Le acaricio la espalda mientras nuestras respiraciones se regulan, su corazón golpea fuerte y lo siento en mi pecho, este hombre es mío y yo soy suya, ese pensamiento me llena de orgullo, pero también de miedos. Se levanta un poco y sale de mi muy despacio, siento un vacío. Rueda hacia un lado y me acaricia la mejilla, me mira fijamente y sin dejar de hacerlo se lleva una de mis manos hasta sus labios, es tan tierno. Con una mano alcanza la sabana y nos cubre a ambos.
- ¿Cómo te sientes? –me pregunta.
-Mucho mejor que antes. -Confieso y rio. El ríe conmigo. -Aunque tengo un poco de hambre.
- ¿Quieres más? -pregunta divertido y frunce el ceño. Yo me escandalizo ante su ocurrencia, con él siempre querría más, pero ahora hablo de comida.
-Comida. –digo riendo.
-Estoy dispuesto a saciar cualquiera de sus apetitos señorita Stone. –yo me sonrojo. Se levanta, deja el preservativo en su empaque y lo tira a la papelera que tengo en la habitación. Luego va hasta la cocina, lo que me permite ver su desnudez; tiene un cuerpo muy bien trabajado, cualquier mujer merece tener esta vista. Regresa con una bandeja y la comida que he preparado antes. Me da de comer entre beso y beso, me hace reír y me consiente, podría acostumbrarme muy fácil a este trato. Terminamos la comida y mira el reloj, son casi las 11:00 p.m. ¡como ha pasado el tiempo!
-Cariño debo irme. He dejado cosas pendientes para mañana muy temprano. –me da un beso en la frente y se me encoge el corazón, no quiero sentir esto otra vez, no puedo. Me acaricia el rostro y se levanta a organizar su ropa.
- ¿No puedes dejarlo para después? -le pregunto temiendo a su respuesta.
-Créeme que me encantaría quedarme y hacerte el amor toda la noche, pero, debo solucionar ese asunto. Prométeme que estarás bien. -Se detiene y me mira esperando una respuesta, yo solo puedo asentir. Me siento vacía, sola, hace poco era tan feliz y ahora he vuelto a sentir lo mismo de años atrás, me abrazo a mí misma y solo veo como se viste rápidamente, no puedo decir nada, no soy capaz, las palabras no me salen, no quiero que se vaya, pero tampoco lo quiero retener a mi lado otra vez.
–Te quiero, no lo olvides. -Se acerca, me da un beso suave en los labios y se va.
***
Tres días, tres insoportables días han pasado desde aquella noche en la que Thiago me hizo sentir la mujer más bella, sexy y hermosa del mundo, dos días desde que me hizo el amor por primera vez, me bajo las estrellas mientras me decía palabras bonitas que parecían sinceras, dos días en los que no he vuelto a saber de él, no me contesta y tampoco se reporta, ni una llamada, ni un mensaje... nada y estoy destrozada, es la segunda noche en la que lloro desconsolada y me recrimino haber sido tan estúpida, he pensado en todo lo que me ha pasado estos últimos días y todavía no entiendo porque a mí me suceden estas cosas, conozco un hombre en unas condiciones muy particulares y resulta que es el amigo del novio de mi amiga, jefe de mi jefe y uno de los arquitectos más importantes de la ciudad, me pestañea dos veces y yo caigo redondita a sus pies y en menos de lo que puedo reaccionar ya lo he metido a mi apartamento a mi cama y a mi vida con solo decirme que me quiere, y por si fuera poco, no me queda ninguna certeza de que vaya a volver. Sabe todo de mí, mientras que yo de él solo puedo decir que me hace sentir cosas que no sabía que existían, me lleva al cielo y me vuelve a bajar y haciendo el amor es sensacional, nunca se lo dije, pero lo quiero y es un sentimiento que me duele.
He pasado los días más horribles en mi trabajo, mi estado de ánimo está por el suelo y aunque trato de disimular no lo logro. A John, por más de que trate de explicarle y excusarme por lo sucedido ya dio el tema por cerrado y me trata con indiferencia y eso me duele porque nuestra amistad es desde hace mucho tiempo. Me dijo que lo que más le lastima es que le haya mentido tan descaradamente y lo siento mucho, si el supiera lo mal que me siento por eso, pero me lo merezco, lo sé. Solo espero no perder su amistad y apoyo, es un gran hombre, ojalá logre perdonarme algún día. Siento que me va a estallar la cabeza de tanto pensar, en el estado en que estoy no me siento capaz de nada solo quiero dormir por mucho tiempo.
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Esta Vez Te Salvaste
RomanceRomance entre Abril Stone una joven estudiante de arte moderno y Santiago Jones un arquitecto codiciado y muy conocido en la sociedad. Todos los derechos reservados. Se prohíbe cualquier copia o reproducción, parcial o total de esta obra. Registrad...