulidad. — ¿Austin Mahone no ha intentado dormir contigo?
—Somos amigos. —le dije en tono defensivo.
—Lo sé, pero él ni siquiera ha… ¿intentado? Él ha dormido con todo el mundo.
—Excepto nosotras. —dijo Carolyn, mirándola—. Y tú.
Khloe se encogió de hombros. —Bueno, nunca lo he conocido. Sólo he oído rumores.
—Exactamente. —le espeté—. Ni siquiera lo conoces. Khloe regresó a su monitor, ajena a nuestra presencia.
Suspiré. —Muy bien, Carly. Tengo que hacer las maletas.
—Asegúrate de empacar por unos días, quién sabe cuánto tiempo llevará arreglar las calderas. —dijo, muy emocionada.
El temor se apoderó de mí como si estuviera a punto de entrar al territorio del enemigo. —Ugh… bien.
Carolyn saltó cuando me abrazó. — ¡Esto será tan divertido!
