capitulo 114*

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— ¡Aléjense o los matare!— gritó a los hombres que nos miraban en el piso. Agarre su brazo con fuerza y le dio unas palmadas —Te tengo, ___ solo mira la pelea.
Austin lo estaba haciendo bien, y suspire cuando lanzo el primer golpe. La multitud se hacía más ruidosa, pero la advertencia de Trent dejo a esos detrás nuestro a una distancia segura. Austin lanzo un golpe seguro y luego me miro, rápidamente retomando su atención a John. Sus movimientos eran agiles, casi calculadores. Parecía predecir los ataques de John antes de que él los hiciera.
Notablemente impaciente, John envolvió sus brazos alrededor de Austin, jalándolo al piso. Como unidos, la multitud que rodea el anillo improvisado se aprietan contra este, acercándose cuando la acción es en el suelo.
— ¡No puedo verlo Trent!— grite mientras me paraba en las puntas de los pies.
Trent miro alrededor, encontrando la silla de madera de Adam, en un movimiento como de baile. Él me paso de un brazo a otro, ayudándome a subir por encima de la multitud. — ¿Puedes verlo?
—Si— dije sosteniéndome de los brazos de Trent para equilibrio —Él está encima pero las piernas de John están en su cuello.
Trent se acercó sobre los dedos de sus pies y puso su mano libre alrededor de su boca — ¡GOLPEA SU TRASERO AUSTIN!
Mire hacia abajo de Trent y se acercó para echarle una mejor mirada al hombre en el suelo. De repente Austin estaba en el suelo, John sosteniéndose fuertemente del cuello de Austin con sus piernas. Austin cayó de rodillas golpeando la espalda y cabeza de John contra el concreto en un devastador golpe. Las piernas de John quedaron inertes liberando el cuello de Austin. Y Austin llevo hacia atrás su codo. Golpeándolo una y otra vez con su puño cerrado hasta que Adam lo detuvo. Lanzando el cuadrado rojo al cuerpo flácido de John.
La sala estallo, animando cuando Adam levanto la mano de Austin al aire. Trent abrazo mis piernas. Gritando la victoria de su hermano. Austin me miro con una sonrisa amplia y sangrienta; su ojo derecho comenzaba a inflamarse.
A medida que el dinero pasaba por las manos de la gente, la multitud comenzaba a serpentear, preparada para irse. Mis ojos se dirigieron a una linterna que parpadeaba salvajemente balanceándose de un lado a otro detrás de Austin. Liquido cayendo de la base, mojando la sabana de abajo, mi estomago se hundió.
— ¿Trent?
Atrayendo su atención, señale la esquina. En ese momento, la linterna se cayó de su puesto, cayendo en la sabana de abajo, inmediatamente estallando en llamas.
— ¡Santa ****!— Trent dijo, agarrando mis piernas.
Unos cuantos hombre al lado del fuego, saltaron. Viendo asombrados como el fuego saltaba a la otra sabana. Humo negro salía desde la esquina, y al tiempo cada persona en la sala entro en pánico, empujando su camino para encontrar la salida.
Mis ojos se encontraron con los de Austin, y una mirada de terror distorsiono su rostro.
— ¡___!— Él grito empujando el mar de gente entre nosotros.
— ¡Vamos!— Trent grito. Bajándome de la silla a su lado.
La habitación se oscureció, y un ruido fuerte sonó desde el otro lado de la habitación, las otras linternas hacían combustión y se agregaban al fuego en pequeñas explosiones. Trent tomo mi brazo, poniéndome tras de él forzando su camino a través de la multitud.
— ¡No podemos ir por ahí! ¡Tenemos que devolvernos por el camino por el que llegamos!— grite, resistiéndome.
Trent miro alrededor formando un plan para escapar en medio de la confusión. Mire de nuevo a Austin, mirándolo como intentaba hacerse camino a través de la habitación, mientras la multitud aumentaba, Austin fue alejado cada vez mas. Los emocionantes aplausos ahora eran gritos horrorizados de miedo y desesperación mientras todos luchaban por encontrar la salida.
Trent me jalo a la salida y me jalo a la salida.
— ¡Austin!— Grite, intentando alcanzarlo.
Él estaba tosiendo, alejando el humo.
—Por este lado Austin. — Trent le grito.
—Solo sácala de aquí, Trent, saca a Pigeon— dijo él tosiendo.
Confitado, Trent me miro a mí. Podía ver el miedo en sus ojos —No se la forma de salir.
Mire a Austin una vez más, su silueta parpadeaba por las llamas que se habían extendido entre nosotros. — ¡Austin!
— ¡Solo vete!, ¡Los alcanzare más adelante!— Su voz era ahoga por el caos alrededor nuestro, y tome la manga de Trent.
—Por este camino Trent— dije, sintiendo las lágrimas y el humo quemando en mis ojos. Docenas de gente llena de pánico estaba entre Austin y su única salida.
Tire de la mano de Trent, empujando a cualquiera de mi camino. Alcanzamos la entrada y mire de atrás hacia adelante. Dos pasillos oscuros, con poca luz por el fuego detrás de nosotros.
— ¡Por este camino!— dije, jalando su mano de nuevo.
— ¿Estás segura?— Trent pregunto, su voz gruesa con duda y miedo.
— ¡Vamos!— dije, jalándolo de nuevo. Cuanto más lejos nos encontrábamos más oscuras las habitaciones se volvían. Después de unos instantes, mis respiraciones eran más fáciles a medida de que dejábamos el humo atrás. Pero los gritos no disminuyeron, cada vez eran más fuertes y frenéticos que antes. Los horríficos sonidos de atrás alimentaron mi determinación, manteniendo mis pasos rápido y con propósito. Para la segunda vuelta, estábamos caminando a ciegas a través de la oscuridad. Mantuve mi mano frente a mí, sintiendo la pared con mi mano libre y tomando la mano de Trent con la otra.
— ¿Crees que salió?— Trent pregunto.
Su pregunta debilitaba mi concentración, y trate de empujar la respuesta de mi mente —Sigue moviéndote— dije ahogándome.
Trent se resistió por un momento, pero cuando lo jale de nuevo una luz parpadeo. Él sostuvo en alto un encendedor, dando un vistazo al pequeño espacio para salir. Seguí la luz mientras él la movía alrededor de la habitación. Y quedo sin aliento cuando la puerta se hizo visible.
Mientras nos apurábamos para la siguiente habitación, bastante gente se estrello conmigo, tirándome al suelo. Tres mujeres y un hombre, todos con rostros sucios y ojos muy abiertos y asustados me miraron.
Uno de los chicos se agacho y me ayudo — ¡Hay una ventana aquí abajo por la cual podemos salir!— Dijo él.
—Acabamos de llegar de ahí, no hay nada— dije, negando con la cabeza.
—Debes haberla perdido, ¡sé que esta por este camino! —Trent jalo mi mano —Vamos ___, ellos conocen la salida.
Negué con la cabeza —Vinimos por este lado con Austin, lo sé.
Él apretó su agarre —Le dije a Austin que no te perdería de mi vista, iremos con ellos.
—Trent hemos estado allí abajo…no había ventana.
— ¡Vamos Jason!— una chica grito
— ¡Nos vamos!— Jason dijo, mirando a Trent.
Trent jalo mi mano de nuevo y yo me aleje
—Trent por favor es por este lado, lo prometo.
—Voy con ellos— dijo él —por favor ven conmigo.
Negué con la cabeza, lagrimas cayendo por mis mejillas —He estado aquí antes, esa no es la salida.
— ¡Tu vienes conmigo!— él grito. Jalando mí brazo.
— ¡Trent detente! ¡Vamos por el camino equivocado!— grite.
Mis pies se deslizaron por el hormigo mientras él me jalaba, y cuando el humo aumento me aleje corriendo hacia la dirección opuesta.
— ¡_____, ______!— Trent grito.
Seguí corriendo, manteniendo las manos al frente anticipando una pared.
— ¡Vamos! ¡Ella va hacer que te mates!— una chica dijo. Mi hombro golpeo contra una esquina, me dio la vuelta, cayendo. Me arrastre por el piso, sosteniendo mi temblorosa mano frente a mí. Cuando mis dedos tocaron roca, lo seguí parándome. La esquina de una puerta se materializo bajo mi mano y la seguí a la siguiente habitación.
La oscuridad era interminable, pero aleje el pánico, manteniendo cuidadosamente mis pasos, buscando la siguiente pared. Sentí el temor dentro de mí mientras los lamentos sonaban en mis oídos.
—Por favor. —Susurré en la oscuridad— Deja que esta sea la salida.
Sentí otra esquina de una puerta, y cuando la travesé un hilo de luz brillo ante mí. La luz de luna se filtraba a través del vidrio de la ventana y un sollozo formo su camino a través de mi garganta
— ¡T-Trent, está aquí! —Grite detrás de mí— ¡TRENT!
Entrecerré mis ojos, viendo un pequeño movimiento en la distancia — ¿Trent?— llame mi corazón latía violentamente en mi pecho. Con el paso del tiempo las sombras parpadeaban en las paredes. Y mis ojos se abrieron con horror cuando me di cuenta que lo que pensaba que eran personas eran en realidad llamas

somos un bonito desastre... Austin Mahone y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora