—Definitivamente él está mirándote. —susurró Carolyn, inclinándose para echar un vistazo por el salón.
—Deja de mirar, tonta, él va a verte.
Carolyn sonrió y saludó. —Ya me vio. Aún está mirando.
Dudé por un momento y luego finalmente junté el suficiente valor para voltear en su dirección. Drake tenía su mirada fija en mí, sonriendo. Le regresé la sonrisa y entonces fingí escribir algo en mi laptop.
— ¿Aun está mirando? —Murmuré.
—Sí. —ella rió.
Después de clase, Drake me detuvo en el pasillo. —No te olvides de la fiesta este fin de semana.
—No lo haré. —dije, intentando no pestañear mucho o hacer alguna otra cosa más ridícula.
Carolyn y yo caminamos hacia la cafetería, sobre el césped, para encontrarnos con Austin y con Christian para el almuerzo. Ella todavía se estaba riendo acerca del comportamiento de Drake cuando se acercaron Christian y Austin.
—Hola, bebé. —dijo Carolyn, besando a su novio, públicamente, en la boca.
— ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Christian.
—Oh, un chico en clase se le quedó mirando a ____ durante toda la hora. Fue adorable.
—Siempre y cuando él estaba mirando a ____. —Christian guiñó un ojo.
— ¿Quién era? —Sustin hizo una mueca.
Ajusté mi mochila, provocando que Austin la deslizara fuera de mis brazos y la sostuviera. Sacudí mi cabeza. —Carly está imaginando cosas.
— ¡____! ¡Gran y gorda mentirosa! Era Drake Harris, y él estaba siendo tan obvio. El chico prácticamente estaba babeando.
La expresión de Austin se transformó en disgusto. — ¿Drake Harris?
Christian tiró de la mano de Carolyn. —Vamos a almorzar. ¿Disfrutarás de la fina cocina de la cafetería esta tarde?
Ella lo besó de nuevo en respuesta y Austin y yo los seguimos. Me senté con mi bandeja entre Carolyn y Brody, pero Austin no se sentó en su asiento normal frente a mí. En vez de eso, se sentó en un lugar más allá. Fue entonces que me di cuenta que él no había dicho mucho mientras caminábamos a la cafetería.
— ¿Estás bien, Austin? —Le pregunté.
— ¿Yo? Bien, ¿Por qué? —dijo, suavizado las facciones de su rostro.
—Es sólo que has estado callado.
Varios miembros del equipo de fútbol se acercaron a la mesa y se sentaron, riendo ruidosamente. Austin parecía un poco molesto mientras removía la comida en su plato. Lucas Jenks arrojó una papa francesa al plato de el.
— ¿Qué hay de nuevo Austin? Escuché que te tiraste a Tina Martin. Ella está barriendo tu nombre por el barro el día de hoy.
—Cállate, Jenks. —dijo Justin, manteniendo los ojos en su comida.
Me incliné hacia adelante para que el fornido gigante sentado frente a Austin pudiera experimentar toda la fuerza de mis reflejos. —Déjalo, Lucas.
Los ojos de Austin se clavaron en los míos —Puedo defenderme a mí mismo, ____.
—Lo siento, yo…
—No quiero que lo sientas. No quiero que hagas nada. —dijo bruscamente, empujándose fuera de la mesa, y salió muy furioso por la puerta. Brody me miró con las cejas elevadas. — ¡Whoa! ¿Por qué fue todo eso?
Inserté un Tater Tot en mi tenedor, y sin aliento dije —No lo sé.
Christian acarició mi espalda. —No es nada que tú hayas hecho, ____.
—Sólo que a él le están sucediendo cosas en este momento. —añadió Carolyn.
— ¿Qué tipo de cosas? —Pregunté. Christian se encogió de hombros y centró su atención en su plato.
—Ya deberías saber que se requiere de paciencia y una actitud indulgente para ser amigo de Austin. Él es su propio universo.